Sumarían más 300 los vehículos secuestrados por comuneros
En entrevista radiofónica, uno de los afectados recalca la falta de atención de las autoridades en el bloqueo de la carretera Quiroga-Zacapu y la impunidad que campea en el lugar, pues es de esa forma como los comuneros de Santa Fe de la Laguna demandan la conclusión de obras que se les impusieron
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Morelia, Michoacán, 21 de noviembre de 2014.- Ante la clara omisión de las autoridades estatales, sumarían más de 300 los autobuses, camiones y camionetas repartidoras de distintos productos que mantienen secuestrados desde el pasado martes comuneros de Santa Fe de la Laguna en el tramo carretero Quiroga-Zacapu.
En entrevista telefónica, con el noticiero “Palabra”, que conduce el periodista Julio Hernández Granados, un chofer de una camioneta de una empresa de reparación de transformadores denunció el modus operandi de los comuneros indígenas, quienes apoyados por habitantes de Cherán, Zirahuén y Pichátaro a lo largo de la semana han afectado de miles de automovilistas, así como a decenas de empresas.
De acuerdo con el denunciante, al arribar al mencionado tramo carretero se han colocado rocas para bloquear el camino y cuando llegan camiones y camionetas repartidoras las retiran “muy amablemente”, sólo para después cerrarles el paso con las mismas piedras. En tanto, a los vehículos particulares simplemente se les niega el paso y se les hace regresar por donde llegaron.
En ese sentido, indicó que a él lo tuvieron retenido desde el martes en la tarde hasta el jueves en la mañana, de donde se tuvo que retirar incluso dejando su vehículo, y que en ese periodo de tiempo un grupo de camioneros se reunió para hablar con los manifestantes y estos respondieron que una comisión de estos se dirigió a la ciudad de Morelia para hablar con las autoridades, pero no fueron atendidos, por lo que no liberarán los vehículos ni el tramo carretero hasta recibir una respuesta en el sentido que ellos desean.
Al respecto, señaló que en ese periodo de tiempo hubo agresiones contra dos choferes, una contra uno que intentó escapar, a quien le apedrearon su unidad y después lo bajaron a golpes, y otro que amagó a los comuneros con una pistola para que lo dejaran ir, pero también fue sometido a golpes por los manifestantes.
En todo el tiempo que estuvo ahí, continuó, no observó presencia de autoridad alguna, ni estatal ni municipal, además de que el martes, cuando él fue retenido, ya había alrededor de 100 vehículos, sin embargo, para el jueves que se retiró, el bloqueo ya se había extendido y en el lugar se encontraban ya más de 300 automotores secuestrados.
