Hasta pronto, querido Morelia (Por: Guillermo López Contreras)
El Morelia es de nosotros. Por ello, estoy seguro que pronto tendremos de nuevo un equipo profesional que porte con orgullo todo lo que esto significa.
Morelia, Michoacán, 08 de junio de 2020.- Mis mayores me contaban que si regresaba malhumorado, con la mandíbula apretada, con la boina hacia abajo y sin hacer contacto visual con nadie, el Morelia había perdido. Si regresaba de buen humor, con la vista y la cabeza despejada, había sido un buen resultado para el equipo.
Así era como llegaba mi bisabuelo los domingos en la tarde, quien (según me contaron, pero que no me constata) fue de los fundadores de aquel Morelia que inauguró la Segunda División en México.
Ninguno de mis abuelos heredó aquella pasión. Fue mi padre quien tuvo que sufrir el primer descenso del Morelia y ver al Morelia en Segunda durante lustros, mientras el Cruz Azul se hacía mayor en la Primera División. Nunca lo ha dicho, pero estoy seguro que los primeros años de los ochentas fueron de los que más disfruto: se casó, tuvo a sus hijos y el Morelia ascendió.
A mí me tocaron los años donde hubo más sufrimientos que festejos. Siempre fui muy optimista. Siempre hice los cálculos de las posibilidades que tenía el Morelia para clasificar a la Liguilla, aunque hubiera acumulado varias derrotas consecutivas. Solo una temporada tuve que mirar hacia el descenso, y aún así tuve una alegría, pues en ese año mandamos a los hoy poderosísimos Tigres a Segunda.
Qué decepción me lleve cuando los nuevos dueños del Morelia quisieron desarraigarlo totalmente. Le quitaron el escudo, el uniforme, el himno, sus motes y prácticamente desapareció la palabra Morelia de su propaganda y de sus comunicados oficiales. Me quedé como viudo en el futbol. Empecé mi particular travesía por un desierto futbolístico. Durante varios años pensé que la directiva quería desarraigar al equipo para cambiarlo más fácilmente de sede, como las franquicias estadounidenses. No puedo decir que tuve razón, pues el cambio ha tardado dos décadas.
Sin embargo, seguramente muchos de los aficionados actuales del Morelia tienen impresa en su memoria aquel equipo de Comizzo, Darío y Heriberto que ganó la Liga o a la generación de Villar y Carlos Morales levantando la Copa o más recientemente aquel gol agónico de Ruidíaz que salvó al Morelia del descenso. Confieso que estuve al borde de las lágrimas antes de ese gol. El corazón futbolístico siempre sabe a dónde pertenece.
Es muy difícil mantener un equipo en la Primera División de México. Los directivos de la Femexfut quieren hacer de la Liga Mx un negocio equiparable a las ligas estadounidenses. Se olvidan, no obstante, que lo quieren hacer dentro de un país que tiene al 50% de su población en la pobreza. Solo sobreviven los equipos que son apoyados por empresas multinacionales o que son dirigidos con una disciplina férrea como lo hace Jesús Martínez. La Liga Mx, se está alejando de la realidad mexicana. Por eso se llevan al Morelia, cálculos económicos y políticos impulsaron esta horrible decisión.
Pero, en realidad no se lo llevan. Tv Azteca se lleva sus derechos federativos para jugar en la Primera División. Pero el Atlético Morelia y todas sus tradiciones permanecen en la ciudad. Los Ates, los Canarios, el Juan Colorado, el escudo con los Tres Reyes, la franja roja sobre un playera amarilla no se pueden trasladar, ni vender, ni prestar. Nadie se las puede llevar.
El Morelia es de nosotros. Por ello, estoy seguro que pronto tendremos de nuevo un equipo profesional que porte con orgullo todo lo que esto significa. Y tal vez, además, los morelianos y los michoacanos aprendamos a unir por una vez nuestros esfuerzos en un objetivo común y con beneficio local.