Mentiras, mentirotas y declaraciones gubernamentales / Camila Cienfuegos

Espero que si el obispo se lanzó al ataque no se retracte; gente como él, por su liderazgo, son muy necesarios ante la falta de credibilidad en las instituciones gubernamentales y son las últimas esperanzas para combatir directamente al crimen organizado

Morelia, Mich., 05 de noviembre de 2013.- Tenía que ser un hombre sin pantalones (y no lo digo peyorativamente), el que le dio nombre al problema de Michoacán: Caballeros Templarios, extorsión, secuestros. ¿Por qué habría el Ejército Mexicano resguardar a este personaje? Simple: por sus fuertes declaraciones que hoy parece que se desmienten, junto con la presunta vigilancia que los amigos cabezas de sandía le otorgaron al obispo de Apatzingán. Hoy surgen dos puntos:

1. Que el presbítero Miguel Patiño no está bajo resguardo castrense, sino en una especie de retiro espiritual y;

2. Que las fuertes declaraciones que en días pasados emitió, pues que siempre no fue él el que las dijo. ¡Ash!.

Solo quiero recordarles a los amigos del gobierno e iglesia (especialmente a estos últimos) que mentir es un pecadillo. Cuando el obispo de Apatzingán parecía dar el ejemplo de valentía ante los criminales en defensa de la feligresía, el Gobierno del Estado, en contubernio con la iglesia católica se han encargado de volver a hundir mi ya decadente fe. Espero que todo sea un mal entendido, una mala precisión de la nota o un tema aún no digerido ni aclarado. Espero que si el obispo se lanzó al ataque no se retracte; gente como él, por su liderazgo, son muy necesarios ante la falta de credibilidad en las instituciones gubernamentales y son las últimas esperanzas para combatir directamente al crimen organizado. Caso contrario con el secretario de gobierno, Jaime Mares Camarena, quien en su afán de suavizar la terrible situación que vivimos los michoacanos, ha salido al ruedo para decir que el asalto a las direcciones de policía municipal en los municipios de Apatzingán y ahora Lázaro Cárdenas por parte del Ejército, PFP y la Marina son “acciones por acuerdos”, o sea, para él los acuerdos son algo así:

– “Ven amigo alcalde, platiquemos gratamente con las fuerzas castrenses y vayamos jubilosos con los municipales, exhortémoslos a que se encaminen por la ruta del bien ¿Te parece?.

-Oooh sí señor secretario. Hay plena disposición de nuestra parte para que las poderosas fuerzas federales instruyan en la ética y la moral a nuestros policarpios que, dicho sea de paso, están deseosos de ser capacitados”.

¿Ven ahora por qué me encabrito? Claro, este diálogo ficticio es producto de mi imaginación pero a partir de las burdas declaraciones de Jaimito el secretario.

Bueno, sobre este tema es lo que LOS MEDIOS HOY nos hablan al unísono:

LA JORNADA MICHOACÁN: “Ejército y Marina toman el control del puerto de LC”. Pero no respondieron con la misma contundencia cuando se tomó Apatzingán.

LA VOZ DE MICHOACÁN: “Ejército toma la seguridad en LC”. Esta cabeza está confusa; parece que el Ejército ha optado por aceptar de buena gana la eficiente y dinámica seguridad municipal en el puerto de LC.

CAMBIO DE MICHOACÁN: “El Ejército toma el control de Lázaro Cárdenas”. ME gusta la cabeza, muchas felicitaciones al equipo de redacción de Cambio.

PROVINCIA: “LC, bajo control de la Federación”. Vaya, una buena cabeza en el hermanito menor de La Voz, de hecho le ganó a su brother.

EL SOL DE MORELIA: “Blindaje militar”. Estos cuates, nomás de ver su encabezado me ponen de malas (¡¡AAash!!). ¿Qué no saben periodismo? O sea… ¿blindaje militar? ¿Van a blindar una camioneta con blindaje militar?… porque eso se puede interpretar ¿saben? ¡MADUREN POR DIOS! Ese periodismo se extinguió hace siglos.

CAMBIO EN LA COORDINACIÓN DE COMUNICACIÓN SOCIAL

Julio Hernández Granados salió ayer de la Coordinación de Comunicación Social y entra en su lugar Guadalupe Santacruz, ambos egresados de la misma universidad (UVAQ) y no solo eso, compañeros en la misma generación y hasta de salón. Lo cierto es que como especialista en medios podría decir que el desempeño de Julio no fue el óptimo, quizá por la falta de tiempo, falta de lana o de ambas cosas, pero el comunicador ha comprendido que no es lo mismo golpear al gobierno que ser golpeado; o como decimos en el argot periodístico: “no es lo mismo ser borracho que cantinero”. Sobre su desempeño y políticas de comunicación platicaré mañana.

Por hoy despido no sin antes enviarles un besote y mis mejores deseos de que pasen un excelente y maravilloso ¡MARTES! (y ni te cases ni te embarques).