La burocracia y los contribuyentes (Por: Jorge Álvarez Banderas)
La actividad en materia de recaudación impositiva y control de los contribuyentes, contrario a ser una actividad esencial, en la práctica somos testigos de que la misma se ha detenido
Morelia, Michoacán, 15 de agosto de 2021.– Una de las actividades esenciales o de vital importancia para el funcionamiento óptimo del país durante la pandemia del SARS-CoV2 es la de la recaudación tributaria, según el Acuerdo del 31 de marzo de 2020, dictado por la Secretaría de Salud, publicado en esa misma fecha en el Diario Oficial de la Federación, con un inicio de vigencia de ese día, nunca nos hubiéramos imaginado que en materia de citas para atención personalizada al contribuyente, las mismas se escasearían a grado tal, que hubo un momento en que se llegaron a comercializar por terceros.
La recaudación tributaria no se consideró como parte de las acciones no esenciales, con la finalidad de mitigar la dispersión y transmisión del virus en la comunidad, para disminuir la carga de la enfermedad, sus complicaciones y la muerte por COVID-19 en la población residente en territorio nacional; contrario a ello, se precisó en dicho Acuerdo, que se trataba de una actividad necesaria para atender la emergencia sanitaria, considerada como un sector fundamental de la economía.
La semana pasada, poco más de 16 meses después de la publicación de dicho Acuerdo, diversos organismos empresariales y profesionales, como el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), la Barra Mexicana de Abogados (BMA), la Asociación Nacional de Abogados de Empresa (ANADE), el Ilustre y Nacional Colegio de Abogados de México (INCAM), el Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP) y la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX) exhortaron al Servicio de Administración Tributaria (SAT) a resolver con celeridad la escasez de citas para contribuyentes entre otros.
La actividad en materia de recaudación impositiva y control de los contribuyentes, contrario a ser una actividad esencial, en la práctica somos testigos de que la misma se ha detenido, la mecánica de atención vía citas electrónicas en cuanto su obtención, se presenta como un calvario, las organizaciones en cita, reconocieron que la actual pandemia y la nueva ola de contagios representan una problemática importante para la atención personal a los contribuyentes; sin embargo, no existe una reducción en el catálogo de trámites que requieren la obtención de cita.
Se propone migrar de trámites presenciales previa obtención de la cita, a la atención vía medios digitales, tales como la atención mediante un espacio digital en la página del SAT donde el contribuyente registre su solicitud, a efecto de que la autoridad tenga conocimiento de la misma, lleve control y asignación ordenada de estas; con esto se evitaría la especulación, se generaría certidumbre y transparencia entre los contribuyentes, además de generar la figura de citas virtuales, es decir en lugar de asistir a las instalaciones físicamente, que se realicen a través de una videollamada y que el funcionario atienda al contribuyente a distancia.
Considerar la apertura de sedes alternas con unidades móviles para la creación de la e-firma y llevar a cabo altas de personas morales, entre otros servicios, así como flexibilizar la lista de trámites en donde es necesario ir al SAT, para que la menor cantidad de estos requieran la presencia de la persona y pueda utilizarse el buzón tributario como apoyo o desahogo de citas físicas, por ejemplo, la renovación de e-firma, son parte de las propuesta formuladas a la autoridad hacendaria; ante lo anterior, la pública manifestación generalizada de la evidente falta de citas, para el titular del poder ejecutivo federal como para muchas de las cosas que día a día maneja, se traduce en que no es así, que él tiene “otros datos”.