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Cómo hablar con tus hijos de dinero y ahorro

No se trata únicamente de explicarles cómo se usa el efectivo o una tarjeta, sino de guiarlos hacia una mentalidad de responsabilidad financiera

Morelia, Michoacán, 18 de agosto de 2025.- Enseñar a los hijos sobre el valor del dinero es una de las lecciones más importantes que un padre o madre puede transmitir. No se trata únicamente de explicarles cómo se usa el efectivo o una tarjeta, sino de guiarlos hacia una mentalidad de responsabilidad financiera que les acompañe toda la vida. 

En un mundo cada vez más digital donde las compras se realizan en línea, la educación financiera debe incluir tanto los conceptos tradicionales como el manejo de las herramientas modernas.

Hablar de dinero con los niños no tiene que ser un tema incómodo o reservado para cuando sean mayores. De hecho, mientras más pronto se comience, más fácil será que adquieran buenos hábitos financieros que les permitan tomar decisiones inteligentes en el futuro.

¿Por qué es importante hablar de dinero desde temprana edad?

El dinero forma parte de la vida diaria: desde comprar un dulce hasta pagar la renta o planear unas vacaciones. Cuando los niños entienden cómo funciona y cuál es su valor, desarrollan habilidades que les servirán para toda la vida, como la administración, la paciencia y la planificación.

Esperar hasta que sean adolescentes para abordar el tema puede generar confusión o malas prácticas. Por el contrario, si se introduce de forma gradual, adaptando el lenguaje y los ejemplos a su edad, el aprendizaje será más natural y efectivo.

Cómo iniciar la conversación sobre dinero con tus hijos

El primer paso es crear un ambiente abierto donde los niños puedan hacer preguntas sin miedo. Es fundamental que perciban que el dinero no es un tema tabú, sino algo que se puede conversar y aprender en familia. Aquí es donde los ejemplos del día a día resultan muy útiles.

Cuando se va al supermercado, por ejemplo, puedes explicarles cómo comparas precios, eliges productos en oferta y decides qué cosas no comprar para mantenerte dentro del presupuesto. 

También es útil mostrarles cómo funciona un pago digital, con plataformas como Mercado Pago u otras, explicando que el dinero no desaparece mágicamente, sino que proviene de una cuenta que se debe administrar con cuidado.

La regla 70/20/10 del ahorro

Una forma sencilla de enseñar a los niños a administrar sus ingresos —ya sea de su mesada o de algún trabajo eventual— es aplicar la regla 70/20/10. Esta se basa en dividir el dinero que reciben en tres partes:

  • 70% para gastos: Lo que pueden utilizar libremente para cosas que quieran o necesiten.

  • 20% para ahorro: Dinero que guardarán para metas futuras, como un juguete especial o un viaje.

  • 10% para donaciones o ayuda: Un porcentaje destinado a apoyar a otros o causas con las que se identifiquen.

Explicarles esta regla no solo les enseña a ahorrar, sino también a pensar en los demás y a entender que el dinero puede tener un impacto positivo más allá de lo personal.

Hombre y alcancía
Gastar menos de lo que se gana: Parece obvio, pero muchas personas adultas no lo aplican

Las cuatro reglas de oro de la educación financiera

Además de la regla 70/20/10, hay principios básicos que conviene inculcar:

  1. Gastar menos de lo que se gana: Parece obvio, pero muchas personas adultas no lo aplican. Si los niños lo entienden desde pequeños, evitarán endeudarse innecesariamente.

  2. Ahorrar de manera constante: No solo para emergencias, sino también para alcanzar objetivos.

  3. Invertir en lo que genere valor: Enseñar que el dinero puede crecer si se usa de forma inteligente.

  4. Evitar deudas innecesarias: Explicar que pedir prestado siempre implica un costo, ya sea de intereses o de compromiso financiero.

Estos principios, repetidos y ejemplificados a lo largo del tiempo, se convierten en hábitos que acompañarán a tus hijos en la vida adulta.

Ejemplos prácticos para enseñar el valor del dinero

El aprendizaje sobre el dinero no tiene que ser aburrido o teórico. Hay muchas maneras de hacerlo práctico y divertido:

  • Darles una mesada: No como un premio, sino como una herramienta para que aprendan a administrarse.

  • Involucrarlos en compras pequeñas: Que participen al pagar en la tienda o elegir un producto con un presupuesto limitado.

  • Ahorrar para algo específico: Motivarles a juntar dinero para un juguete o actividad que deseen.

  • Juegos de mesa financieros: Títulos como Monopoly o La Bolsa pueden ser una introducción lúdica a conceptos de inversión y administración.

Adaptar la enseñanza a la edad

No es lo mismo hablar de dinero con un niño de seis años que con un adolescente de quince. En edades tempranas, lo ideal es enfocarse en conceptos básicos como “guardar” y “gastar”. A medida que crecen, se pueden introducir temas más complejos como intereses, inversiones o créditos.

En la adolescencia, por ejemplo, es un buen momento para explicar cómo funcionan las cuentas bancarias, las transferencias y los métodos de pago digitales. También se puede hablar de presupuestos mensuales y de cómo planificar gastos a largo plazo.

Incluir el ahorro digital en la conversación

En un contexto donde muchas transacciones se hacen en línea, es importante que los niños entiendan cómo administrar el dinero en entornos digitales. Esto incluye explicarles la seguridad en pagos electrónicos, el manejo responsable de contraseñas y la importancia de no compartir datos personales.

Al mostrarles cómo se puede guardar dinero en plataformas en línea o realizar compras seguras, se les da una visión más amplia del mundo financiero actual. Así, cuando lleguen a la adultez, no verán la tecnología como una barrera, sino como una herramienta.

Evitar el consumismo

En un mundo lleno de publicidad, redes sociales y ofertas constantes, es fácil caer en la trampa de querer comprar más de lo necesario. Parte de la educación financiera es enseñar a diferenciar entre deseos y necesidades.

Puedes practicarlo en casa preguntando: “¿Esto es algo que necesitamos o que solo queremos?” antes de hacer una compra. Así, tus hijos aprenderán a reflexionar antes de gastar.

Madre e hija con celular
Hablar de dinero y ahorro con tus hijos no es solo una lección financiera, es una inversión en su futuro

Enseñar con el ejemplo

Los niños aprenden más de lo que ven que de lo que escuchan. Si observan que administras bien tu dinero, ahorras de forma constante y evitas gastos innecesarios, es más probable que adopten esos mismos hábitos.

Esto también implica ser transparente sobre ciertos aspectos financieros de la familia. No se trata de compartir todos los detalles, sino de explicar, por ejemplo, por qué a veces se decide no hacer un gasto para priorizar otro.

La paciencia como parte del aprendizaje

Uno de los valores más importantes que enseña el ahorro es la paciencia. Vivimos en una sociedad de gratificación inmediata, pero aprender a esperar por algo que realmente se quiere es una lección valiosa.

Puedes reforzar este concepto estableciendo metas de ahorro junto a tus hijos y celebrando cuando las alcanzan. Esto les mostrará que el esfuerzo y la disciplina tienen recompensa.

Motivar el espíritu emprendedor

Otra forma de enseñar el valor del dinero es animar a los niños a generar sus propios ingresos. Esto puede ser a través de pequeñas tareas pagadas en casa, ventas de manualidades o algún proyecto que ellos propongan.

La experiencia de ganar su propio dinero les ayuda a valorar más lo que tienen y a desarrollar habilidades como la negociación, la planificación y la administración.

Prepararlos para el futuro

La educación financiera infantil no se limita al presente. El objetivo es preparar a los niños para que en la adultez puedan manejar su dinero de manera inteligente, evitar deudas innecesarias y aprovechar oportunidades de inversión.

Esto implica, eventualmente, introducirlos en conceptos como intereses compuestos, ahorro para el retiro y diversificación de ingresos. Aunque al principio puedan parecer temas complejos, si se abordan de forma gradual, serán más fáciles de comprender.

Educación, la mejor inversión a futuro

Hablar de dinero y ahorro con tus hijos no es solo una lección financiera, es una inversión en su futuro. Al enseñarles a administrar sus recursos, a diferenciar entre deseos y necesidades, y a aprovechar herramientas modernas como los pagos digitales, les das las bases para una vida más estable y responsable.

La clave está en comenzar temprano, usar ejemplos prácticos, mantener la conversación abierta y, sobre todo, predicar con el ejemplo. Así, tus hijos no solo aprenderán a manejar el dinero, sino que también desarrollarán valores como la paciencia, la disciplina y la solidaridad.

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