Cumple 80 años en el olvido el antiguo Templo del Carmen de Tlalpujahua
Para este año se esperaban recursos federales por 700 mil pesos, así como municipales por 1 mdp para la restauración del sitio histórico; ha trascendido que en el Cabildo los representantes del PRD se opusieron al proyecto, pues lo consideraron una acción no apropiada
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Tlalpujahua de Rayón, Michoacán, 26 de marzo de 2017. Este año se cumplirán 80 años de la Tragedia de las Lamas en Tlalpujahua, Michoacán. Aquí se puede apreciar los restos del Templo del Carmen, ubicado en el antiguo Barrio del Carmen. Hoy un sitio dañado por el paso del tiempo, así como el desinterés de las autoridades de los diversos niveles de gobierno.
Según información de integrantes del Ayuntamiento de Tlalpujahua, se esperaba que en este año se destinarán alrededor de 700 mil pesos por parte del FOREMOBA (Fondo de Apoyo a Comunidades para la Restauración de Monumentos Históricos y Bienes Artísticos de Propiedad Federal), así como una cantidad de aproximadamente un millón de pesos que serían aportados por el H. Ayuntamiento.
En sesión de Cabildo llevada a cabo este año se rechazó el proyecto, con el argumento de los recortes presupuestales; sin embargo, se conoció que esto no fue posible, ya que existían señalamientos que por tratarse de una acción no apropiada por la mayoría del cuerpo edilicio, en su gran parte del Partido de la Revolución Democrática (PRD). Habrá que esperar la verdad de este detalle.
Hoy, lo que es si es evidente en este lugar, que aquella madrugada del 27 de mayo de 1937, fue testigo de este lamentable hecho, que cobró muchas vidas en los Barrios del Carmen y la Cuadrilla, se encuentra presa del vandalismo, así como de algunas personas que ya empiezan a lucrar con el estacionamiento y vendimia, muchas veces dicen los colonos, con visto bueno de las propias autoridades tlalpujahuenses.
Ojalá se recapacite y se pueda rescatar el proyecto para dignificar este espacio histórico, donde el tema de la seguridad y atención al turista debería reforzarse, para dejar de llamarla comúnmente «La iglesia enterrada».