Pretenden imponer “pensamiento único” en Italia; El Vaticano se opone
La llamada ‘ley Zan’ contra la “homofobia” y la “transfobia” es totalitaria y atenta contra la libertad de pensamiento; podría perjudicar muy especialmente a las escuelas y otras instituciones católicas
Ciudad del Vaticano, 22 de junio de 2021.- La llamada ‘ley Zan’ contra la «homofobia» y la «transfobia» atenta contra la libertad de pensamiento y podría perjudicar muy especialmente a las escuelas y otras instituciones católicas, violando así el concordato firmado por Italia con la Santa Sede, lo que ha motivado una petición sin precedentes por parte de la Santa Sede para que se modifique.
Por ejemplo, los colegios católicos estarían, por la nueva ley, obligados a sumarse a la inminente Jornada Nacional contra la Homofobia incluso contra sus propios postulados, escribe Il Corriere della Sera.
La libertad de pensamiento se vería coartada por las consecuencias administrativas e incluso penales que prevé esta ley de tintes totalitarios. “Solicitamos que se tengan en cuenta nuestras objeciones”, ha pedido la Santa Sede al gobierno italiano, según el rotativo.
El proyecto de ley contra la «homofobia» y la «transfobia», introducido por el diputado del Partido Demócrata (PD, formado con los restos del Partido Comunista) Alessandro Zan, se aprobó en la Cámara de los Diputados con 265 votos a favor y 193 en contra el pasado 4 de noviembre. Desde entonces espera la confirmación del Senado con la cerrada oposición de todos los grupos de derecha.
“Siempre hemos estado a favor de unas normas muy estrictas contra la homotransfobia, y seguimos estando a favor de estas normas y del proyecto de ley Zan, pero siempre hemos estado abiertos a la discusión en el Parlamento y vamos a estarlo ante los problemas legales”, señaló Enrico Letta, secretario del PD, principal formación progresista italiana, tras revelarse la petición del Vaticano.
Con la muy loable excusa de combatir la discriminación injusta o la violencia que puedan sufrir los miembros de los colectivos gay y transexual, la ley Zan impone la aceptación de ‘dogmas’ sociales que la Iglesia no puede suscribir sin traicionarse, que harán inoperativas muchas de sus iniciativas de asistencia social e incluso pondrán en riesgo penal la mera prédica de verdades morales que siempre ha defendido el catolicismo.
El Vaticano, en esta iniciativa que carece de precedentes desde que existe el pequeño estado protesta basándose en los acuerdos vinculantes firmados con Italia, el concordato.
En concreto, algunos contenidos de la propuesta reducen la libertad garantizada a la Iglesia Católica por el artículo 2, párrafos 1 y 3 del acuerdo de revisión del Concordato.
Los párrafos mencionados se refieren a la “libertad de organización, de público ejercicio de culto, de ejercicio de magisterio y del ministerio episcopal” y a la garantía “a los católicos y sus asociaciones y organizaciones la plena libertad de reunión y manifestación del pensamiento con la palabra, los escritos y cualquier otro medio de difusión”, señala el diario. (CON INFORMACIÓN DE: INFOVATICANA).