DestacadasEditoriales

¿Quién necesita a Ebrard? (Por: Rubén Alcántar)

En Morena, como en la política, si bien todos son necesarios, nadie es indispensable, la candidatura se llevará a cabo con o sin él

Morelia, Michoacán, 08 de septiembre de 2023.- La historia no es cíclica, pero de que hay episodios parecidos, vaya que los hay… pareciera ya muy lejano cuando hace casi 30 años, el 28 de noviembre de 1993 el entonces Presidente Carlos Salinas de Gortari hiciera oficial lo que para prácticamente todos ya era conocido, el elegido para sucederlo en la silla presidencial sería Luis Donaldo Colosio Murrieta, el suceso marcó un hito en la historia del presidencialismo priista, no por el famoso dedazo, sino porque por primera vez uno de los aspirantes externó públicamente su rechazo a dicha decisión.

Manuel Camacho Solís pasó a la historia como el primer hombre en decirle a un presidente que no aceptaba su decisión, su secretario particular lo conocemos muy bien hoy, su nombre es Marcelo Ebrard Casaubón, un hombre que ya sabía lo que era decirle que no a un presidente todopoderoso, hoy la historia se repite, solo que toca a Marcelo ser el que no fue elegido para ocupar la silla presidencial.

El pasado miércoles, como en 1993, se oficializó lo que ya se sabía; se informaron los resultados de la famosa encuesta de Morena que dieron por vencedora a la candidatura presidencial a la ex jefa de gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum, y como cada 6 años Marcelo se quedó solo con la aspiración por decreto de Obrador.

A diferencia de las ocasiones anteriores, lo que hoy menos le sobra a Marcelo es juventud, este es lo que pareciera ser su último tren maya hacia la presidencia, él lo sabe, por lo mismo manifestó su molestia con la decisión y decidió no aceptarla, generando hasta este momento un rompimiento con la fuerza que durante tanto tiempo defendió, el obradorismo.

Marcelo se ha manifestado seguro se saberse en la boleta en 2024, y mucha ha sido la especulación, desde una candidatura independiente que ya dijo no buscará, una posible integración a Movimiento Ciudadano con quienes ya ha tenido acercamientos en el pasado y hasta una desesperada invitación a un Frente Amplio que en su momento dijo que se le recibiría en el caso de que este rompimiento se diera.

Menciono con vital énfasis la palabra desesperado por parte del Frente Amplio por una razón ¿Quién necesita realmente a Marcelo?, en Morena, como en la política, si bien todos son necesarios, nadie es indispensable, la candidatura se llevará a cabo con o sin él, con el actuar de toda la fuerza obradorista y que muy seguramente si no ocurre una hecatombe habrá de ganar la presidencia el año próximo.

Movimiento Ciudadano atraviesa circunstancias muy distintas, desde la casa naranja son sabedores de que 2024 no es su año, no son ni de cerca verdaderos aspirantes a ganar la presidencia de la república como todas las encuestas serias lo muestra, su papel será ganar simpatías y obtener los mayores votos posibles para que de esta manera su líder Dante Delgado cuente con la carta que siempre ha sabido jugar de mejor manera, la negociación en las tinieblas.

Quienes en verdad están preocupados son los que conforman el Frente Amplio, dado que de darse una candidatura de Marcelo a quienes más impacta es a ellos, el llamado “voto duro” de Xóchitl Gálvez, la mujer candidata que se dice ser indígena y de centro izquierda, radica en todo lo que no es eso que ella dice ser, los deciles más altos dentro de la división de los ingresos en nuestro país; las clases alta, media y ese gran apartado aspiracionista que no alcanza a llegar a la clase media, pero que se auto adscriben dentro de ella.

Ese es precisamente el electorado de Marcelo, su base no son las clases bajas y bien reconocidas plenamente como obradoristas, por ello que a Morena no le preocupa en demasía, su base son las clases medias, la gente con estudios profesionales y un nivel de ingresos mayor, esa reconocida en el Frente, esa que Xóchitl pretende afianzar y conquistar, por ello que una eventual candidatura de Marcelo golpearía directamente en esta fuerza, mermando de lleno las aspiraciones de la oposición, suficiente razón para que los presidentes de estos partidos tuvieran que olvidar sus propias palabras y abrir la puerta a Ebrard dentro del Frente.

Dos Manuel han marcado la vida política de Marcelo Ebrard, a Camacho le dijeron que no y Obrador le dijo a el que no; ha demostrado como hiciera su jefe que la facultad presidencial no le dobla, pero que el romper con la cohesión del grupo tampoco le afecta, Marcelo jamás logró entender el por qué fue Colosio y no Camacho, como quizá tampoco entenderá porque Sheinbaum y no el, las cifras son claras y aun estando en la boleta la idea de ganar la presidencia es prácticamente nula en probabilidades, lo que ahora resta a Marcelo es decidir qué papel quiere ocupar en la historia, si el de traicionar un movimiento en el que ha militado durante más de 20 años por perseguir una aspiración personal, o el de apoyar a una oposición que le criticó y atacó durante todo el sexenio y que hoy solo le recibe únicamente por la desesperación de necesitarle, será responsabilidad de Ebrard decidir qué papel elige ocupar en la historia.

Alito no construyó, derribó Paredes (Por: Rubén Paredes)

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba