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El Derecho a la Ciudad: “Autopista Siglo XXI”, 50 años tarde

Esperemos que a partir del momento en el que se realizó el anuncio, ya se encuentren todas las secretarías del Gobierno del Estado diseñando, desde una perspectiva territorial, las estrategias

Morelia, Michoacán, 31 de enero de 2023.- “Autopista Siglo XXI”, 50 años tarde.

La noticia

El presidente de la República Mexicana, en su reciente visita a Morelia, el pasado viernes 27 de enero del presente año anunció el compromiso de destinar los recursos suficientes para concluir la ampliación de la Carretera Federal de Cuota 37-D, hoy mal llamada Autopista Siglo XXI, en el tramo de Uruapan a Lázaro Cárdenas. Sin lugar a duda una noticia que hace pensar que en un futuro próximo disminuyan significativamente los muy frecuentes accidentes y las lamentables y numerosas muertes que estos ocasionan en esa carretera.

El inicio

Hay que recordar que la construcción de una carretera de cuota en el tramo Pátzcuaro-Lázaro Cárdenas, que permitió un ahorro de hasta tres horas en el traslado entre Morelia y la ciudad de Lázaro Cárdenas, inició en noviembre de 1995,​ y pese a que se pretendía concluir en el año 2000, por diversas cuestiones de carácter técnico y político, se concluyó hasta el 11 de mayo de 2005.

Antecedentes

Sin embargo, si se considera que fue en 1971 cuando el presidente Luis Echeverría decretó la construcción de la Siderúrgica Lázaro Cárdenas-Las Truchas S.A., como parte de una estrategia gubernamental para impulsar el “Modelo de Sustitución de Importaciones”, y que entre sus objetivos principales estaba el generar la producción de bienes de consumo o de uso final y, en segundo lugar, la producción de bienes, intermedios y de inversión, puede afirmarse que la conclusión de la Autopista Siglo XXI, llega cincuenta años tarde.

La Siderúrgica en Michoacán tenía el objetivo claro de detonar un polo de desarrollo pensando que se propiciaría la instalación de industrias ligadas a la producción de acero. Su relevancia nacional queda de manifiesto con obras complementarias significativas como: obviamente la construcción de la primera etapa del puerto Lázaro Cárdenas en 1972; la construcción de la presa José Ma. Morelos (1964 – 1968), que además de permitir el control de las aguas del río Balsas y la incorporación al riego agrícola de 18,000 ha., hizo posible la instalación de una planta de energía eléctrica, además de que la ubicación de la denominada “corona de la Cortina” permitió el paso de la carretera costera del Pacífico, así como de la línea del ferrocarril hacia el Puerto Lázaro Cárdenas. 

Hay que destacar la deficiente integración carretera al territorio nacional, pues la carretera que desde 1971 se generó para integrar la ciudad portuaria de Lázaro Cárdenas, con las localidades de Arteaga, Nueva Italia y Morelia; y hasta 1973 fue inaugurada la carretera entre Ciudad Lázaro Cárdenas con Zihuatanejo y Acapulco, para integrarla vía Chilpancingo a Cuernavaca y la Ciudad de México, lo cual proporciona una infraestructura adicional pero insuficiente, y sólo propició el desarrollo turístico del litoral del Pacífico. Todo esto en su conjunto, sin lugar a duda desincentivó la instalación de industrias tendientes a cubrir la demanda del consumo nacional. Por increíble que parezca, las multimillonarias inversiones complementarias realizadas, no lograron en objetivo de generar un polo de desarrollo, sino que lamentablemente quedó en un enclave industrial.

Más que el tiempo

El desfase temporal se puede atribuir a la magnitud de las inversiones, resulta muy significativo, y lo que en realidad denota, es una falta de continuidad en los proyectos sexenales. Sin duda que la Siderúrgica representó una gran oportunidad para la industria acerera, que en ese entonces se concentraba en Monterrey. 

No debe extrañar que pese a que la primera etapa de la autopista “Siglo XXI” recorre tan solo 56,4 km por el estado vecino de Guerrero y 310 kilómetros por territorio michoacano (hasta Pátzcuaro), desde su construcción detonó un crecimiento sin precedentes en el potencial turístico de Ixtapa y Zihuatanejo, más que en las costas michoacanas. Y el crecimiento comercial del puerto Lázaro Cárdenas se debe atribuir a la apertura comercial mundial y a las inversiones ferroviarias realizadas, una vez que se privatizaron los ferrocarriles en México.

Lo sectorial

En México la administración y la planeación se hace primordialmente desde una perspectiva sectorial; cada una de las secretarías busca objetivos particulares, así se explica que haya una política económica de apertura comercial, pero no el consecuente respaldo en inversiones portuarias o de la infraestructura carretera que respalde. Que se incentive la producción agrícola, pero que no se consideren aspectos de conservación ambiental o de seguridad para garantizar las inversiones públicas o privadas. En México se planea sectorialmente, pero se vive territorialmente. Se observa a todas las escalas, en la ciudad podemos observar que se pavimenta una calle y poco tiempo después se perfora para introducir cableado o ductos.    

La oportunidad

Se debe tener plena conciencia de que el anuncio realizado por el presidente, PUEDE constituir una gran oportunidad para el desarrollo de Michoacán o constituir sólo la captación de una inversión millonaria como en su momento lo han constituido otras de las inversiones ya mencionadas. ¿Qué pasaría si en verdad se construye en el corto plazo el segundo cuerpo de la autopista siglo XXI? Esperemos que a partir del momento en el que se realizó el anuncio, ya se encuentren todas las secretarías del Gobierno del Estado diseñando, desde una perspectiva territorial, las estrategias para que dicha inversión sea un parteaguas en el desarrollo de Michoacán, y se vinculen otras inversiones para evitar que el desfase temporal en las obras, sea el que determine “lo que hubiera sido” o “lo que se deseaba hacer”.

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