Octavio Medina / Teodoro Barajas Rodríguez
La fina ironía y el sarcasmo son argumentos en forma de trazo y palabras lacónicas de Octavio Medina, un artista de la caricatura que suele ser contundente contra la clase política desde siempre, punzante, frontal, auténtico
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Morelia, Michoacán, 08 de febrero de 2015.- La fina ironía y el sarcasmo son argumentos en forma de trazo y palabras lacónicas de Octavio Medina, un artista de la caricatura que suele ser contundente contra la clase política desde siempre, punzante, frontal, auténtico.
Octavio ha sido galardonado con premios nacionales, censurado por diversas publicaciones, sólo que su vigencia nos alcanza, perdura porque la calidad adquiere diferentes tonos, la crítica no se detiene, el periodismo no es un oficio de complacencias o elogios porque perdería su razón de ser.
Recién el portal de noticias Respuesta Michoacán que encabeza Jaime López Martínez cumplió cuatro años de labor ininterrumpida pese a los avatares de la situación en nuestra entidad, ese fue el marco para inaugurar una exposición de la obra de Octavio Medina, los cartones que exhiben a diversos integrantes de nuestra clase política allí lucían, la sátira y el sarcasmo extraídas de la fumarola del talento marcan el estilo propio del artista.
A muchos políticos no les causa gracia lo publicado por Octavio Medina, yo me pregunto qué querían, la piel delicada y la intolerancia son harina de otro costal, como dijera un ex gobernador “si no quieren que los pisen que no salgan a bailar”.
Vivimos momentos críticos para los comunicadores, México es un país en el que informar o cuestionar resulta peligroso, ya no se trata de los coletazos del régimen, ahora se agrega el temible brazo armado de las bandas del narcotráfico que esparcen temor y muerte, binomio del que no está blindado el gremio periodístico que ha reportado más bajas en los últimos tiempos, Michoacán tiene en su haber una lista no menor de reporteros desaparecidos, Veracruz registra todo un escándalo. En todas esas historias el común denominador es la impunidad.
Se habla de la libertad de expresión, se pronuncian discursos políticamente correctos, la realidad, sin embargo, desnuda como es refleja signos ominosos de simulación.
Octavio Medina es un cartonista en solitario, se puede coincidir o no con él pero lo que podemos destacar es su congruencia, siempre es el mismo, caustico, irreverente, observador, genial.
A lo largo de veinte años hemos conversado y discutido infinidad de temas, desde la nostalgia del Partido Comunista, la literatura rusa, de los maestros muralistas, Alfredo Zalce merece capítulo aparte, odiseas de otros tiempos y por enésima ocasión de marxismo. El café y tabaco parecen adherirse a Octavio, así convoca al intercambio de ideas.
La exposición de la obra de Octavio está abierta al público en la sala Efraín Vargas de la Casa de la Cultura de Morelia durante las próximas dos semanas, allí pueden constatar los alcances, la calidad, así como la originalidad de este maestro michoacano que sabe plasmar su propia conciencia a través de rostros, textos acentuados por un elocuente sarcasmo, allí está Octavio, su producción retrata su esencia.