Construcción lidera pérdida de empleos en 2025
La baja de puestos en la industria coincide con la conclusión de megaobras federales del sexenio pasado

Morelia, Michoacán, 10 de julio de 2025.- La construcción se ha convertido en el sector más golpeado por la pérdida de empleos en lo que va de 2025, coincidiendo con la conclusión de megaobras federales del sexenio pasado, como el Tren Maya y el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), que absorbieron gran parte de la demanda laboral.
De acuerdo con datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), entre enero y mayo esta industria eliminó 13 mil 311 plazas, lo que representa la caída más pronunciada desde 2021 para un periodo similar.
Al cierre de mayo, el número de trabajadores afiliados al IMSS en este sector se ubicó en un millón 728 mil 574, lejos del máximo histórico de un millón 930 mil 279 alcanzado en octubre de 2023. En poco más de siete meses, se han perdido más de 200 mil empleos.
En entrevista con El Sol de México, el presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), Luis Méndez Jaled, reconoció que la baja en el empleo tiene relación directa con la naturaleza eventual del trabajo en esta industria.
“Las obras tienen fecha de inicio y de término. Por eso, cuando concluyen tramos importantes, lo lógico es que baje la ocupación registrada ante el IMSS. La construcción es uno de los sectores que más empleo genera, pero también donde más se siente el ajuste porque la mayoría son contratos temporales”, explicó.
Con los megaproyectos federales ya en etapas finales o terminados, y sin iniciativas de similar escala en puerta, el sector ha quedado sin un motor claro de crecimiento.
Méndez Jaled subrayó que para reactivar al sector se requiere avanzar en la aprobación de la Ley de Inversiones Mixtas para el Bienestar, la cual permitiría una mayor participación del capital privado en el desarrollo de infraestructura pública, bajo reglas claras y transparentes.
“La colaboración público-privada será esencial para llenar el vacío que deja el Estado al reducir su inversión. Necesitamos el marco jurídico adecuado para que las empresas puedan apoyar de manera decidida en el crecimiento del país”, indicó.
Para Cynthia Valeriano, profesora de Economía en el Tecnológico de Monterrey, la caída en el empleo obedece al agotamiento del gasto federal que en los últimos años fue el principal impulsor del sector.
“Sin nuevos proyectos de gran envergadura ni una estrategia clara de inversión privada en infraestructura, la industria está navegando en solitario”, señaló.
A estos factores se suman otros obstáculos estructurales como la burocracia para iniciar obras, presiones inflacionarias en materiales y una incertidumbre creciente sobre la relación comercial con Estados Unidos, especialmente ante la posibilidad de que se reimpongan medidas proteccionistas por parte de Donald Trump.
Según Fernando Bermúdez, director de Relaciones Institucionales de ManpowerGroup, la contracción del empleo no debe verse aún como una crisis, pero sí como una señal de alerta.
“Es un ajuste natural tras el cierre de obras masivas, y responde también a la cautela empresarial frente a la volatilidad arancelaria y económica. La clave estará en diversificar la inversión hacia iniciativas privadas y regionales que mantengan activa la demanda laboral”, comentó.
La contracción del empleo no debe verse aún como una crisis, pero sí como una señal de alerta”, afirmó Fernando Bermúdez, director de Relaciones Institucionales de ManpowerGroup
La Encuesta de Expectativas de Empleo de Manpower ya anticipaba una desaceleración en contrataciones, no solo en construcción, sino también en manufactura y servicios, debido al entorno internacional incierto.
A nivel estructural, advierten que el país no ha logrado establecer un modelo de infraestructura sostenible más allá de los megaproyectos federales, y la falta de continuidad amenaza con provocar efectos colaterales en sectores como el acero, cemento, transporte y servicios especializados, que dependen de la construcción para mantener sus propias cadenas de empleo.
En 2024, el sector perdió prácticamente todos los empleos que había ganado en 2023, año en que alcanzó cifras récord por la etapa cúspide de las obras públicas. Tras el rebote postpandemia, el ritmo de expansión también se ha estancado.
Los especialistas coinciden: el momento actual no es simplemente una desaceleración coyuntural, sino una llamada de atención estructural.
Bermúdez aseguró que si no se toman medidas para revitalizar el sector mediante inversión diversificada, mejora regulatoria y claridad en la política fiscal, la construcción podría pasar de ser un motor del empleo a un freno en la recuperación económica del país. (CON INFORMACIÓN DE: EL SOL DE MÉXICO)