Los suspirantes… ¿Qué onda con el Verde?
En los últimos seis meses el PVEM tiene a nivel nacional más de 30 quejas acumuladas por diversas irregularidades y violaciones a las normas electorales a nivel nacional y local; de hecho, es por mucho el instituto político que más veces ha sido denunciado por violentar la normatividad y por reincidir
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Morelia, Michoacán, 14 de abril de 2015.- Llama la atención la reiterada actitud prácticamente retadora que en los últimos meses ha asumido el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) hacia la legislación electoral y hacia los órganos electorales a nivel nacional y en Michoacán.
Ojalá y algo nos pudiera explicar su dirigente estatal, Jonathan Sanata González, pues no hablo sólo del caso de las 15 toneladas de kits escolares con las leyendas “Verde sí cumple” que este lunes llegaron a Morelia con la aparente intención de ser repartidos en algunos municipios de Michoacán con el supuesto interés de coaccionar el voto.
En los últimos seis meses el Partido Verde tiene a nivel nacional más de 30 quejas acumuladas por diversas irregularidades y violaciones a las normas electorales a nivel nacional y local; de hecho, es por mucho el instituto político que más veces ha sido denunciado por violentar la normatividad y por reincidir a pesar de sentencias expresas de los tribunales electorales.
Sólo por hacer un breve recuento, en la segunda mitad del año pasado diputados y senadores del PVEM aprovecharon sus informes de labores en el DF para promocionarse a nivel nacional por un periodo mucho más largo del permitido con la campaña “Propuesta Cumplida” y reincidieron, pese a que ya se les había llamado la atención por parte del INE.
Después, sólo por mencionar los casos más sonados, vinieron los “Cineminutos”, esa serie de promocionales transmitidos en los cines que se siguieron transmitiendo aún cuando el INE ya les había ordenado retirarlos y a la postre les costaron una multa de 35.7 millones de pesos.
Vino después el caso de las tarjetas Premia Platino, en las cuales el Partido Verde parece estar haciendo uso ilegal de las bases de datos del Padrón Electoral o del Instituto Federal de Telecomunicaciones. Dichos plásticos también se siguieron repartiendo, aún con la instrucción expresa de las autoridades de que no lo hicieran.
También el sonado caso de que irónicamente el PVEM fue multado con 4.1 millones de pesos por no utilizar material reciclable en la elaboración de sus calendarios de propaganda y más recientemente las 15 toneladas de kits escolares que llegaron a Morelia, en presencia de una camioneta de la campaña de la candidata del PRI y del PVEM a diputada federal por Pátzcuaro, Samanta Flores Adame.
En resumen, antes de que arrancaran las campañas a gobernadores y diputados federales el Partido Verde ya acumulaba a nivel federal multas por el orden de los 185.6 millones de pesos, más que ningún otro instituto político en México en ese momento.
Algo que va más allá del razonamiento de la mayoría de los mortales debe estar pasando de fondo con el Partido Verde, para que de manera tan reiterada ande por el filo de la navaja en cuanto al cumplimiento de la ley.
¿Será que sus dirigentes están exageradamente preocupados ante la posibilidad de perder el registro o adeptos? ¿Será que en sus alianzas con el PRI ha sido obligado a cumplir con cuotas que debe alcanzar al costo que sea?
Por lo pronto en Michoacán hemos visto como el PVEM ha pasado de ser un partido serio y en la ruta de ser competitivo hace algunos años a una mera ventanilla de trámite del tricolor para estas fechas, donde la dirigencia estatal no responde a su militancia, sino a la dirigencia estatal del PRI.
Por todo lo anteriormente expuesto, yo me pregunto, si un partido político es capaz de hacer todo esto a plena luz del día y a la vista de todos, ¿entonces qué será capaz de hacer a escondidas y en aquellos momentos en que no lo vemos?
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