Los suspirantes… AMLO, el hipócrita
¿Quién fustigó a los medios de comunicación por darle por unos días más cobertura a la muerte del Papa Juan Pablo II que a él?; ¿quién incitó a sus seguidores a irrumpir violentamente en la Catedral de México por tañir las campañas para llamar a misa de 12?
–
Morelia, Michoacán, 15 de octubre de 2015.- Oportunismo, cinismo, desfachatez, desvergüenza e hipocresía, son sólo algunos de los calificativos que merece el dueño del Morena, Andrés Manuel López Obrador, luego de difundir él mismo a través de sus redes sociales que acudió a la Ciudad del Vaticano a ver al Papa Francisco.
El eterno aspirante a la Presidencia de México –a la cual ya ha sido candidato dos veces y se está apuntando para una tercera-, pretende acaparar los reflectores y sumar simpatías para su siguiente candidatura utilizando la imagen de una de las figuras más emblemáticas a nivel mundial.
Ya se ganó fuertes críticas de actores políticos por su incongruencia, porque como dijo el ex dirigente nacional del PRD y hoy presidente de la Cámara de Diputados, Jesús Zambrano Grijalva, el tabasqueño siempre criticó este tipo de actitudes en otros políticos, pero ahora que le conviene parece que en él sí están bien.
López Obrador también fue cuestionado sobre los recursos con los cuales viajó a Europa, ya que los únicos ingresos que se sabe que tiene son los que le otorga el INE a través del Morena y se presume que pudo haber utilizado dinero del erario público para su visita a El Vaticano.
Habrá que ver si el INE inicia una investigación, se faja los pantalones y sanciona al ex jefe de Gobierno del Distrito Federal por incurrir en un evidente acto anticipado de campaña, con el agravante de utilizar símbolos religiosos en el mismo. Ya antes lo ha hecho y no se ha ganado más que amonestaciones públicas, mientras que aquí en Michoacán una elección a diputado federal de Zamora se anuló por mucho menos que eso.
Ahora, que el tema de la próxima visita del Papa Francisco a México ha sido recurrente en los medios de comunicación, no habrá que tener más de dos dedos de frente para entender que López Obrador, de manera populista, pretende hacer creer que tiene respeto por los católicos, es más, que está del lado de su líder mundial, cuando es obvio que para él su único dios es precisamente Andrés Manuel López Obrador.
El dueño del Morena pretende que de tajo se nos olvide a todos que en abril de 2005 reclamó a los medios de comunicación y a los mexicanos que por unos días le pusieran más interés al tema de la muerte del Papa Juan Pablo II (hoy convertido en Santo), que a la favorable campaña política que para él representó por más de un año el tema del desafuero.
También quiere que nos olvidemos de que el 19 de noviembre de 2007 incitó a sus seguidores a irrumpir violentamente contra la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México y sus feligreses, porque lo incomodó que mientras ese domingo él encabezada un mitin en el Zócalo, las campanas llamaban a misa de 12, como lo han venido haciendo a lo largo de cientos de años.
López Obrador entregó al Sumo Pontífice una imagen de Fray Bartolomé de las Casas y una carta muy simple que evidencia a todas luces los reales alcances de su pensamiento –nadie esperaba de él una sesuda reflexión o un documento con valor literario-, pero en pocas palabras se asume como lo que México necesita para salir adelante.
Si el Papa Francisco viera cómo han disfrutado de las mieles del poder López Obrador, sus familiares y amigos; si viera que el autodenominado impulsor de la democracia creó su propio partido precisamente por temor a no ganar él una elección interna, y que ahí es él quien impone por dedazo a dirigentes, consejeros, estatutos y candidatos. Y si viera, que así como es dictador dentro del Morena, también es un dictador en potencia para todo un país.
¡Cuánta hipocresía!
COMENTARIOS Y SUGERENCIAS: www.atiempo.mx / atiempomx@gmail.com