Freud y Marx, dos teorías, la misma entelequia
Tanto el psicoanálisis como el marxismo han ejercido una gran influencia en el pensamiento moderno, pero ambos han sido severamente cuestionados por su falta de rigor científico
![Alejandro Vázquez Cárdenas, doctor, articulista](https://i0.wp.com/www.atiempo.mx/wp-content/uploads/2019/04/190428-alejandro-vazquez-cardenas-800x533-atiempo.mx_.jpg?resize=780%2C405&ssl=1)
Morelia, Michoacán, 11 de febrero de 2025.- Entelequia, según los diccionarios tiene dos acepciones, primero como un término filosófico que significa un ser que realiza en sí mismo el estado de perfección que le corresponde por naturaleza, y la más usada en el habla cotidiana, que define a una cosa irreal; que no puede existir. El Diccionario de la Real Academia Española (DRAE), más escueto, simplemente afirma en su 2ª acepción: «cosa irreal».
Con esta aclaración ya no parecerá raro hablar de dos cosas que en apariencia no tienen mayor relación entre sí: Psicoanálisis y Marxismo, doctrinas que, bien vistas, tienen los mismos principios operacionales, son omniexplicativas e irrefutables. Sólo que una teoría que explica absolutamente todo y que no presenta la posibilidad de ser refutada, no es una teoría científica, sino un dogma religioso.
El psicoanálisis, ni falta hace decirlo, enfrenta desde hace decenios críticas más que severas que lo ubican en la actualidad como una pseudociencia. Entre estas críticas destacan: Falta de validación empírica; sus afirmaciones no se basan, ni de lejos, en experimentación controlada ni mucho menos en datos verificables. Exceso de interpretación subjetiva; la interpretación de los sueños, traumas y deseos inconscientes depende por completo del analista, lo que introduce un sesgo significativo, inaceptable en la medicina basada en evidencia. Tiempos de tratamiento extensos y eficacia dudosa; la terapia psicoanalítica suele extenderse por años sin pruebas contundentes de su efectividad comparada con otras terapias modernas.
El psicoanálisis supuestamente puede explicar todo; nada escapa a su capacidad explicativa, ni siquiera la negativa a aceptar esa capacidad. Negarse al psicoanálisis y a sus explicaciones también será explicado como síntoma de resistencia, esto es, como señal de grave neurosis. De modo que si se acepta la verdad del psicoanálisis, todo se ve a la luz de sus explicaciones y si no se acepta, por el mismo hecho de no aceptarlo, también se está confirmando la inamovible verdad del psicoanálisis.
Profundizando un poco encontramos que lo mismo sucede con el marxismo; explica igualmente el éxito o el fracaso de una huelga; el aumento de la delincuencia o su momentánea disminución; el plan Marshall de recuperación europea o la crisis financiera de 1929; el stalinismo y sus crímenes o su denuncia por Khrushchev. Nada escapa a su poder explicativo.
Otra importante similitud; no son doctrinas que puedan ser sometidas a prueba, que puedan ser verificadas o refutadas mediante alguna contrastación con los hechos. No existen ni refutaciones ni fracasos , son teorías impenetrables. De ahí su poder de persistencia; mientras los hombres crean en ellas, serán teorías vigentes.
Conclusión: Tanto el psicoanálisis como el marxismo han ejercido una gran influencia en el pensamiento moderno, pero ambos han sido severamente cuestionados por su falta de rigor científico. Mientras que el psicoanálisis ha sido relegado en la psiquiatría moderna, el marxismo sigue generando debates académicos y políticos. A pesar de su atractivo inicial como modelos explicativos de la realidad, sus fallas inherentes han limitado su aplicabilidad en el mundo actual.
Ambas son doctrinas que proporcionan una clave, la clave de los sueños o la clave de la historia. Esa clave puede ser la libido o la lucha de clases, la sexualidad reprimida o las leyes de la dialéctica. Da lo mismo. Lo importante es no aceptar el mundo como un conjunto de hechos, sino como un tejido de signos que deben ser descifrados.
Otra característica común de ambas doctrinas es su fragmentación inmediata y permanente en sectas enfrentadas, así como los sucesivos y fallidos intentos por recuperar la prístina pureza de la doctrina primigenia. A consecuencia de lo anterior, se generan simplemente nuevas corrientes, totalmente convencidas cada una, de que ellas, y sólo ellas, son las únicas poseedoras de la verdad.
Ya el psicoanálisis se ha estado reduciendo paulatina e inexorablemente, desbancado por los avances de la neurofisiología, por los nuevos enfoques basados en la metodología científica y la medicina basada en evidencia. En poco tiempo quedará en el lugar de donde nunca debió salir, en los terrenos de la pseudociencia y la fantasía. No desaparecerá, pues la naturaleza humana requiere de mitos y dogmas. En cuanto al marxismo, sus fieles defensores se resistirán a desaparecer, continuarán negando su absoluto fracaso y la enorme cuota de muertos, dolor y miseria que esta doctrina ha causado. Seguirán confirmando que cuando se fracasa, siempre buscamos a quién endosarle la factura.
Alejandro Vázquez Cárdenas