#RevoluciónSinManos: De la corresponsabilidad del ciudadano en la democracia mexicana…

Morelia, Michoacán, 15 de diciembre de 2022.- Los mexicanos somos especialistas en echar y repartir culpas, evitar responsabilidades de las decisiones tomadas y a no asumir la corresponsabilidad como una forma de cultura política y de vida. Pero jamás asumimos lo que se llama corresponsabilidad, es decir, asumir la parte que nos toca, ya sea de la culpa o del acierto, según fuere el caso.

Esta situación, cuando se trata de los temas que nos afectan en nuestro devenir (economía, seguridad, política).  Y esto es el tenor de la vida cotidiana del mexicano.

Ayer fue consumada la votación en el Senado mexicano en materia de reforma electoral. 

El atropello a la Constitución – cómo ha sido el tenor de este gobierno federal- ha sido evidente e incluso es un tema de aceptación entre los diferentes círculos políticos que se encuentran en el poder.

Pero estas perspectivas nos obligan a repensar, no solamente como ciudadanos, sino como actores políticos activos, cuál es nuestra corresponsabilidad en el mar de quejas que ha sido este sexenio de Morena y de otros momentos históricos del país.

Las plataformas políticas existen, los proyectos de gobierno son expuestos y puestos en ponderación, evaluación y consideración a la ciudadanía.

¿Cuándo el mexicano promedio se ha detenido en analizar alguno de esos documentos antes de votar?

¿Hubo quien reconsideró su voto, al leer algún tipo de documentos de política pública o doctrinarios?

O, ¿simplemente votaron por la ceguera partidista o como un castigo al pasado? 

Es este el momento ideal, para considerar la corresponsabilidad como una forma de vida política y social.

¿Por qué? Tan sencillo, porque siempre nos pasamos repartiendo las culpas de todo tipo, sin asumir que somos responsables de una buena parte de las decisiones que se tomen en el  rumbo del país. 

Los despojos que hoy en día tenemos de país, son la consecuencia de lo que en 2018 se votó. De esos 30 millones de votos que hubo, una muy buena parte del padrón no leyó o no conoció los postulados políticos o planes de trabajo que se pretendían echar a andar por parte de la 4T.

Dentro de este universo están incluidos, sectores académicos y políticos, que pudiéramos considerar como “pensantes”, los cuales hoy en día se quejan amargamente de las decisiones del país.

Si las conciencias del país, se dejaron llevar por el canto de las sirenas, qué podíamos esperar del grueso de la población, que sufre las consecuencias, pero que es más fácil emitir una queja amarga en lugar de ponerse en acción.

Lo que hoy en día tenemos en México, proyectos de inseguridad (no puedo aducir seguridad, porque no la hay), inflación, inestabilidad política, reformas que violentan la carta máxima, son lo que 30 millones de mexicanos votaron y que hoy en día quienes se arrepienten de su voto, aducen que fue en lo que creyeron y ahí eluden su corresponsabilidad.

El México de hoy se gestó en julio de 2018, no ahora.

¿Tendremos la corresponsabilidad de asumir esa parte y buscar acciones que solucionen esto?

Yo creo que no, para el mexicano es más fácil quejarse, hasta de sí mismo.

José Alberto Guerrero Baena, Doctorante en Política de Seguridad Universidad de Sussex, Reino Unido, Analista de Temas de Seguridad Pública, construcción de Policía e Integrante y Coordinador en Michoacán del Observatorio de la Guardia Nacional y Militarización de México.

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