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El ataque ucraniano, ¿guerra moderna o aniquilación futura?

Así como Ucrania, un país pequeño usa los drones para su defensa, también países como Corea del Norte o misma Rusia pueden hacerlo, incluso, organizaciones terrorista

Coimbra, Portugal, 06 de junio de 2025.- Este domingo mientras en México se votaba en las muy deficientes elecciones judiciales, en Europa acontecía un hecho inesperado y que muy seguramente cambiará la manera de ver y hacer la guerra. Ucrania atacó diversas bases aéreas rusas, esto puede no sonar muy relevante, se supone que en una guerra sucede eso, sin embargo no es así.

Rusia al tener un poder económico y militar mayor al de Ucrania, tiene la posibilidad de atacar por cielo, mar y tierra las ciudades ucranianas, cosa que sólo sucede unilateralmente debido a que Ucrania ha vivido casi toda la guerra en posición de defensa y solamente cuando se da el cambio y los ucranianos pasan a la ofensiva, es debido a que buscar recuperar territorio perdido en su propio suelo o en pequeños pueblos fronterizos.

Es cierto que muchos pensaban que el gobierno de Putin podía obtener la victoria de una manera aplastante y en un corto tiempo, ahora sabemos que eso no sucedió, empero, a pesar de eso, la superioridad rusa era evidente, tanto así como la idea de que los ucranianos no podrían adentrarse a territorio ruso o atacar sus puntos estratégicos.

Aún así, este domingo el gobierno de Zelensky demostró que estábamos equivocados, con una operación sacada de una película palomera de acción, los ucranianos transportaron 117 drones a suelo ruso, engañando a choferes rusos para que transportaran en camiones dichos drones. Esta operación lleva el nombre de “telaraña” debido a la compleja red de operaciones que tuvieron que realizar para conseguir su éxito.

Más de 40 aviones fueron destruidos según las propias estadísticas ucranianas, ahora tocará esperar a saber qué hará Rusia y de qué magnitud será dicha acción.

No obstante, lo realmente importante es el análisis que podemos sacar de todo esto, el hecho de que Ucrania con drones de un valor por debajo de los 500 euros haya podido penetrar en un país visiblemente superior a ellos y dañar aviones de millones de dólares, nos hace pensar en la vulnerabilidad a la que la guerra moderna nos enfrenta. Si bien, siempre es sabido que las guerras ayudan al despliegue y desarrollo de la tecnología, también nos acerca y desnuda más ante nuestra propia destrucción.

Pasó con la creación de la bomba nuclear en la Segunda Guerra Mundial y aunque hemos sabido solventar eso a pesar del tedio y desconfianza de la Guerra Fría, sabemos que sigue vigente y más presente que nunca todo ese armamento, esperando a ser usado.

No sabemos si los drones serán el futuro de la guerra, no sabemos si después se usará algún otra arma o herramienta, pero lo que sí, es que ahora nada, ningún país o persona es inalcanzable, así como Ucrania, un país pequeño usa los drones para su defensa, también países como Corea del Norte o misma Rusia pueden hacerlo, incluso, organizaciones terroristas.

Es de valiosa importancia no olvidar que ningún arma es pequeña, lo realmente pequeña es la línea que nos separa del desarrollo y de la aniquilación mutua.

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