Los malditos incendios forestales
Durante la administración de AMLO y en lo que va de la actual, los recursos asignados a la Conafor se redujeron en más del 40% en comparación con el último año de Peña Nieto

Morelia, Michoacán, 22 de abril de 2025.- Al estar escribiendo esta nota, reportaba una ingeniera especialista en la actividad silvícola sin poder ocultar su enojo por la negligencia de las autoridades del sector forestal para combatir a los incendios en superficies de arbolado, dentro de su disgusto mi amiga más bien me parece fue de ira, comentó que ardía con fuego criminal el arbolado de Otzumatlán, Río de Parras del municipio de Queréndaro, otros boscajes en el municipio de Uruapan y otros más en puntos separados dentro de la geografía de Michoacán.
Detalló la profesionista forestal que existen incendios provocados con toda la intención de dar otro uso a esas superficies, sea para establecer huertas de aguacate o bien para acrecentar las manchas urbanas como ha ocurrido en esta capital. También han sido por descuido de campesinos que realizan quemas para poder sembrar y al no tomar las debidas precauciones, el fuego se descontrola con resultados catastróficos para los bosques.
Julio Santoyo en diversas ocasiones ha denunciado en publicaciones como la de Quadratin del 15 de enero del 2023 que: Uno de los obstáculos más difíciles de superar en el sector ambiental está relacionada con la corrupción que practican algunos malos servidores públicos. En diversas administraciones estatales, como en la actual, se han hecho esfuerzos para combatir estas prácticas. Sin embargo, ni los recursos ni los medios de supervisión han sido suficientes para desenraizar el millonario negocio de la corrupción a costa del medio ambiente.
Mientras que se pudiera dar testimonio de acciones firmes y en apego a las leyes para contener el cambio de uso de suelo, la tala ilegal, los incendios provocados, la contaminación de suelos y mantos freáticos, por otro, se continúan observando prácticas deleznables promovidas por servidores públicos operativos, cuya finalidad es obtener ganancias personales pisoteando la ley y traicionando el espíritu de las instituciones que representan. Al final lo que más queda expuesto ante la sociedad son los actos de corrupción y fincada la percepción de que el estado de derecho es inoperante. La verificación visual de bosques arrasados en el paisaje michoacano obliga a un “yo acuso” a las administraciones que no pueden o no quieren aplicar la ley.
Lo que si no tiene calificativo, es totalmente contradictorio el que: Mientras los incendios forestales aumentan, el presupuesto a la Comisión Nacional Forestal (Conafor) se redujo a casi el 60 por ciento este año, respecto a 2018. Los incendios forestales y su impacto en las áreas afectadas van en aumento, al tiempo que se avasalló el presupuesto de la dependencia encargada de su combate, durante la administración de AMLO y en lo que va de la actual, los recursos asignados a la Conafor se redujeron en más del 40 por ciento en comparación con el último año de la administración de Enrique Peña Nieto.
La falta de presupuesto y mala coordinación entre autoridades son algunas de las causas por las que estos sucesos se propagan con facilidad, coinciden los expertos en la materia.
Cambio climático, sequía, malas prácticas en el manejo de los ecosistemas y nulo interés en las políticas ambientales, son otras causas principales de esta problemática. La actividad forestal y su aprovechamiento no son dañinos si se hace de manera sustentable. Hay muchos proyectos en la entidad y en el país desde los cuales se fortalece la producción forestal, pero, simultáneamente, se arriesga la sustentabilidad de los bosques. Se carece de un sistema inteligente eficiente que garantice el éxito como en antaño, la verdad es que pudiera servir de ejemplo la comunidad de Nuevo San juan Parangaricutiro.
En Michoacán, muchos bosques están asentados en terrenos ejidales, comunales y pequeñas propiedades que pertenecen a campesinos y a productores en pequeña escala, se han promovido disposiciones y eventos que supuestamente buscan el crecimiento de la industria forestal, mientras al mismo tiempo para asegurar el patrimonio de los campesinos.
Sin embargo, en años recientes productores forestales han denunciado persistentemente que las medidas estatales son contraproducentes, porque, paradójicamente, desincentivan el manejo sustentable de los bosques, amén de la incapacidad y falta de compromiso de quienes se encargan de manejar, supervisar, autorizar y aplicar el resto de los programas y componentes por viejos vicios , amén de que emplean a personas con un nulo conocimiento en la materia, pues existen titulares de dependencias que no cubren el perfil y son ignorantes totalmente en la actividad.
Se han celebrado innumerables reuniones maquilladas desperdiciando recursos, talleres cursos de capacitación y seminarios dirigidos a técnicos y productores forestales de toda el estado, siendo las conclusiones, las mismas de hace décadas que explican la disminución de los bosques en las regiones forestales y simultáneamente la merma en la producción forestal, dos fenómenos que parecen inexplicables en conjunto, aunado a ello, además, a que el presupuesto para la protección de los bosques ha degradado considerablemente. Y la pregunta de muchos, ¿por qué sigue aumentando la deforestación en algunos lugares?
Expertos en la actividad forestal, estudiantes, Investigadores, medios de comunicación, personas preocupadas por el deterioro ambiental, sumados a elementos decorosos de comunidades y organizaciones forestales de Michoacán, inclusive la organización internacional Greenpeace han puntualizado algunos problemas que debieran confrontar incluyendo a ciertos sectores de la población con la Conafor.
Se insiste que: “hay un exceso de trámites burocráticos, los permisos para el aprovechamiento sustentable de los recursos maderables y la entrega de la documentación se tardan demasiado, con esto niegan el derecho a poder vivir digna y legalmente a los dueños del bosque”, dicen algunos, quienes aseguran que el Estado “está dejando a las colectividades forestales en una situación de vulnerabilidad económica, social y ambiental”.
Y ¡el colmo de los colmos! Se observa una dudosa actitud, tanto de los funcionarios del sector en oficina como el operativo en cuanto a las brigadas para el combate de fuegos: El acabose por ignorar qué es lo que pretende demostrar la Comisión Forestal del estado (Cofom), así como la Secretaria del Medio Ambiente que preside el Notario Público Alejandro Méndez López, ex presidente del Partido Verde, ex presidente del Consejo Estatal de Ecología, ex director de la COFOM y no sabemos cuántas ex más existan y si realmente es una pobreza insensata como nunca antes, es de dar vergüenza la campaña de indigencia total al pedir acopio de víveres para los combatientes que provoca dudas, ¿será porque no existen las brigadas de protección forestal y que son voluntarios los que enfrentan los incendios forestales?. ¡Qué mal, que mal!