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ONU manipula la mortalidad materna para imponer el aborto: Neydy Casillas

En 2020, Argentina legalizó aborto bajo lema “Ni una menos por aborto clandestino”

Morelia, Michoacán, 27 de agosto de 2025.- La abogada mexicana Neydy Casillas, vicepresidenta de Asuntos Internacionales del Global Center for Human Rights (GCHR), alertó que se manipulan los datos de mortalidad materna para promover el aborto e imponer una agenda ideológica en América Latina, de cara a la próxima Sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, que se celebrará en Ginebra del 8 al 10 de septiembre.

“Se manipula para avanzar una agenda como es la agenda feminista radical, la agenda de género y, por supuesto, el aborto”, denunció Casillas, quien advirtió que los que se discute en estos foros internacionales impacta a nuestras familias.

De Ginebra a América Latina: cuando el aborto se disfraza de “prevención”

Neydy Casillas explicó que, en distintos países de América Latina, el argumento de reducir la mortalidad materna se ha utilizado como “justificación” para legalizar el aborto.

En 2020 en Argentina, bajo el lema “Ni una menos por aborto clandestino”, se legalizó argumentando que el aborto era la principal causa de mortalidad materna.

Explicó que las cifras oficiales mostraban que el argumento era mentira: de las 245 muertes maternas del 2016 (publicadas desde 2018), el 55% fue por causas obstétricas directas (hipertensión, placenta previa, hemorragia, sepsis, etc.); el 27%, por causas obstétricas indirectas (VIH, enfermedades circulatorias, respiratorias, etc.) y en tercer lugar está el grupo de muertes por aborto, tanto espontáneo como inducido, que representa el 17%. El registro de muertes no permitía distinguir si estas habían sido por aborto inducido o espontáneo. “Pero las cifras falsas respaldaron la legalización”.

De hecho, la vicepresidenta de Asuntos Internacionales del Global Center for Human Rights, señaló que también se miente con la ley: “en ese país recientemente se realizó un aborto a los 8 meses de gestación, una atrocidad”, porque la ley permite el aborto después de las 14 semanas, “por violación o riesgo para la salud integral de la mujer”. En dicho caso, se descubrió que el niño por nacer no era del hombre denunciado como violador.

En Uruguay, explicó, la despenalización hasta la semana 12 se centró en el discurso de “salvar vidas” para reducir muertes maternas. Mientras que en Colombia, la Corte Constitucional basó su sentencia en la clandestinidad como causa principal de fallecimiento de mujeres.

En tanto, en Chile, el debate giró también en torno a la supuesta relación entre aborto clandestino y muertes maternas.

Casillas advirtió la importancia de que cada país investigue sus cifras reales de mortalidad materna para que no se mienta y que se revise la letra chica de los proyectos, para evitar “horrores” como los de Argentina.

Impacto en familias

La vicepresidenta de Global Center enfatizó que lo que se discute en los organismos internacionales no es un tema aislado o distante, sino que impacta directamente en las legislaciones nacionales y, por tanto, en la vida cotidiana de las familias.

“Lo que nosotros podemos pensar que es una realidad lejana, que no toca nuestras vidas, nos está gobernando. Está cambiando nuestras legislaciones y está impactando a nuestras familias”.

Casillas explicó que los debates y resoluciones de la ONU se traducen en recomendaciones que llegan a los ministerios de cada país y, sin un debate ciudadano profundo, terminan por convertirse en políticas públicas que transforman el marco legal y social.

“Estos temas se llevan, se crean en las Naciones Unidas y después se bajan a los países a través de los ministerios, y cuando menos lo pensamos, están comenzando a tomar parte estos debates en nuestros países, cuando nadie de la población estaba enterado o un grupo muy pequeño lo demandó”, subrayó.

Caballos de Troya ideológicos

Casillas también advirtió sobre el uso de términos vagos y en apariencia positivos esconden objetivos ideológicos.

“La izquierda sabe muy bien que las palabras importan. Por eso, utiliza constantemente términos vagos y bonitos —‘igualdad’, ‘cuidado’, ‘derechos sexuales y reproductivos’— que suenan bien a todos, pero esconden caballos de Troya ideológicos que ponen en riesgo la vida, la familia y la soberanía de nuestros países”, afirmó.

Para la abogada, el desafío no es solo reconocer esta manipulación, sino organizarse como sociedad para dar la batalla frente a agendas que debilitan la maternidad y a la familia.

“Es clave organizarnos, para no caer en la trampa y poder dar la batalla con claridad”, concluyó.

(CON INFORMACIÓN DE: SIETE 24)

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