Las elecciones judiciales mexicanas: Un experimento aislado
Ponen de ejemplo a los Estados Unidos, diciendo que ahí ya se hacen elecciones judiciales y que en México estamos incluso perfeccionando dichos procesos. Empero, no hay nada más alejado de lo real.

Coimbra, Portugal, 30 de mayo de 2025.- El día ha llegado, por fin este domingo 1 de junio serán las elecciones judiciales y con esto, se pondrá a prueba el experimento que el partido oficialista ha creado. Sin embargo, en estos días he leído ciertos argumentos afirmando que este experimento tiene bases sólidas para su desarrollo.
Ponen de ejemplo a los Estados Unidos, diciendo que ahí ya se hacen elecciones judiciales y que en México estamos incluso perfeccionando dichos procesos. Empero, no hay nada más alejado de lo real. Las elecciones judiciales en los Estados Unidos para nada se parecen a las mexicanas, ni combinan ni riman.
En primer lugar, en Estados Unidos se eligen jueces estatales y no federales, y de hecho, solamente 39 estados lo hacen, no así todo el país.
Adicionalmente, del lado mexicano las listas de los candidatos es confusa e interminable; no es ningún secreto que la mayoría de las veces las personas no conocen ni a su diputado local o gobernador, menos incluso a su diputado federal, de modo que, algunos electores podrían terminar por perderse en las boletas, olvidar a los candidatos o elegir candidatos al azar inclusive.
Otro punto clave son las propias campañas, como bien sabemos, no está permitido el financiamiento público ni privado, esto quiere decir que los candidatos deben pagar sus propias campañas, supuestamente para evitar ser financiados por partidos políticos, empresas o figuras que afecten su neutralidad al deber dicho patrocinio, sin embargo, a su vez esto crea una campaña oscura donde los aspirantes terminan por buscar dicho presupuesto a escondidas, incluso con dinero mal habido, creando así, irónicamente más favores a cobrar.
En los Estados Unidos, está permitido el financiamiento, no importa si son en los estados donde los candidatos están afiliados a un partido o en los estados donde no se permite estar afiliado a alguno. Tener un capital estable, permite crear campañas, material y spots de mejor calidad y con una estructura sólida para dar a conocer las propuestas que tiene cada postulante.
La última de las disparidades más grandes y que debemos recordar es el sistema judicial estadounidense per se, en él, si se está en un juicio penal, el veredicto lo da un jurado, en consecuencia, el juez no es el factor decisivo en la decisión de culpabilidad, cosa que no existe en el sistema mexicano, aquí el juez es el verdugo de la sentencia. Muy probablemente, habrá jueces que tomarán su decisión inclinándose hacia un lado si llegaron ahí de manera poco ética.
Debemos concluir que las elecciones judiciales mexicanas no son las elecciones estadounidenses, este es un experimento mal planeado. Era necesaria una reforma, pero una con pilares fuertes. No es posible decir que estas elecciones darán más democracia, de hecho, podría tener el efecto contrario, un escupitajo al cielo.
Ni su trabajo saben hacer o de la incapacidad del Estado Mexicano