DestacadasEditoriales

El Derecho a la Ciudad: Hacia un mundo inmaterial

La comunidad en términos de seres humanos está siendo destruida y reemplazada por plataformas digitales que son una forma de comunidad mercantil

Morelia, Michoacán, 25 de febrero de 2025.- La semana pasada se dio a conocer la nota sobre la restauración que se hará del edificio de un restaurante muy famoso en Xochimilco, y cuya edificación es una de las obras icónicas de la arquitectura del siglo XX, cuyo autor es el arquitecto español Félix Candela Outeriño y la valiosa colaboración del arquitecto mexicano Joaquín Álvarez Ordoñez. La nota, me la hizo llegar un muy querido tío que, seguramente por mi formación sabía que sería de mi interés, pero lo más relevante fueron las anécdotas familiares que me compartió acontecieron en ese lugar.

Traigo a colación lo anterior, porque mucho se habla en la academia sobre la conservación de la arquitectura patrimonial como la memoria de la ciudad, la preservación de los elementos sobre los que se sustenta la identidad de una sociedad. Pero en lo familiar y personal acontece algo similar. Recuerdo que mi abuela materna guardaba bajo su custodia cualquier cantidad de documentos, fotografías, recortes de periódico, notas, invitaciones, hasta pequeños objetos relacionados con la historia familiar, en su más amplio sentido, pues frecuentemente acudían familiares cercanos y lejanos, a consultarle sobre algún evento de su pasado e invariablemente sacaba su archivo, seguramente para apoyarse en sus recuerdos. Aunque invariablemente regalaba los documentos, pues decía “son tuyos y debes conservarlos tú”, he de reconocer que nunca vi que se agotara ese acervo familiar, a grado tal que su “administración” siguió bajo la custodia de mi mamá y en la actualidad de mi hermana.

Pero hoy en día todo parece ser distinto, en un ámbito global, la socióloga holandesa Saskia Sassen, famosa por acuñar el término de “ciudad global”, advirtió que el dinero que manejaban los bancos fue sustituido por procesos financieros basados en información digital poco tangible, pero sobre los cuales se basa el funcionamiento de la economía actual. La realidad es que cada vez usamos menos dinero en efectivo y confiamos en los números (no dinero) que aparecen en las pantallas digitales. 

Recuerdo aquel anuncio de Kodak sobre “sino se imprime, no es foto” y es que, en ámbito social, el filósofo surcoreano Byung-Chul Han alerta que hoy estamos inmersos en un mundo digital, con un almacenamiento que hacemos de datos, pero sin recuerdos que conservar, señala que “la atención sin intensión hace que tomemos nota de todo sin llegar a conocer nada”. La digitalización hace que consumir información hoy equivale a experimentar, pero con ello estamos transitando a un nuevo paradigma que nos separa del arraigo de las cosas, las personas; las nuevas generaciones evitan este tipo de vínculos por considerar que atentan contra su libertad.

Byung-Chul Han señala que sólo una relación intensa con las cosas las transforma en posesiones, entendida ésta como la relación más profunda que uno puede establecer con las cosas y para esto es necesario depositar historia. Es lo que hace un coleccionista, cuando despoja a las cosas de su valor de mercancía. Ahora comprendo que mi abuela, tal vez sin saberlo, lo que hizo fue asignarles un valor a las cosas, pero único para cada uno de nosotros, y por eso sabía a quién obsequiarlos o para quien los guardaba a sabiendas que tarde que temprano acudirían a ella. 

Hoy, el capitalismo que se caracterizaba por el consumo de cosas, ahora nos invade a través de la comercialización de la cultura y la información convierte a lo inmaterial, la vida y el afecto humano en mercancía, para ello ahora están en uso los likes. La comunidad en términos de seres humanos está siendo destruida y reemplazada por plataformas digitales que son una forma de comunidad mercantil. Este autor surcoreano plantea cómo el orden del mundo terreno está siendo sustituido por un orden digital, ya que las cosas están siendo informatizadas, y ahora habitamos La Nube y Google Earth y no la Tierra. 

El Derecho a la Ciudad: La gasolina a $24 pesos

Publicaciones relacionadas

Mira también
Cerrar
Botón volver arriba