Intelectuales, ¿qué son? (Por: Alejandro Vázquez Cárdenas)
Parece ser que el común de los mortales llama “intelectuales” a aquellos individuos medianamente cultos, aparentemente expertos en arte, letras y en las llamadas “ciencias blandas”
Morelia, Michoacán, 05 de mayo de 2021.- El pasado 26 de abril , durante su conferencia matutina, el presidente López Obrador tuvo la ocurrencia de hacer un recuento de los “intelectuales” que considera simpatizan con su movimiento y lo han apoyado con su proyecto de transformación. Entrecomillo lo de intelectuales pues es imposible saber qué es lo que entiende López por “intelectual”.
El tema surgió al hablar sobre fraudes electorales y la democracia en México pero sobre todo recordando el “Manifiesto en defensa de la autonomía del INE”, publicado en marzo del 2021 cuando más de dos mil integrantes de la comunidad académica, literaria y artística, junto con periodistas, empresarios y políticos, suscribieron una carta abierta para exigir respeto a las decisiones del Instituto Nacional Electoral (INE) y respaldar a sus consejeros ante el agresivo discurso y las difamaciones vertidas por el titular del Ejecutivo.
En su momento el camarada Presidente se dijo sorprendido con esos personajes, que él identifica como “Intelectuales”, y fiel a su costumbre no argumentó, simplemente los descalificó afirmando que ellos solo defendían a un régimen corrupto.
Por cierto, ¿cuales son esos “intelectuales” que según López Obrador lo apoyan y no han caído en las pegajosas y malvadas redes de la corrupción manejadas por la Mafia del poder? Según sus (equivocadas) cuentas son tan solo diez, entre vivos y muertos: Elena Poniatowska, Lorenzo Meyer, Enrique Galván, Fabrizio Mejía, Pedro Miguel, Damián Alcázar, los hermanos Bichir, Epigmenio Ibarra, los caricaturistas de La Jornada Hernández, Helguera y El Fisgón, así como los ya fallecidos Carlos Monsivaís, José María Pérez Gay, Fernando del Paso, Sergio Pitol, Arnaldo Córdova, Luis Javier Garrido y Hugo Gutiérrez Vega. Cómo podemos ver en este heterogéneo grupo encontramos desde representantes de la ingenuidad y el candor más enternecedor hasta la mayor perversidad humana.
Dada la facilidad con que algunos actores políticos usan la palabra “Intelectual” vale la pena aclarar que es o que se puede considerar como un “Intelectual”. Iniciemos con la definición, el Diccionario de la Real Academia Española, nos informa que intelectual es un adjetivo con tres acepciones: «perteneciente o relativo al entendimiento», «espiritual, incorporal» y «dedicado preferentemente al cultivo de las ciencias y las letras. Otra definición encontrada “Aquel que elabora pensamientos de relevante impacto social, valiéndose para ello del conocimiento sobre ciencias y letras”. Otra, “Que se dedica fundamentalmente a actividades o trabajos en los que predomina el uso de la inteligencia”.
En nuestra sociedad el término intelectual está dotado de un valor de prestigio. El problema que se deriva de ello es que, en muchas ocasiones, la aplicación del término depende del grado de afinidad ideológica, política, etc. que tenga quien lo aplica con respecto de la persona que se esté considerando. No existen criterios absolutamente objetivos para identificar como intelectual a nadie. Se trata de una palabra cuyo significado está matizado por percepciones sociales, lo que la convierte en inestable e imprecisa.
Podemos concluir que no existe un criterio uniforme para definir con exactitud quien es y quien no es un «Intelectual». Lo que para un grupo respetable de ciudadanos «X» personaje es un arquetipo de intelectual, para otro grupo de ciudadanos, igual de respetable, es simplemente un hábil charlatán. La escritora que para muchos es una maravilla literaria, para otros es una mediocre pergeñadora de historietas con buenas relaciones sociales.
Roger Bartra publicó hace tiempo en Letras libres una reflexión sobre la curiosa suerte de los intelectuales mexicanos, “la caída del régimen autoritario ha provocado una expansión de los espacios intelectuales; una variada corte ocupa esos territorios: escapados de la academia, periodistas con ínfulas, prófugos de la literatura, ideólogos desahuciados, tecnócratas desempleados, políticos insensatos, burócratas exquisitos” .
¿Y el ciudadano de a pie qué opina del tema? Parece ser que el común de los mortales llama “intelectuales” a aquellos individuos medianamente cultos, aparentemente expertos en arte, letras y en las llamadas “ciencias blandas”; personas que suelen participar en pláticas en televisión o radio y que frecuentemente tienen una columna en algún periódico o revista semanal. Si usan lentes , visten mal y están peor peinados mejor.
Por cierto, para mí que el C. Presidente tiene un concepto aún más imitado; intelectual es todo aquel que sepa leer y escribir y que lo defienda incondicionalmente.
Alejandro Vázquez Cárdenas