Austericidio vs. CONEVAL (Por: Rubén Alcántar)
En lo particular es claro el mensaje que desde hace tiempo el presidente ha venido enviando, los institutos autónomos le resultan incómodos, le trompican su camino, y es que es cada vez más clara la idea de que, para el actual presidente no son de su agrado los contrapesos del Estado
Morelia, Michoacán, 02 de agosto de 2019.- Durante el actual gobierno hemos sido claros testigos de una profunda transformación, hemos sido testigos de la ya bautizada por el presidente “Guerra contra el neoliberalismo”, no existe guerra sin víctimas, y en este caso ha tocado el turno a otra de las denominadas “Instituciones fifís”.
Ha caído el “Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social” o bien, por su abreviatura y nombre popular, el CONEVAL, mismo que ha sido, y muy seguramente sería, a lo largo de todo el sexenio, uno de los más exigentes críticos del gobierno, en cuestión de evaluación de la pobreza y la desigualdad.
CONEVAL no solo ha sido un fuerte brazo estadístico en la elaboración metodológica de medición, sino que ha colaborado en mantener vivo en el espacio público, sin demagogia, con transparencia y precisión, los temas de la desigualdad y la pobreza como grandes asignaturas pendientes de México.
Si bien el CONEVAL no queda exento de los excesos burocráticos y presupuestales, constantes de los institutos autónomos, más que el castigo burocrático del presidente, merecería un reconocimiento público, claro que esto jamás ocurrirá, y menos hacia lo que resulta ser un instituto incomodo, al señalar las condiciones actuales de pobreza, evidenciando a un gobierno cuyo lema es “Primero los pobres”.
CONEVAL no solo ha dado parte de las desigualdades y carencias en nuestro país, sino que ha elevado la vara, al dimensionarnos en el ¿cómo medir la pobreza? Llevándonos a los puntos que hoy ya todos conocemos como lo son la parte alimentaria, educativa, de acceso a la salud, de calidad de la vivienda y de seguridad social.
En lo particular es claro el mensaje que desde hace tiempo el presidente ha venido enviando, los institutos autónomos le resultan incómodos, le trompican su camino, y es que es cada vez más clara la idea de que, para el actual presidente no son de su agrado los contrapesos del Estado, le estorban para gobernar.
Es por esto que, se seguirá recortando, bajo la bandera de la guerra por la austeridad, a cuanto instituto, con sus “datos neoliberales, deleznables, y fifís”, se atrevan a contradecir el progreso de México, solo resta esperar la caída de la siguiente víctima, de esta guerra, ultimada por el brazo armado popular del gobierno, para con sus opositores, la austeridad.
