Imparable la ola de robos en Morelia
Pese a los anuncios triunfalistas de las autoridades, desde cristalazos y robos a casa habitación, hasta robos de vehículos y asaltos a mano armada, siguen siendo la constante en la capital michoacana; hasta ahora, llamar a la policía ha resultado inútil
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Morelia, Michoacán, 16 de septiembre de 2016.- Sigue imparable la ola de robos y de inseguridad en la ciudad de Morelia.
La delincuencia organizada y común ha hecho caso omiso de los anuncios triunfalistas de las autoridades federales, estatales y municipales, sobre la supuesta baja en la incidencia delictiva en la capital michoacana.
Constantemente la Redacción de ATIEMPO.MX (www.atiempo.mx), su portal de noticias y denuncias por internet, recibe denuncias, sobre todo, de cristalazos y vehículos robados, así como asaltos a mano armada en negocios y en las calles de Morelia, sin dejar de lado los robos a casa habitación y los robos de vehículos.
Lo peor del caso es que ahora hasta llamar a las autoridades resulta hasta ocioso, pues mientras a pocas cuadras de distancia del Centro Histórico desvalijan autos, la Gendarmería Nacional está ocupada exhibiendo sus vehículos en la Plaza de Armas.
Mientras tanto, la Policía Michoacán y la Policía Michoacán Unidad Morelia, tardan hasta horas para llegar cuando se les llama para denunciar algún delito, según testimonios de gran cantidad de personas afectadas.
Pocos son los delincuentes que son capturados por las fuerzas del orden y la mayoría salen libres por las excesivas garantías que hoy en día les da el Nuevo Sistema de Justicia Penal para evadir la justicia.
A pesar de que esto sucede en todo Morelia, quienes vivimos aquí nos damos cuenta que hay colonias que son “focos rojo”, en donde se dan con más frecuencia los atracos.
Pese a ello, nadie hace nada. Ni aunque nos presumen las unidades nuevas de la Policía, ni aunque nos aseguren que las cámaras de vigilancia que han puesto en varias calles inhiben la delincuencia.
Todos los morelianos sabemos que esto se les está saliendo de las manos a los gobiernos y somos cada día más vulnerables.