Vicente Leñero / Teodoro Barajas Rodríguez
Vicente Leñero se fue y a la vez se queda, la finitud de la vida es invariable sólo que los aportes a la literatura se anclan entre signos, historias, crónicas y acentos
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Morelia, Michoacán, 05 de diciembre de 2014.- Vicente Leñero se fue y a la vez se queda, la finitud de la vida es invariable sólo que los aportes a la literatura se anclan entre signos, historias, crónicas y acentos. Reportero, guionista, dramaturgo, testigo de cambios no exentos de rupturas, así fue Vicente Leñero, un ingeniero que optó por la senda literaria, no por las matemáticas.
Para quienes nos hemos involucrado en el periodismo, oficio que potencia las pasiones, no podemos dejar de lado una novela que ofrece de modo puntual la odisea del golpe a Excélsior en 1976, aquel diario legendario que convocó a un colectivo plagado de talento que supo abrir nuevos cauces cuyo capitán fue Julio Scherer García, nos referimos al libro Los Periodistas.
1976 simbolizaba a otro México, uno en el que la oposición al antiguo régimen fue avasallada una y otra vez, en ese contexto Los Periodistas retratan de cuerpo entero el embate autoritario contra un medio de comunicación crítico.
Ulteriormente llegaría la revista Proceso, de la cual Vicente Leñero fue subdirector.
Las letras mexicanas pierden, los lectores por igual, Vicente Leñero abarcó diversos géneros literarios si recordamos Los albañiles, El garabato, El evangelio de Lucas Gavilán lo constatamos, sin olvidarnos de Talacha periodística rematada con un reportaje con relación a los teólogos de la liberación que se congregaron en Puebla en la década de los años setenta.
Leñero no fue estridente, fue reportero, no fue ególatra, fue escritor. Las letras pierden a un exponente original. Sus dotes como entrevistador y cronista son fácilmente palpables, mucho material prueba lo que aquí afirmamos.
Una de las mejores entrevistas que hemos leído fue la realizada por Leñero al maestro Juan José Arreola en el mes de septiembre de 1972 publicada en Revista de Revistas del diario Excélsior, la cual fue intitulada Arreola: lección de ajedrez.
Dicha entrevista muestra los recursos literarios de Vicente Leñero al describir magistralmente a su entrevistado, a la atmósfera que les rodea hasta el jaque.
Leímos algunos de los últimos artículos que publicara Leñero en la Revista de la Universidad, uno de ellos es acerca de Jacobo Zabludovsky con el simbolismo que le persigue a éste situado del lado oficialista del pasado en el que desinformó o mintió o ambas cosas a un numeroso auditorio de los noticiarios de Televisa.
La revista Proceso contó con el talento de Vicente Leñero que además fue exitoso guionista de cine, qué podemos decir en su partida, que la inteligencia está de luto, las letras se quedan sin un exponente que supo plasmarlas con filigrana, sabía cómo decir las cosas.
Hasta siempre Vicente Leñero, te encontraremos al releerte, este tiempo así lo demanda.
