El mérito de ser madre y docente en Michoacán
El reconocimiento a estas extraordinarias mujeres que desempeñan con excelencia su doble función en Michoacán no solo constituye un acto de justicia, sino también una inversión en el futuro de la entidad

Morelia, Michoacán, 10 de mayo de 2025.- En el complejo entramado social de Michoacán de Ocampo existe un grupo de mujeres extraordinarias que desempeñan dos de las labores más trascendentales y desafiantes: ser madres y docentes simultáneamente. En una entidad federativa que enfrenta múltiples retos socioeconómicos, violencia, marginación y desigualdad educativa, ellas encarnan y representan pilares fundamentales tanto en sus hogares como en las aulas, elevando exponencialmente sus responsabilidades, pero también el impacto de sus acciones y ejemplos de vida.
- Son bastión de fortaleza en un contexto adverso
Las madres-docentes michoacanas demuestran una extraordinaria capacidad de adaptación ante las dificultades. En una entidad donde la inseguridad y la presencia del crimen organizado han generado contextos educativos complejos, ellas desarrollan habilidades excepcionales para proteger tanto a sus estudiantes como a sus propios hijos, enseñándoles a todos a transformar los obstáculos en oportunidades de aprendizaje.
- Son gestoras de tiempo extraordinarias
La capacidad de administrar eficientemente dos jornadas completas de trabajo —una remunerada en la escuela y otra no reconocida económicamente en el hogar— demuestra una extraordinaria gestión del tiempo. En Michoacán, donde las distancias entre comunidades pueden ser considerables y la infraestructura de transporte deficiente, ellas organizan sus días con precisión para cumplir con excelencia ambos roles.
- Son agentes de cambio social con doble impacto.
Al educar tanto en casa como en el aula, multiplican su impacto transformador. En comunidades michoacanas donde los índices de abandono escolar son elevados, particularmente en zonas rurales e indígenas, las madres-docentes transmiten el valor de la educación desde una doble perspectiva, contribuyendo a romper ciclos intergeneracionales de pobreza y marginación.
- Son constructoras de puentes entre escuela y comunidad
Su doble rol les permite comprender más profundamente las realidades familiares de sus estudiantes. En un estado con 59 mil kilómetros cuadrados y 113 municipios con realidades muy diversas, desde la Meseta Purépecha hasta la Sierra- Costa, esta comprensión les facilita adaptar sus metodologías pedagógicas a las necesidades específicas de cada contexto comunitario, fortaleciendo la relación escuela-familia.
- Son expertas en inteligencia emocional.
La constante transición entre ser madre y docente desarrolla una sensibilidad especial para manejar diversas situaciones emocionales. En zonas de Michoacán afectadas por la violencia, donde muchos estudiantes experimentan traumas y estrés, esta capacidad resulta invaluable para crear entornos seguros y emocionalmente estables tanto en el aula como en el hogar.
- Son defensoras de la educación en tiempos de crisis.
Durante los periodos de conflicto magisterial que Michoacán ha experimentado recurrentemente, las madres y maestras han demostrado un compromiso inquebrantable con la educación. Mientras defienden sus derechos laborales, mantienen activos los procesos de aprendizaje, a menudo implementando estrategias innovadoras para que ni sus hijos ni sus alumnos pierdan continuidad educativa, incluso en situaciones de impago y de paro de labores generalizado en la entidad federativa.
- Transmisoras de la cultura y valores michoacanos
Las madres-docentes juegan un papel fundamental en la preservación de la rica herencia cultural de Michoacán. En un estado con un valioso patrimonio histórico, tradiciones indígenas y manifestaciones artesanales, las maestras-madres de familia transmiten conocimientos ancestrales y valores culturales tanto a sus hijos como a sus estudiantes, contribuyendo a fortalecer la identidad michoacana frente a las presiones homogeneizadoras de la globalización, así como a programas y modelos educativos impuestos desde el gobierno centralista, para los cuales no fueron tomados en cuenta ni la cultura, ni los saberes locales, mucho menos a los habitantes de cada comunidad.
- Economistas del hogar y gestoras de recursos educativos
En un contexto de limitaciones presupuestarias tanto en las escuelas públicas como en muchos hogares michoacanos, las madres-maestras, plenas de empatía con las barreras para el aprendizaje y la participación escolar que afrontan ellas en casa y comprendiendo las dificultades que viven las madres de familia, desarrollan habilidades excepcionales para maximizar recursos. Frente a las carencias materiales que afectan al sistema educativo estatal, su ingenio para crear materiales didácticos con elementos accesibles beneficia tanto a sus alumnos como a sus propios hijos.
- Modelos de superación personal permanente
A pesar de las exigencias de sus dos roles, muchas madres-docentes continúan su formación profesional. En un estado donde el acceso a oportunidades de desarrollo profesional puede ser limitado, especialmente en zonas rurales, las maestras y madres, con sus propios recursos demuestran con el ejemplo el valor del aprendizaje continuo, inspirando tanto a sus hijos como a sus estudiantes, al seguirse formando, estudiando diplomados, maestrías, especialidades, doctorados, posdoctorados, cursos de actualización y leyendo constantemente, siempre demostrando el estado dinámico que guardan sus aprendizajes.
- Tejedoras de redes de apoyo comunitario
Las madres-docentes comprenden profundamente la importancia de la colaboración. En comunidades michoacanas donde los recursos institucionales pueden ser escasos, las maestras y madres a la vez frecuentemente lideran la creación de redes de apoyo entre familias y colegas, fortaleciendo el tejido social y generando sistemas de soporte mutuo que benefician a toda la comunidad educativa.
Por supuesto, estas líneas no hubieran podido ser escritas siquiera sin la invaluable ejemplaridad de la Mtra. Ma. Anita Martínez Ayala, mi madre, quien fue docente frente a grupo en diversas escuelas públicas de educación básica en la región de Morelia, durante 36 años y, a la fecha, tras su jubilación se sostiene activa en actividades culturales y educativas.
El reconocimiento a estas extraordinarias mujeres que desempeñan con excelencia su doble función en Michoacán no solo constituye un acto de justicia, sino también una inversión en el futuro de la entidad. Su labor cotidiana, frecuentemente invisibilizada, representa uno de los pilares más sólidos para la construcción de un Michoacán más equitativo, educado y resiliente frente a sus complejos desafíos sociales.
Desde Mexicanos Primero Michoacán reconocemos, ponderamos y honramos su existencia, a la vez que agradecemos los ingentes esfuerzos que realizan por construir una mejor sociedad. ¡Feliz Día de las Madres!
Sus comentarios son bienvenidos en [email protected] y en Twitter en @Erik_Aviles
*Doctor en ciencias del desarrollo regional y director fundador de Mexicanos Primero capítulo Michoacán, A.C
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