3 hábitos diarios que están acortando la vida útil de tus equipos tecnológicos
Computadoras, pantallas, routers y especialmente impresoras para oficina y multifuncionales, son esenciales para que los procesos se realicen de manera ágil y eficiente
Morelia, Michoacán, 23 de diciembre de 2025.- En cualquier empresa, sin importar su tamaño o giro, la tecnología es el corazón que mantiene la productividad en marcha. Computadoras, pantallas, routers y especialmente impresoras para oficina y multifuncionales, son esenciales para que los procesos se realicen de manera ágil y eficiente.
Contar con estos equipos en óptimas condiciones no sólo mejora la calidad del trabajo, sino que también evita interrupciones, retrabajo y gastos inesperados en reparaciones.
Sin embargo, muchas organizaciones invierten en equipos modernos pero descuidan los hábitos diarios que aceleran su desgaste.
Para 2026, donde la eficiencia operativa será tan importante como la innovación, es por ello que asegurar que la infraestructura tecnológica funcione en condiciones óptimas será clave para mantener la continuidad del negocio.
1. Descuidar la limpieza y el mantenimiento preventivo
Uno de los hábitos más dañinos es la falta de mantenimiento regular. La mayoría de los equipos electrónicos dependen de la ventilación, el flujo de aire y la limpieza interna para funcionar correctamente. En muchas oficinas, el polvo y residuos se acumulan dentro de teclados, bandejas de impresoras, ventiladores de las computadoras o incluso entre los accesorios que se usan a diario, lo que aumenta la temperatura interna y acelera el desgaste de los componentes.
Incluso un pequeño exceso de polvo puede reducir hasta dos años la vida útil de un equipo. Por ello, es recomendable implementar rutinas mensuales de limpieza y revisiones preventivas, que aseguren que todos los dispositivos funcionen en óptimas condiciones durante más tiempo.
2. Dejar los equipos encendidos todo el tiempo
Un hábito muy común en oficinas es mantener computadoras, monitores y otros dispositivos electrónicos encendidos de manera continua, incluso cuando no se están utilizando. Aunque puede parecer inofensivo, esta práctica genera un desgaste constante en componentes como procesadores, discos duros y ventiladores, aumentando la temperatura interna y el riesgo de fallas prematuras.
Además, dejar múltiples aplicaciones abiertas y procesos en segundo plano acelera la saturación de memoria y fuerza el funcionamiento de los equipos, reduciendo su rendimiento con el tiempo. Establecer políticas de apagado nocturno, suspender o hibernar los dispositivos cuando no se usan y cerrar programas innecesarios son medidas simples que pueden prolongar significativamente la vida útil de la infraestructura tecnológica en la oficina.
3. Comprar accesorios y refacciones de baja calidad
Muchas empresas, en busca de ahorro, adquieren cables, cargadores o consumibles genéricos que pueden dañar los equipos. Un cargador inadecuado afecta la batería de una computadora, un tóner de mala calidad puede dañar el fusor de una impresora y un cable defectuoso interrumpe la conexión de datos.
Aquí es donde el ecommerce corporativo se convierte en un aliado: sitios especializados como pedidos.com permiten revisar compatibilidades y asegurarse de adquirir productos originales o certificados, protegiendo la inversión a largo plazo.
Además, esta plataforma no solo ofrece tecnología y accesorios confiables, sino también artículos de papelería y otros insumos de oficina, lo que permite centralizar todas las compras en un solo lugar, optimizando tiempo y logística.
Cultura tecnológica responsable: la clave para prolongar la vida útil
La durabilidad de los equipos depende en gran medida de los hábitos de quienes los usan.
Adoptar rutinas de limpieza, capacitar al personal y establecer buenas prácticas de uso puede extender la vida útil de los dispositivos entre un 30% y 50%. Además, la compra responsable de insumos y accesorios de calidad reduce interrupciones de trabajo, evita gastos emergentes y mejora la experiencia tecnológica de todos los colaboradores.
Un 2026 con equipos más duraderos y eficientes
Cuidar la tecnología no es un gasto: es una inversión en productividad. Los equipos que se mantienen adecuadamente funcionan mejor, consumen menos energía, generan menos problemas y duran más tiempo. Corregir los hábitos diarios y adquirir los insumos correctos garantiza que la infraestructura tecnológica esté lista para sostener un entorno laboral ágil y estable.
Con prácticas responsables y compras inteligentes a través de plataformas digitales, las empresas pueden entrar a 2026 con dispositivos más duraderos, eficientes y preparados para los retos del futuro.




