Reza el Papa Francisco por las personas abandonadas
El Sumo Pontífice presidió el tradicional Viacrucis de Viernes Santo desde la colina del Palatino, frente al Coliseo, en una ceremonia en la que pese a no estar previsto, pronunció un breve mensaje en el que recordó a todos los que sufren «el peso de la cruz»
Roma, Italia, 18 de abril de 2014.- El Papa Francisco presidió el tradicional Viacrucis de Viernes Santo desde la colina del Palatino, frente al Coliseo, en una ceremonia en la que pese a no estar previsto, pronunció un breve mensaje en el que recordó a todos los que sufren «el peso de la cruz».
«Guíanos Jesús de la cruz a la resurrección. Enséñanos que el mal no tendrá la última palabra, sino el amor, la misericordia y el perdón. Recordemos a los enfermos, a las personas abandonadas para que encuentren bajo la cruz la fuerza de la esperanza», proclamó Bergoglio en tono sobrio y en un discurso de apenas cuatro minutos.
El acto comenzó a las 21:30 hora local (19:30 GMT), cuando el Papa Francisco fue acogido con aplausos por cerca de 40 mil personas que acudieron a la celebración de esta efeméride bíblica, según la Policía.
El Papa presidió su segundo Viacrucis desde que fue elegido sucesor de Pedro en marzo del año pasado, y en esta ocasión asistió al recorrido de la cruz inmerso en un profundo recogimiento.
El Viacrucis rememora el camino de Cristo hacia su crucifixión y se desarrolla en el célebre Anfiteatro Flavio desde la década de 1970 por deseo de Pablo VI, que recuperó esta tradición que data del medievo y que fue abandonada con el paso del tiempo.
En la ceremonia, la cruz, portada por diferentes personas que se la van cambiando de manos, recorre el Coliseo, del que sale para pasar frente al Arco de Trajano y para llegar, finalmente, al Palatino, donde la espera el Papa.
En ese recorrido, la cruz se detiene en catorce ocasiones para leer las meditaciones, que narran el camino de Cristo hacia su muerte y que este año el papa Francisco encargó al cardenal arzobispo de Campobasso, Giancarlo Maria Bregantini.
Unas meditaciones con un marcado cariz social, del mismo modo que el propio acto ya que en los encargados de portar la cruz fueron inmigrantes, toxicómanos, sin techo, enfermos o niños.
De este modo, tras unas meditaciones en las que se trató el maltrato, la drogadicción, los delitos de todo tipo o los derechos de la infancia, la cruz llegó de manos del vicario romano que se la presentó al Papa, que la esperaba sentado, rezando y ataviado con un largo abrigo blanco.
El papa argentino presidió hoy en la Basílica de San Pedro la ceremonia de la Pasión de Cristo sin pronunciar catequesis alguna.
Mañana Bergoglio presidirá la Vigilia pascual, uno de los actos principales de la celebración de la Semana Santa y previo al Domingo de Resurrección. (EFE).