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La educación estatal y el presupuesto 2025

Ante la consumación de la aprobación de ayer, ya solo queda desarrollar buenos deseos, de que se administre excepcionalmente el recurso, que se logre rectificar y redireccionar el gasto educativo

Morelia, Michoacán, 16 de diciembre de 2024.- Ayer se aprobó el Presupuesto de Egresos 2025 para el estado de Michoacán, prácticamente sin controversia, salvo algunas intervenciones de diputados locales quienes enfatizaron algunas necesidades sentidas de la población, tanto las ya contempladas en el diseño presupuestal como algunas puntualizaciones respecto a temas que quedaron al margen de ser arropados financieramente. 

Desde el 21 de noviembre hasta el 15 de diciembre, el esfuerzo colectivo de la LXXVI legislatura logró integrar algunas observaciones mínimas que alcanzaron apenas el 0.2 por ciento del total; es decir, dejaron el 99.8 por ciento del presupuesto tal y como se envió por parte del ejecutivo estatal.

Ello comprendió tomar 200 millones de la unidad programática presupuestal correspondiente a las erogaciones y previsiones para redireccionarlos hacia el Congreso del Estado, la ASM, la CEDH, la Cruz Roja, un Instituto de Oncología y etiquetar el incremento presupuestal 2025 exclusivamente para alcanzar la homologación salarial de los trabajadores del Telebachillerato estatal.

En contraste con el aparente incremento presupuestal, desde ahora podemos afirmar que, el 2025 será un año financieramente complejo en materia educativa en Michoacán de Ocampo. 

Partiendo de la alta inflación estimada para el 2024, del 4.8 por ciento y del presupuesto que se situará por debajo de ésta en la mayoría de las instituciones educativas, habrá un estancamiento o una reducción real, dificultando las condiciones de inversión en infraestructura, en equipamiento y en condiciones para aumentar la cobertura, la permanencia, la dignificación de los planteles para que sean propicios al logro de aprendizajes, entre otras cuestiones. 

En el otro extremo están instituciones que logran incrementos, pero que aún deberán transparentar para qué se destinará el recurso. Llamó la atención que, en el Paquete Económico 2025 entregado al Legislativo Estatal no se incluyó el importante y revelador rubro del analítico de plazas, el cual desglosa el número de personas contratadas para desempeñar determinadas funciones. Así, se puede saber cuántos cocineros están contratados en el Zoológico, pero es imposible conocer cuántos prefectos hay en cada primaria estatal. 

En el incremento presupuestal queda de manifiesto que para 2025 habrá tenis y repartición de ejemplares de libros impresos masivamente, pero no sabemos una sola palabra respecto al nivel de aprendizajes que se lograrán en las escuelas.

Sí, habrá teleféricos para trasladar estudiantes, como un sucedáneo del transporte escolar tradicional, pero esos cuatro mil millones de pesos podrían haber servido para incrementar un seiscientos por ciento el monto destinado en 2024 para la construcción de baños, electrificación, aulas y dotación de instalaciones de agua potable en Michoacán. Hoy, más de un cuarto de millón de estudiantes no cuentan con servicios básicos completos, conectividad ni infraestructura adaptada en sus planteles escolares en Michoacán. Al ritmo que vamos, tomará hasta el 2057 lograrlo.

Así también, por no tener garantizado el convenio que permite al Programa Presupuestario U-080 transferir recursos multimillonarios a Michoacán para que subsista su nómina educativa, la cual sigue siendo estructuralmente deficitaria.

En suma, estemos atentos, es un año para administrarse racionalmente y para conocer detalladamente cada movimiento que realiza la autoridad con el erario educativo.

Ante la consumación de la aprobación de ayer, ya solo queda desarrollar buenos deseos, de que se administre excepcionalmente el recurso, que se logre rectificar y redireccionar el gasto educativo hacia inversión en infraestructura, equipamiento y mejora de condiciones educativas, que se audite y sanee plenamente la nómina educativa estatal. 

Pero como ciudadanos, debemos exigir que el recurso dispersado sea lo mejor aprovechado posible, ya que corre el riesgo de ser utilizado indebidamente, lo cual incluye estar al pendiente de cómo se administra en nuestros hogares el monto recibido por las becas y apoyos sociales educativos, que está en manos de nuestros hijos. Que así sea. 

Sus comentarios son bienvenidos en eaviles@mexicanosprimero.org  y en X en @Erik_Aviles

*Director general de Mexicanos Primero Capítulo Michoacán, A.C.

Inequidad en la infraestructura educativa

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