Michoacán, ejemplo nacional en agricultura orgánica de avanzada (REPORTAJE)
A través del Programa de Agricultura Sustentable, el agro estatal recupera la nutrición de los suelos, produce de manera sana e inocua y ésta abandonando los fertilizantes químicos de manera paulatina
Morelia, Michoacán, 27 de mayo de 2020.- En Michoacán, cientos de hombres y mujeres del sector rural, están cambiando la historia de la agricultura en la entidad, gracias al Programa de Agricultura Sustentable impulsado por el Gobierno de Michoacán a través de la Secretaría de Desarrollo Rural y Agroalimentario (Sedrua).
En el campo michoacano existen 117 cultivos; en una superficie de un millón 155 mil hectáreas; de estos, se exportan más de un millón 300 mil toneladas de agro productos a 45 países del mundo, que le han dado a la entidad el liderazgo nacional en el valor de la producción por más de una década.
Nueva cultura en el campo michoacano
Cultivar de manera sustentable en Michoacán, no sólo es un ejemplo a nivel nacional, sino que también se ésta gestando una nueva cultura en el campo michoacano, gracias a la visión gubernamental y también a la extraordinaria conducción del programa del secretario Rubén Medina Niño y del acompañamiento científico.
Gracias a las nuevas técnicas agroecológicas del programa, guiadas e impulsadas por los académicos y científicos Gerardo y Sebastián Noriega Altamirano, y a un equipo de químicos el programa no sólo dio buenos frutos, sino que ha rebasado toda expectativa.
El programa dio inicio a mediados del año 2019 con tres cultivos, maíz, limón y zarzamora y concluyó con más de 30 ese año, debido a los extraordinarios resultados que a simple vista fueron: plantas más vigorosas, mejor color, más raíces, tallos más gruesos, mayor floración y por ende más frutos.
Pero lo importante del programa, es que uno de los objetivos es y sigue siendo, recuperar la nutrición de los suelos, agregar materia orgánica e ir erradicando de manera paulatina el uso de agroquímicos, y evitar de esta manera la contaminación en tierra, agua y aire.
Han superado todas las expectativas
Para Rubén Medina Niño, titular de la dependencia, a un año de haber arrancado el programa, se han superado todas las expectativas; las y los productores han podido corroborar con resultados en sus cultivos lo innovador y extraordinario que resulta combinar la ciencia, la técnica y los conocimientos acumulados en el campo, de las mujeres y los hombres del sector rural.
Por medio del Programa Agricultura Sustentable, se capacita a líderes productores y se transfieren tecnologías, como la elaboración de compostas y la lombricomposta para aprovechar los residuos orgánicos y producir abonos agroecológicos que restauren el patrimonio suelo, y así puedan incrementarse los rendimientos y la calidad.
Medina Niño dio a conocer que el año pasado se aplicaron tres productos a los cultivos, uno de ellos un biofertilizante, un bioestimulante y un consorcio microbiano, mismos que fueron elaborados por el equipo científico de la Universidad Nacional Autónoma de Chapingo y del Instituto Politécnico Nacional, quienes en base a las debilidades de los nutrimentos de los suelos, adecuaron los insumos.
En Michoacán, no sólo se busca producir más y de manera más sana, estamos construyendo una estrategia para revertir el deterioro ambiental y transitar a la sustentabilidad, con políticas públicas de avanzada, sostuvo el funcionario.
El suelo, un recurso natural no renovable
El suelo es fundamental para pensar en cualquier progreso en el agro, pues es un recurso natural no renovable: para formar un suelo, la naturaleza requiere cientos de años. El Gobernador del estado, Silvano Aureoles Conejo, como agrónomo que es, tiene la preocupación ambiental de conservar el patrimonio suelo.
Lo cierto, es que existen varios testimonios de hombres y mujeres que han probado el programa y están más que contentos, porque han bajado sus costos de producción en un 40 por ciento; han aumentado su productividad en un 42 por ciento en el caso del maíz y hasta un 80 por ciento en el limón.
El suelo tiene la función de soporte biológico en los ecosistemas terrestres; participa en los ciclos del carbono, azufre, nitrógeno y fósforo, como parte fundamental en el equilibrio de los ecosistemas; es un filtro y amortiguador que retiene sustancias.
Además, protege las aguas subterráneas y superficiales, transforma compuestos orgánicos hasta que se forman metabolitos y nutrientes para las plantas, proporciona materias primas renovables y no renovables, de utilidad para el ser humano. También es proveedor de servicios ambientales.
El Programa Agricultura Sustentable, reconoce la importancia del suelo como recurso fundamental en la lucha contra el hambre y la inseguridad alimentaria, y como proveedor de otros servicios ambientales.
Para evaluar la calidad del suelo se utilizan varios parámetros, uno de ellos es la materia orgánica del suelo, lo que revela que el 49% de los suelos michoacanos necesitan mejorar su nivel de fertilidad natural, ya que es la reserva nutrimental, que mediante la mineralización son liberados los nutrimentos como: nitrógeno, fósforo, azufre, entre otros.
La materia orgánica influye en las propiedades físicas, químicas y biológicas del suelo, destacando como fuente de energía para la biología del suelo, entre numerosos aspectos.
El fósforo, nutrimento insustituible y abundante en el estiércol
Y aquí cabe hablar del fósforo, que es un nutrimento insustituible y no sintetizable, proveniente del intemperismo de la roca madre. Así llega a la solución del suelo, donde los microorganismos: bacterias, hongos y plantas lo incorporan a su biomasa. El fósforo lo encontramos en los residuos agrícolas, como el estiércol.
En Michoacán, como en el resto del país, con la Revolución Verde se practicó un uso intensivo de los fertilizantes de síntesis química; sin embargo, en la actualidad se encienden las alarmas ante el riesgo de que agotemos las reservas mundiales del fósforo, el cual sus yacimientos se concentran en seis países: Marruecos, China, Argelia, Siria, Sudáfrica y Jordania.
El consenso de los científicos y expertos, revela la necesidad de un uso sustentable de este nutrimento, en ello coinciden opiniones de expertos mundiales, quienes vaticinan que en los próximos cien años, la sociedad se colocará en una situación de inseguridad alimentaria atribuible a la alta tasa de extracción de fósforo, que es de alrededor de 24 millones de toneladas anuales, que provienen de minerales.
La opinión científica señala que a partir del 2030 se advierten dificultades para abastecer a la producción agrícola del mundo; por ello, el reciclaje es una alternativa de abasto nutrimental para los cultivos, que es económica y alcanzable, y que apoyada con el uso de microorganismos como micorrizas y bacterias solubilizadoras de fósforo, que son la estrategia para caminar a la sustentabilidad.
Finalmente, Medina niño mostró como ejemplo dos cultivos de maíz, en donde es notorio en la planta el impacto de los insumos del Programa de Agricultura Sustentable.