Proyecto Secreto: Autoritarismo y sordera total
La clase política, concretamente la mayoría en el poder, asume una posición autoritaria, inflexible, que no escucha a la oposición. Se defienden con falacias. Ojalá, en el fondo, se den cuenta de que están desprovistos de la razón.
Morelia, Michoacán, 15 de noviembre de 2021.- Vista panorámica.
Es tristísimo, lamentable el espectáculo que ofrecen, y los legisladores en la Cámara de Diputados, que espectáculo que parece sacado de las películas de las ficheras.
Es una actitud que no se tolera en los adultos de los seres racionales, homines sapientes, parece absolutamente increíble ese comportamiento propio de chiquillos, aunque ellos no tienen conductas tan viles como en los pleitos de vecindad y de la peor ralea de la sociedad. ¡Qué triste! Que bueno fuera que no hubiera existido tal espectáculo. Es una terrible afrenta.
Es lamentable que los diputados de la mayoría traicionan así la misión grandiosa que les encomienda el pueblo de México
Falta el comportamiento digno de legisladoras y legisladores, que, se supone, son los mexicanos más valiosos y formados, responsables, conscientes de su deber y respetuosos de sus semejantes, el modelo que nuestros hijos necesitan.
No cumplen con su deber con altísima dignidad como seres inteligentes, que saben lo que buscan y votan por las mejores causas, tienen un comportamiento procaz. No tienen un voto libre sino un voto absurdo de esclavos del gran jefe, sin altura, sin dignidad. Son mercenarios comprados sabe Dios a qué precio, que muestran una obediencia ciega y votan según la línea que les dio el Presidente. No muestran respeto por sí mismos y por el noble pueblo de México.
Quieren imponerse sin razonamiento, con una cerrazón total. Traicionan su misión con cinismo donde no ha existido el compromiso con el pueblo de México.
El debate se degrada y deja de existir, defienden la idea del jefe en su proyecto personal, según su ideología y los intereses no confesados, sin ninguna razón desechan las enmiendas, Son montoneros. La única razón o sin razón que tienen es que son mayoría. Es la actitud de los legisladores cerrados al diálogo, actitud de cerrazón, de capricho.
Es desesperante, es infantil, es absurda la actitud de los diputados de la mayoría. Se defienden inflexibles, no porque tengan razón sino porque son mayoría, con un comportamiento irracional y autoritario.
Los partidos aliados que triste espectáculo ofrecen, sin ninguna dignidad son totalmente serviles, son mercenarios, se ponen al servicio del partido mayoritario, cancelan su dignidad sólo buscan, al parecer, mantener el registro. ¿Para qué? Para mantenerse en la escena y no perder las ventajas de dinero. Hay partidos que tienen el registro porque les conviene a los partidos mayores que están en el poder. Una ilusión de democracia.
En la retórica, están a favor de las grandes causas y se desgastan por la dignidad y la grandeza de México. ¡Total falsedad! Hay que ir más allá de los spots y afirmaciones propagandísticas y descubrir su carácter de mercenarios que buscan sus intereses mezquinos y fingiendo ante los mexicanos.
La luz de lo alto
La clase política, concretamente la mayoría en el poder, asume una posición autoritaria, inflexible, que no escucha a la oposición. Se defienden con falacias. Ojalá, en el fondo, se den cuenta de que están desprovistos de la razón. ¿Cómo logran hacer creer a muchos mexicanos que tienen la razón y que son personas inteligentes? Estamos en la era de las falacias.
No hay diálogo, no se escuchan las razones de la oposición. Están más sordos que una piedra, sin la más mínima posibilidad de comunicación. No hay debate, cooperación para encontrar juntos las mejores opciones para enriquecerse mutuamente. ¿Qué sentido tiene el ejercicio de votar el presupuesto en una de las máximas instancias de debate, en la Cámara de Diputados?
Ofrecen un espectáculo terrible, escandaloso, lamentable, máxime en el Congreso, el espacio que debiera ser el orgullo de los mexicanos y un punto de referencia para discutir y resolver problemas.
Se han perdido los valores universales, el sentimiento de la propia dignidad, el respeto a los demás. ¿Cómo pueden degradarse hasta lo más bajo como entes sin brizna de educación, sin dignidad, como los más vulgares y faltos de respeto de la sociedad? Es dolorosa la bajeza de las mujeres que eran baluarte de dignidad.
Se han perdido los valores humanos, que hacen las grandes personalidades. Pareces que escuchamos a personas alcoholizadas, lo más bajo de la sociedad, los arrabales.. (Perdón por las personas que proceden de esos ambientes).
Son muy hábiles en la manipulación de ideas, se defienden como la mera verdad, parecen premios Nobel de una retórica amañada y demagógica.
La clase dominante y sus aliados revelan una ideología maniquea: todo lo de MO—NA y sus satélites es blanco, absolutamente bueno, no hay en ello la mínima mancha de maldad. Todo el mal, la torpeza, los errores y crímenes están en los adversarios. En ellos no hay nada bueno. Por eso no los escuchan.
No podemos caer en su juego perverso, hay que descubrir el engaño, salir de ahí, no perder la lucidez, el juicio, la calidad de seres dignos, racionales, que detectan el mal y hacen buen uso de su libertad. No podemos dejarnos arrastrar en las olas turbias del gran jefe.
Es de suma importancia mantenerse dignos, razonables y libres. Hay que tomar la distancia, no dejarse “envolver” por el lenguaje populista y las falsas promesas. Así seremos capaces de defender nuestro bien y no fallarle a México.