Buen uso de la ciencia conduce a la paz: Arquidiócesis de Morelia
En el Día Mundial de la Ciencia para la Paz y el Desarrollo, el obispo auxiliar de Morelia, Juan Espinoza Jiménez, señaló que la Iglesia Católica apoya la ciencia, porque su buen uso y distribución conducen a la paz
Morelia, Michoacán, 10 de noviembre de 2019.- La Iglesia apoya a la ciencia, porque su buen uso y distribución conducen a la paz, subrayó el obispo auxiliar de Morelia, Juan Espinoza Jiménez.
Ciencia, Paz y Desarrollo son tres conceptos que no se deben separar, sino al contrario, tienen que nutrirse e ir muy de la mano, expresó.
Juan Espinoza recordó que las Naciones Unidas celebra cada año el 10 de noviembre el Día Mundial de la Ciencia para la Paz y el Desarrollo y en este 2019 se enfatiza sobre una “ciencia abierta”, no solo en el sentido de apertura para la comunidad investigadora, sino que se refiere a una ciencia abierta en cuanto a ciencia accesible a la sociedad, disponible para todos.
“La ciencia es la herramienta que el ser humano ha creado tanto para comprender el mundo que le rodea, como para aplicar esos conocimientos en su beneficio. Los avances científicos nos permiten hallar soluciones a los nuevos desafíos económicos, sociales y medioambientales con los que se puede construir un futuro sostenible”, expresó.
Espinoza Jiménez señaló que la ciencia tiene, además, un papel en la construcción de la paz al fomentar la cooperación internacional para alcanzar el desarrollo sostenible.
“El objetivo de este día es renovar el compromiso global en pro de la ciencia para la paz y el desarrollo, y hacer hincapié en la utilización responsable de la ciencia en beneficio de las sociedades y en particular, para la erradicación de la pobreza y en pro de la seguridad humana”, abundó.
Para el obispo auxiliar de Morelia, la ciencia es uno de los atributos más nobles del hombre.
“A través de la búsqueda, el hombre llega a la Verdad: uno de los nombres más hermosos que Dios se ha dado a Sí mismo. Porque la Iglesia está convencida de que no puede haber contradicción real entre la ciencia y la fe, ya que toda realidad procede en última instancia de Dios Creador”.
Posteriormente, Juan Espinoza comentó que el mundo científico se ha convertido en uno de los principales sectores de la actividad de la sociedad moderna, descubre también, a la luz de la reflexión y de la experiencia, la amplitud y al mismo tiempo la importancia de sus responsabilidades.
“La ciencia moderna y la técnica que se deriva de ella se han convertido en un verdadero poder y constituyen el objeto de políticas o de estrategias socio-económicas, que no son neutrales para el futuro del hombre”, abundó.
El prelado indicó que la Iglesia siente aprecio por el esfuerzo realizado por los científicos con el fin de hacer prevalecer los objetivos urgentes que requiere la prosecución del desarrollo del hombre y de la paz, esto es resultado cuando los recursos científicos se ponen al servicio de la persona.
“Nuestro mundo tiene necesidad de inteligencias capaces de alcanzar los conjuntos y de hacer progresar el saber hacia el conocimiento humanizado y hacia la sabiduría. La ciencia debe abrirse a la sabiduría, es decir, convertirse en crecimiento del hombre y de todo el hombre”, concluyó.