Cuando la normalidad no es normal: La violencia en México
Lo acontecido en el rancho Izaguirre no sólo es triste, es indignante. Muchos usaron la comparación con el campo de exterminio nazi de Auschwitz.

Morelia, Michoacán, 21 de marzo de 2025.- Hace algunos días México volvió a ser noticia mundial debido a los grandes problemas de inseguridad. Lo acontecido en el rancho Izaguirre no sólo es triste, es indignante. Muchos usaron la comparación con el campo de exterminio nazi de Auschwitz y este simil no puede ser más adecuado dado que, no solamente la crueldad, matanza y el exterminio son características que comparten, también hay otra muy importante, “la banalidad del mal”.
Este término fue creado por la filósofa alemana de origen judío Hannah Arendt y lo utilizó para describir el caso de Adolf Eichmann, un oficial militar nazi que fue enjuiciado en Israel en 1961. Arendt argumenta que Eichmann era un hombre “banal” de ahí viene el origen del nombre, y que este hombre común no tenía sentimientos antisemitas, ni tampoco poseía características para ser considerado como un psicópata o alguien mentalmente débil, en conclusión, era un hombre normal.
Pero ¿cómo es que un hombre normal pudo cometer crímenes contra la humanidad y ser uno de los autores de tan repugnante genocidio? Arendt dice que es ahí donde la banalidad del mal surge, el hombre por más común que sea, obedece órdenes y se deja llevar por el sistema. Es por eso que un hombre como Eichmann y como muchos otros alemanes atentaron contra lo moral y contra lo humano, porque debemos recordar que no todos en Alemania eran nazis y aun así Hitler triunfó casi sin oposición, la maldad se normalizó, era parte del sistema.
Todo esto sirve para entender en lo que se ha convertido nuestro país, no importa hace cuánto tiempo aconteció esta noticia, no importa que no sea la primera vez, tenemos que dejar de ver normal tanta crueldad, no podemos como sociedad ver con una normalidad relajada lo que pasa a nuestro alrededor.
El narcotráfico es ese sistema malvado y sin escrúpulos, que recluta a todo tipo de personas, entre ellos puede que haya más de uno como Eichmann, alguien normal que se ha podrido por un sistema fallido, por un contexto violento, carente de dar soluciones, de generar empleos y calidad de vida.
No quiero decir con lo anterior que todo sea culpa del gobierno y que los narcotraficantes únicamente sean víctimas de la incapacidad del Estado, todo lo contrario, jamás sus actos serán justificados, por eso mismo no debemos de olvidar lo que la humanidad ya ha vivido, no debemos olvidar cada muerto, ni cada campo de exterminio, sea en 1942 o sea en la actualidad.