Petróleo mexicano para la dictadura comunista cubana
Según el Banco de México, México envió petróleo a Cuba, entre enero y julio de 2023, con valor de 20 millones de dólares. Un estudio de la Universidad de Texas estimó, por su parte, que Pemex mandó crudo a la isla cubana, entre enero y septiembre, con valor de 200 millones de dólares.
Ciudad de México, 24 de diciembre de 2023.- Según el Banco de México, México envió petróleo a Cuba, entre enero y julio de 2023, con valor de 20 millones de dólares. Un estudio de la Universidad de Texas estimó, por su parte, que Petróleos Mexicanos mandó crudo a la isla cubana, entre enero y septiembre, con valor de 200 millones de dólares.
Las donaciones a otros estados deben tener límites, aunque estoy seguro de que existe una legislación al respecto.
Las donaciones, sin embargo, deben hacerse en caso de emergencias; no para apoyar a gobiernos tiránicos y dictatoriales como el de Cuba, perpetuado en el poder desde 1959.
Es, la cubana, una dictadura brutal que se aprovecha de un pueblo que quizás tenga la desventaja de estar aislado y que, por lo tanto, teme oponerse abiertamente a sus autoridades criminales que vivían de las limosnas que les daba la ex Unión Soviética, a la que le debían miles de millones de dólares, los cuales perdió cuando se convirtió en Rusia.
La tiranía comunista cubana también le debía cientos de millones de dólares a la ex Alemania oriental, así como a otros países socialistas del este de Europa que (al desintegrarse la URSS) ya no pudieron cobrarle a Fidel Castro ni a sus sucesores. Esas deudas quedaron en el limbo.
El asunto de países como Cuba es que son barriles sin fondo. Nunca terminas de ayudarlos porque son un fracaso político, económico, social y cultural. Pierden la dignidad al estar pidiendo ayuda.
Lo mismo le hizo Cuba a Venezuela con Chávez, y después de Chávez. La dictadura venezolana le envío millones de dólares en petróleo, que también quedaron sin pagarse. Y luego el cinismo del régimen cubano: quiere que la ayuda sea silenciada.
Peña Nieto le perdonó al régimen cubano una deuda de cuatrocientos millones de dólares y no hubo ningún agradecimiento ni un gesto de parte del gobierno comunista cubano; los gobernantes de la isla son malagradecidos.
No recuerdo, insisto, en que haya en la legislación mexicana (referente a las relaciones internacionales) límites y normas que se deban observar cuando se envíe ayuda a otros países. Lo que sí me queda claro es que debe haberlos.
Desde hace muchos años, Cuba se ha dedicado a enviar a sus médicos (que con seguridad no cumplen los estándares internacionales de calidad) a misiones que ellos llaman de ayuda humanitaria a otros países como Venezuela, Bolivia y México, por lo menos en Latinoamérica.
Los países receptores de esa supuesta ayuda la pagan en dólares. No a los médicos que son enviados, sino al gobierno comunista cubano que los comisiona. Solo una parte muy pequeña de lo que se les paga, les es asignada a los médicos mandados al extranjero. A esto se le llama explotación laboral. Y debe estar penada por leyes internacionales.
Lo mismo pasa con las vacunas que venden a países sin que exista una decisión internacional de autoridades médicas del mundo occidental (es decir, Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea) que acredite su eficacia. Personalmente, desde el punto de vista médico, solo confío en la proveniente de los países occidentales.
Si México hubiese logrado finalizar su vacuna contra el COVID-19, sí le hubiera tenido confianza porque creo en la medicina mexicana. Y en la ciencia médica mexicana como parte de la Medicina del mundo occidental
Los regímenes comunistas que fueron sojuzgados por la Unión Soviética se acostumbraron a mentir a sus pueblos y al mundo en todas las actividades del ser humano.
Imagínense ustedes que hay un medio ruso que se llama Pravda, que en ruso quiere decir «verdad». Nació con el régimen comunista de Lenin. Imaginen, en más de setenta años de régimen comunista, cuántas mentiras escribió para el pueblo ruso. O bien, cuántas verdades ocultó. Seguro que fueron millones. Y así China también hasta nuestros días.
El ruso y el chino son pueblos que no han conocido la libertad desde que se establecieron los regímenes comunistas en sus países. Esa es la principal debilidad de las dictaduras de la hoz y el martillo.
No queremos libertad absoluta, puesto que no existe ni ha existido en ningún régimen político y económico en la historia de la humanidad, sino libertades básicas, como la de trabajar en un lugar o en otro, la de expresarse libremente, la de ser y hacer lo que se quiera dentro de la ley.
Los comunistas no aceptan libertades para los pueblos. Las libertades que pregonan solo son para los gobernantes que esclavizan a la gente a la cual deberían de servir. (CON INFORMACIÓN DE: PERIODISMO SIN COMPROMISOS).