Impuesto a la carne
Hoy circula un bisbiseo en el país de que se pretende establecer un impuesto a la carne procesada, con la intención de desincentivar su consumo por cuestiones supuestamente de salud

Morelia, Michoacán, 28 d junio de 2025.- Un impuesto es la contribución establecida en la ley que deben pagar las personas físicas y morales que se encuentren en la situación jurídica o de hecho prevista por la misma y que sean distintas a las aportaciones de seguridad social, contribuciones de mejoras y derechos.
A nivel federal existen los impuestos sobre la renta (ISR), al valor agregado (IVA), especial sobre producción y servicios (IEPS) y los de comercio exterior; los impuestos se clasifican en directos como el ISR y se subclasifican en reales y personales; hay los indirectos como el IVA y el IEPS y se subclasifican en a los actos y al consumo; la materia impositiva en México recoge situaciones un tanto subjetivas ya que por ejemplo en la Ley del IEPS se contempla de origen gravar el consumo de combustibles, tabacos y alcoholes, pero hace ya más de una década se insertaron en dicho ordenamiento, supuestos de pago por contaminar el medio ambiente o gravar el consumo de bebidas energizantes y alimentos con alto contenido calórico (comida chatarra).
Hoy circula un bisbiseo en el país de que se pretende establecer un impuesto a la carne procesada, con la intención de desincentivar su consumo por cuestiones supuestamente de salud, que existen estudios concretos sobre ello, lo que permitiría que la población mejorara su salud en el consumo de productos cárnicos.
Lo que parece ser un agravio a la población, se sustenta en experiencias de otros países como Francia, Suecia y Brasil; la realidad es que en nuestro país la disparidad entre el salario y los precios de la canasta básica muchas ocasiones es diametralmente opuesta, se piensa en un incremento del 10% en el precio de la carne procesada con la intención de que el consumidor cambie su dieta a legumbres, mariscos, pescados y verduras. No hay que perder de vista la actual restricción en la importación de ganado mexicano al vecino país del norte, derivado de las restricciones sanitarias, lo que en consecuencia encarece la oferta local. La realidad es que agregar un impuesto a la carne (IC) o sobre la carne (ISC) es trasladar directamente la carga impositiva a los consumidores.
Un gravamen de esta naturaleza representa un obús para la sociedad, considerando la afectación a las familias de menos recursos; un gravamen de esta índole debe venir acompañado de estímulos fiscales para el sector primario para incrementar la producción de proteínas alternativas o bien, para evitar su imposición, cabría una educación nacional sobre el tránsito a una alimentación más saludable, específicamente desde los niveles básicos de educación.