Filosofía del Pueblo: ¡Tierra y libertad!
104 años han pasado y la pobreza siguió reinando en la mayoría del territorio nacional, hubo cambio únicamente de nombres para identificar al oprimido y al opresor
Morelia, Michoacán, 14 de abril de 2023.- El 10 de abril se cumplió un año más de la muerte del caudillo del sur, aquél que luchó al lado de los indígenas para recuperar las tierras que desde la llegada de los españoles y con el gobierno de Porfirio Díaz habían perdido al ser despojados de ellas.
Emiliano Zapata Salazar nacido en Anenecuilco estado de Morelos formó el ejército del sur y se levantó en armas junto con Francisco I. Madero para terminar con la dictadura de Díaz.
Una vez que Madero ya se encontraba en la Presidencia no atendió a las demandas por las cuales Zapata y su gente le habían apoyado, así que redactó a finales de 1911 el Plan de Ayala donde desconocía a tal gobierno.
Bajo el estandarte de que “la tierra es de quien la trabaja” seguiría su movimiento a pesar del asesinato de Madero, la usurpación del dipsómano Huerta.
Más tarde parte de sus ideales fueron plasmados en la Constitución de 1917 y ni con eso cambió la situación de los campesinos.
Por órdenes de Venustiano Carranza lo eliminaron en una emboscada allá en la hacienda de Chinameca a manos de un tal Fajardo creyendo que con eso morirían también las ideas de libertad, justicia e igualdad.
La semilla ya había sido plantada, personajes como el originario de Tingüindín, Michoacán, el general Francisco J. Múgica, estarían al pie del cañón para hacer ese reparto agrario a nivel nacional; en Yucatán estaría Felipe Carrillo Puerto; en Veracruz Isidro Fabela; Primo Tapia de la Cruz nuevamente en Michoacán y aún con todo eso únicamente al llegar el general Lázaro Cárdenas del Río se pudo concretar parte de su plan.
Tuvieron que pasar casi 30 años para que la tierra estuviera en manos de los campesinos y legítimos dueños, con todo y el descontento del clero o las clases pudientes.
La prensa no fue la excepción, muy seguido ridiculizaban a los campesinos refiriéndose a ellos como salvajes.
104 años han pasado y la pobreza siguió reinando en la mayoría del territorio nacional, hubo cambio únicamente de nombres para identificar al oprimido y al opresor, ya no son hacendados ahora son empresarios; ya no hay capataz es gerente; la tienda de raya se le conoce como “crédito”; las fábricas e industrias son las nuevas haciendas y los pobres siguen siendo “pobres porque quieren“ o clase baja.
Porfirio Díaz regresó bajo el nombre de “neoliberalismo”, los periódicos siguen controlados por el poder económico ahora en su nueva modalidad electrónica.
Sabemos que se trata de tejer una nueva transformación, el siglo cambió aunque las necesidades siguen siendo las mismas, ahora se lucha con diferentes armas pero con la misma valentía con la que esos pobres campesinos junto con aquellas adelitas pelearon para que su descendencia viviera mejor.
