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Las razones de la CNTE

Entre la realidad, el gremialismo, la política pública magisterial y los derechos educativos

Morelia, Michoacán, 28 de mayo de 2025.- Desde Mexicanos Primero Michoacán, organización comprometida con el derecho de todos los niños, niñas y jóvenes mexicanos a vivir sus garantías educativas a estar, aprender y participar en las escuelas consideramos fundamental abordar con rigor analítico y sin sesgos ideológicos los fenómenos que impactan el sistema educativo nacional. 

El gremialismo magisterial, particularmente el representado por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), constituye una fuerza política y social que ha marcado profundamente la agenda educativa del país durante las últimas décadas.

El debate público educativo debe trascender las polarizaciones simplistas y los lugares comunes. La CNTE no puede ser comprendida únicamente como un obstáculo para la mejora educativa, ni tampoco como un movimiento exclusivamente progresista. La realidad es más compleja y matizada.

Como organización que defiende el derecho a la educación tenemos la responsabilidad de analizar objetivamente todos los actores del sistema educativo, reconociendo tanto sus contribuciones legítimas como sus limitaciones. Solo desde esta perspectiva equilibrada podemos construir propuestas viables que pongan en el centro el aprendizaje de los estudiantes sin ignorar las condiciones laborales y profesionales de quienes ejercen su vocación docente.

Este análisis busca contribuir a un diálogo más informado y constructivo sobre el papel del sindicalismo magisterial en la transformación educativa que México necesita. No se trata de descalificar o enaltecer, sino de comprender para actuar con mayor efectividad en favor de la educación pública.

Partamos de la realidad: la CNTE protestó en 2007 cuando se modificó el régimen de jubilaciones y pensiones. Para ellos, el mejor momento para que se les hubiera hecho caso y resuelto la problemática generada fue hace 18 años, el segundo momento es hoy.

El magisterio está enardecido porque hace unos meses le intentaron colocar una reforma a la Ley del ISSSTE que trastocaba sus derechos laborales, así como precarizaba aún más su sistema de jubilaciones y pensiones, condenándolos prácticamente a vivir en la miseria los últimos días de su vida. Ni Salinas de Gortari se atrevió a tanto al respecto.

El recule de la Presidenta Claudia, quien tuvo que reconocer su error y bajar del fast track su desastroso proyecto de ley habla por sí mismo. En seis años y medio de régimen con aplanadora completa jamás se había visto que se sometieran a la voluntad popular y rectificaran.

Ahora, para la CNTE es el mejor momento para actuar porque el país está en crisis, en recesión y se siente ya la falta de dinero, a pesar de las becas y apoyos sociales. El gobierno acusa que no hay dinero que alcance para resolver de una vez y para siempre la situación, retornando a un esquema de pensiones solidario, ni tampoco para otorgar el 100 por ciento de incremento salarial. 

También, para la CNTE, es el mejor momento para actuar así porque el régimen se valió del magisterio para generar oposición, para arrebatarle el poder al peñanietismo, para ganar la presidencia, para obtener mayoría calificada y para refrendarlo un segundo sexenio. Consideran que se las deben.

También, a su decir, es el mejor momento para protestar porque llevan seis años y siete meses diciendo que van a revalorizar al magisterio y eso no ha pasado. El promedio salarial de los maestros ronda los dos salarios mínimos y muchos aún están en apenas un salario mínimo. 

Es el mejor momento porque nuestro país está bañado en sangre, en delincuencia, en violencia y los maestros son los primeros respondientes ante la crisis que se vive en cada rincón de la nación, especialmente en regiones sin ley como muchas en Michoacán de Ocampo. Los maestros están en contacto pleno con la violencia, la pobreza, la migración forzada, las desapariciones, las extorsiones, las narco-minas y muchos otros flagelos que ya hubieran hecho disuadir de su vocación a muchos otros profesionistas. 

La situación se ha escalado derivado de la falta de diálogo, de construcción de escenarios de solución y de la desatención. El magisterio entregó su pliego petitorio hace ya muchos días y no los atendieron debidamente. El sello de acuse de recibido tiene fecha de hace varias semanas. Es necesario que la Secretaría de Gobierno, la SEP y la Oficina de la Presidencia esclarezcan sus actuaciones al respecto, porque las consecuencias se están socializando. 

Si bien, la lucha para adecuar la Ley del ISSSTE comienza siendo gremialista, en caso de lograrse beneficiará a todos los agremiados, no solo al magisterio. 

El gremialismo es una etapa necesaria cuando nadie ve por sí mismo ni por los demás, aunque no se trate de un movimiento de bases como lo concebiría Trotsky.  Hagamos un balance de su accionar al respecto. Primeramente, veamos diez razones por las cuales el enfoque gremialista de las acciones del movimiento centista pudiera ser considerado contributivo. 

  1. Defensa de la educación pública gratuita. La CNTE ha sido una fuerza consistente en la defensa del carácter público y gratuito de la educación, oponiéndose a reformas que promuevan la privatización o mercantilización del sistema educativo mexicano, como el famoso bono educativo, que en algún momento se impulsó.
  2. Resistencia a políticas antipedagógicas en educación. Ha fungido como contrapeso a reformas educativas que subordinen lo pedagógico a otros intereses, defendiendo una visión de la educación como derecho social y no como mercancía.
  3. Democratización sindical. Ha promovido en el discurso estructuras sindicales más democráticas y participativas, contrastando con el corporativismo tradicional del sindicato mayoritario, permitiendo mayor participación de las bases magisteriales, sin salirse del sindicato oficial.
  4. Defensa de derechos laborales. Ha luchado por mantener conquistas laborales históricas como la estabilidad en el empleo, prestaciones sociales y condiciones dignas de trabajo para los docentes.
  5. Articulación con movimientos sociales. Ha establecido vínculos con otros sectores sociales, como transportistas, campesinos, obreros y estudiantes, entre otros, contribuyendo a la construcción de un frente amplio de resistencia popular.
  6. Preservación de la educación intercultural. Defiende la conformación y subsistencia de modelos educativos que respeten la diversidad cultural y lingüística, especialmente relevante en estados con alta población indígena como Michoacán, Oaxaca y Chiapas.
  7. Formación política de los trabajadores. Contribuye a la politización y concientización de los maestros sobre las estructuras económicas y políticas que afectan su trabajo y la educación. Así también, ha buscado informar, desde su particular cosmovisión, a los ciudadanos, para hacerlos conocedores de sus derechos y obligaciones.
  8. Resistencia territorial. En regiones donde el Estado tiene presencia débil, los maestros organizados han sido actores clave en la defensa del territorio contra proyectos extractivos o de despojo, así como de la delincuencia organizada. Como consecuencia de ello, hay profesores que a la fecha continúan desaparecidos en Michoacán. 
  9. Innovación pedagógica alternativa. Impulsa propuestas educativas alternativas que incorporan pedagogías críticas y populares, alejándose de modelos educativos verticales estandarizados, donde les ha faltado aún apertura para dialogar al respecto y construir soluciones a escala comunitaria. 
  10. Tradición de lucha histórica. Mantiene viva una tradición de resistencia que conecta con luchas históricas del magisterio mexicano y movimientos populares.

En contraste, también existen razones fundadas por las cuales el gremialismo de la CNTE puede considerarse conflictivo. Veamos: 

  1. El corporativismo sectorial, ya que puede reproducir lógicas corporativas que priorizan los intereses gremiales por encima del interés general, limitando mejoras educativas que requieren cambios en prácticas docentes.
  2. La resistencia a la evaluación y rendición de cuentas. Su oposición sistemática a mecanismos de evaluación puede obstaculizar procesos legítimos de mejora de los aprendizajes y de rendición de cuentas, dando ápice a la simulación, a la opacidad y a escasos logros en el aprendizaje. 
  3. Instrumentalización política. Existe riesgo de que grupos políticos externos o actores electoreros clave instrumentalicen las movilizaciones magisteriales para fines que no necesariamente benefician los derechos educativos de las niñas, niños y jóvenes. 
  4. Afectación del derecho a la educación. Los paros prolongados y bloqueos vulneran francamente el derecho constitucional de los estudiantes a recibir educación, especialmente en contextos de pobreza, de violencia y de migración.
  5. Verticalismo interno. Pese a su discurso democratizador, algunas secciones pueden reproducir prácticas verticales y autoritarias en su organización interna, razones por las cuales han ocurrido confrontaciones y escisiones en la Sección XVIII de Michoacán en los últimos años.
  6. Resistencia al cambio pedagógico. La defensa de usos y costumbres en el contexto educativo y administrativo puede traducirse en resistencia a innovaciones pedagógicas necesarias y cambios curriculares pertinentes, así como a evitar el diálogo con otras visiones pedagógicas. 
  7. Polarización social. Sus métodos de protesta pueden generar polarización en las comunidades, especialmente cuando afectan servicios públicos esenciales por períodos prolongados. Y esto, a su vez, puede ser catalizado por parte de los denostadores del movimiento para confrontar a la población con las expresiones gremiales. 
  8. Debilitamiento institucional. La confrontación constante puede debilitar instituciones educativas y generar ingobernabilidad en el sector, dificultando la planeación a largo plazo y el restablecimiento del tejido social en las comunidades escolares, donde resulta común que coexistan trabajadores pertenecientes a diversas fuerzas gremiales del magisterio estatal. 
  9. Reproducción de clientelismo y gérmenes de corrupción. En algunas regiones, las estructuras de la CNTE pueden reproducir prácticas clientelares y de intercambio de favores políticos, así como el tráfico de influencias que al monetizarse se convierte en una serie de actos de corrupción. 
  10. Limitaciones para el diálogo constructivo. La radicalización de posiciones puede dificultar espacios de diálogo y negociación que permitan acuerdos duraderos para mejorar el sistema educativo. Especialmente cuando hay acusaciones personales y exigencias de destituciones, o, en contraparte, una exhibición de los líderes, sus redes personales y sus estilos de vida. 

Ciertamente, estas tensiones reflejan las contradicciones propias del sindicalismo en el contexto del modelo económico mexicano imperante a la fecha, donde coexisten demandas legítimas de justicia social con dinámicas que pueden limitar transformaciones educativas necesarias, a la vez que, afectar los derechos educativos de millones de niñas, niños y jóvenes en la nación, así como el derecho al trabajo, al libre mercado, al transporte y a la paz de millones de ciudadanos. 

En pro de los derechos educativos de las niñas, niños y jóvenes en Michoacán, como estudiosos del sistema educativo y observadores de sus dinámicas internas, colocamos estas cuestiones a la vista de la opinión pública en aras de que se comprenda mejor la situación que sucede y, con ello se priorice en la agenda pública la construcción de una solución para la problemática magisterial, que sea estructural, institucionalizada, con apego al estado de derecho y a la normatividad aplicable, así como bajo los principios de progresividad y de suficiencia presupuestal, alejándola de la discrecionalidad, de la voluntad política y de las filias y fobias hacia el magisterio que han generado movimientos internos que ahora cunden en la nación. 

El análisis del gremialismo de la CNTE revela la complejidad inherente a los movimientos sindicales en el contexto educativo mexicano. Sus contradicciones reflejan tensiones más amplias entre la defensa de derechos laborales legítimos y la necesidad de transformaciones educativas profundas que beneficien principalmente a los estudiantes.

Es evidente que ni la demonización ni la idealización de la CNTE contribuyen a mejorar la educación. Su papel histórico en la defensa de la educación pública debe reconocerse, pero también debe evaluarse críticamente cuando sus acciones limitan el derecho de los estudiantes a aprender.

La polarización no ha conducido a mejoras sustantivas en el sistema educativo. Se requieren espacios de diálogo genuino donde puedan convergir la defensa de los derechos laborales docentes con la urgencia de elevar la calidad educativa. Esto implica que tanto el gobierno como las organizaciones magisteriales asuman responsabilidades compartidas.

Cualquier evaluación del sindicalismo magisterial debe tener como criterio fundamental su impacto en el aprendizaje de los estudiantes. Las mejores intenciones políticas o laborales no justifican acciones que vulneren sistemáticamente el derecho constitucional a la educación.

La democratización real del sindicalismo magisterial no puede limitarse a cambios en las estructuras internas, sino que debe reflejarse en una mayor apertura al diálogo con padres de familia, estudiantes y sociedad civil organizada.

Desde Mexicanos Primero Michoacán reafirmamos nuestro compromiso con una educación pública universal, laica, gratuita, inclusiva y de excelencia, que sea resultado del trabajo conjunto entre docentes dignamente tratados y reconocidos, autoridades responsables y una sociedad civil vigilante. 

El gremialismo magisterial puede ser parte de la solución si evoluciona hacia formas más abiertas, democráticas y centradas en el aprendizaje de los estudiantes. Esta transformación no ocurrirá por decreto, sino a través del diálogo persistente, el reconocimiento mutuo y el compromiso compartido con el futuro educativo de México y de Michoacán de Ocampo en particular. 

Particularmente, exijamos que, por los derechos educativos de las niñas, niños y jóvenes, se reconozca la problemática magisterial, se trace una ruta de solución y se construya política pública magisterial, como ruta de salida para estos conflictos. ¡Que así sea!

Sus comentarios son bienvenidos en [email protected] y en X en @Erik_Aviles 

Visita nuestro portal electrónico oficial: www.mexicanosprimeromichoacan.org 

Doctor en ciencias del desarrollo regional y director fundador de Mexicanos Primero capítulo Michoacán, A.C.

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