«Avatar 3», una experiencia palpable para vivir en 3D
Tercera entrega impresiona por su ambición visual y narrativa, prometiendo gran impacto en taquilla
Morelia, Michoacán, 09 de diciembre de 2025.- Una enorme A en llamas marcó el inicio de la fiesta por el estreno mundial de Avatar: Fire and Ash (Avatar: fuego y cenizas), tercera entrega de la franquicia más taquillera en la historia del cine. En medio de la alfombra roja surgía una gran incógnita: ¿logrará esta película alcanzar los miles de millones de dólares obtenidos por sus antecesoras?
Tres horas y quince minutos después —lo que la convierte en la entrega más larga de la saga— la respuesta parecía clara: la cinta no solo tiene el potencial para colocarse entre las más taquilleras de la historia, sino que también apunta a una nominación al Oscar a Mejor Película, como ocurrió con los dos capítulos previos.
Aunque el género fantástico rara vez es mi favorito para apostar al Oscar, lo cierto es que las entregas anteriores ya acumulan varias nominaciones y cuatro premios de la Academia, la mayoría en categorías técnicas. En esta ocasión, los avances tecnológicos son tan sobresalientes que la fantasía deja de ser distracción y el mundo de Pandora se siente más real que nunca.
En este tercer capítulo, donde se forjan nuevas alianzas y estallan tensiones mayores, el interés de James Cameron por profundizar en el trasfondo familiar, comunitario y espiritual de los Na’vi se vuelve evidente. El propio director destacó en la alfombra roja que esta es la entrega más emotiva desde Titanic.
Días antes, en entrevista con CBS, Cameron recordó que al inicio de este viaje muchos pensaban que la tecnología de Avatar reemplazaría a los actores, algo que calificó como “horroroso”. Su método de performance capture, que rescata cada gesto y emoción de los intérpretes, sigue siendo el corazón de la saga y un vínculo sagrado entre director y elenco.
Antes de la proyección de Avatar: Fire and Ash, James Cameron presentó en el Teatro Dolby a parte del elenco y recordó que la técnica de performance capture funciona gracias al trabajo orgánico de sus actores. El director explicó que la filmación de la segunda y tercera entrega se realizó de manera conjunta durante dieciocho meses, un proceso que calificó como profundamente físico y emocional.
Cameron subrayó que lejos de ser un simple trabajo de voz, cada gesto y movimiento de los personajes proviene directamente del elenco o de dobles especializados. «Es un proceso corporal, de mente y corazón», aseguró frente a una sala completamente llena.
Al concluir la función, los asistentes intercambiaron impresiones sobre una película donde los avances tecnológicos hacen del mundo de Pandora un entorno más tangible que nunca. La recreación de flora, fauna, agua y fuego alcanza un nivel de realismo alucinante que potencia la experiencia, especialmente en formato 3D.
La periodista Raquel Laguna calificó la cinta como «una experiencia deslumbrante y emotiva», y reafirmó a Cameron como «maestro absoluto del cine épico». Por su parte, el crítico Néstor Betancor destacó la madurez argumental de la trama, en la que los protagonistas —una familia marcada por la pérdida— enfrentan dilemas morales complejos.
Betancor añadió que Cameron apuesta por un público que ha crecido desde la primera entrega, sustituyendo respuestas cómodas por cuestionamientos más profundos sobre la naturaleza humana, reflejados en sus personajes multicolores.
Cameron concibió la historia de Avatar incluso antes que Titanic, pero esperó al siglo XXI para contar con la tecnología que permitiera materializar Pandora tal como la imaginó. Con una ejecución majestuosa y un despliegue visual sin precedentes, esta tercera entrega se gana una ovación prolongada.
(CON INFORMACIÓN DE: CNN)




