Conacyt recorta recursos para ciencia y derrocha 15 mdp en menú gourmet
De acuerdo con el diario El Universal, la dependencia firmó un contrato con Pigudi Gastronómico, SA de CV, para que del 22 de abril al 31 de diciembre de 2019 prepare los desayunos y comidas para un mínimo de 120 trabajadores de lunes a viernes
Ciudad de México, 27 de mayo de 2019.- La austeridad republicana que pregona el gobierno federal no se ha asomado en el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), donde el derroche de millones de pesos no cuadra con los recortes presupuestales que sufren ésta y otras dependencias gubernamentales.
En momentos en que la austeridad ha tocado a la Academia Mexicana de Ciencias, a la Sociedad Mexicana de Matemáticas y a los Centros Públicos de Investigación, entre otras instituciones, Conacyt -encabezada por María Elena Álvarez-Buylla– pagó cerca de 15 mdp por un servicio de comedor que incluye un menú gourmet.
Esta nueva polémica del Conacyt se da en momentos en que Josefa González Blanco Ortiz-Mena renunció a su cargo como titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), y Germán Martínez Cázares hizo lo propio en el IMSS, lo que ha puesto bajo la lupa al grupo cercano de colaboradores del presidente.
De acuerdo con el diario El Universal, la dependencia firmó un contrato con Pigudi Gastronómico, SA de CV, para que del 22 de abril al 31 de diciembre de 2019 prepare los desayunos y comidas para un mínimo de 120 trabajadores de lunes a viernes.
El menú no sólo cuenta con platillo en su mayoría preparados con ingredientes orgánicos y bajos en grasas, sino también con un dieta avalada por un nutriólogo y opciones vegetarianas, requisitos que debe cumplir el menú diario del consejo.
La investigación de El Universal muestra que en el contrato 1890904 de la plataforma del gobierno CompraNet, por 15 millones 78,457 pesos, se estipula que los platillos deben prepararse con «productos orgánicos y/o campesinos agroecológicos sin tóxicos».
Así, los trabajadores de Conacyt pueden degustar en su desayuno un café, té o leche (que debe ser de almendras o de vaca, pero orgánica), juegos, huevos al gusto, quesadillas, tlacoyos, chilaquiles o nopal asado.
Para la comida, el menú suele incluir siguiente: carne de cerdo orgánica, salmón, robalo, huachinango, pollo orgánico, arroz integral, cereales orgánicos, café de grano orgánico, tortillas de maíz nixtamalizado criollo y tlacoyos de productores campesinos sin transgénicos.
Además de agua fresca con jengibre y chía, barra de verduras y frutas. Y si gustan un postre, pueden comerlo y éste será elaborado con fruta natural y sin azúcar.
Mientras que para los vegetarianos, el contrato estima lo siguiente: tener un menú sin carne para 30 personas, así como 10 ensaladas diferentes para que se puedan intercambiar y tener tres al día, y contar con opciones sin lácteos y pan de centeno o tortillas para las personas que no pueden comer gluten.
Según el contrato, los empleados del Conacyt contarán con este beneficio al menos hasta diciembre de este año, cuando venza el contrato firmado con la empresa del servicio de comedor.
No es la primera vez que el Conacyt se ve en el ojo del huracán, pues cabe recordar que apenas en febrero pasado, la institución fue objeto de críticas y cuestionamientos cuando se supo que tenía como subdirectora en la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad de los Organismos Genéticamente Modificados no contaba con los estudios en ciencia necesarios para el puesto, sino que era diseñadora de modas.
Unas semanas después, volvió a ser la comidilla al revelarse que tenía como subdirector de la Coordinación de Comunicación Social a un joven que no tenía experiencia y apenas estudiaba el tercer semestre de la licenciatura. (CON INFORMACIÓN DE: EL UNIVERSAL Y FORBES).