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Somos Nuestra Memoria: Acompañar y transformar con niñas, niños y adolescentes

He insistido en que la clave de un mejor país es la psicoeducación, donde podemos sacar excelentes experiencias de contextos de cuidados

Morelia, Michoacán, 20 de septiembre de 2025.- Como psicólogo, platico cotidianamente con muchos tipos de personas, sanas y enfermas, buenos ciudadanos y delincuentes, y uno de estos últimos me dejó muy impactado con uno de sus dichos.

Siendo niño, su padre lo hincaba como enseñanza todo el día hasta la tortura, como método de crianza. Ya adulto, se convirtió en sicario y veía a sus víctimas como él se veía a los ojos de los tratos crueles de su padre.

¿Cómo podemos salir de esta espiral de ignorancia nacional, brutal cotidianeidad que nos ha dejado encerrados a los buenos y a los malos gobernando ciudades enteras? Todo pasa por acompañar y transformar con niños y adolescentes. 

He insistido en que la clave de un mejor país es la psicoeducación, donde podemos sacar excelentes experiencias de contextos de cuidados, como la que proponemos con el Instituto Poblano de Readaptación (IPODERAC), una asociación sin fines de lucro, que atiende a niños, niñas, adolescentes y jóvenes en situación de vulnerabilidad, sin lazos parentales sólidos, desde 1966.

Por contextos de cuidado nos referimos a diversos escenarios donde se realizan acciones de apoyo a personas, pudiendo ser cuidados domésticos, familiares, profesionales o comunitarios.

En especial quiero referirme a instituciones que brindan cuidado y alojamiento a niñas, niños y jóvenes que han perdido a sus padres o han sido abandonados por sus familias. Estos lugares buscan ofrecer un entorno seguro para que esos niños puedan desarrollarse de manera sana, y que las huellas de la violencia se conviertan en pistas para vidas positivas.

Se les conoce de distintos modos, de acuerdo con los métodos de crianza que utilizan, pudiendo ser orfanatos tradicionales, aldeas infantiles, hogares de acogida o programas de adopción, entre otros. 

Son distintos los problemas que se encuentran en esos espacios de acogida, tales como las historias de vida desgarradoras no atendidas con las que llegan niñas y niños de sus familias de origen, o la negligencia por parte de cuidadores, abuso de adultos o entre pares, así como violencia en cualquiera de sus formas, hasta la inestabilidad por traslados constantes, falta de recursos económicos para la subsistencia y apoyo psicológico de baja calidad. 

La Prevención de la Violencia Sexual en Contextos de Cuidado implica acciones focalizadas e intencionales para educar en límites, autocuidado y comunicación.

La base de la psicoeducación y concientización parte de enseñar el valor del cuerpo, fortalecer la autoestima y el autocuidado, además de desarrollar habilidades de comunicación, enseñando sobre «secretos buenos» y «malos” desde niños.

Las Medidas de Autoprotección que se tienen que enseñar a niñas, niños y adolescentes en esta época de abandono de la Educación Integral en Sexualidad por parte del Gobierno, deben incluir la confianza en las “corazonadas”, conocer los límites personales y buscar elegir lugares públicos, aunque nos queden pocos. 

Si el problema de la violencia sexual ya está dado y no lo pudimos prevenir, hay que atenderlo. La atención debe considerar un proceso de detección profesional, ser integral, respetuosa y multidisciplinaria, coordinando servicios de salud, legales y sociales para garantizar el apoyo psicosocial a las víctimas. La atención de emergencia incluye no tocar ni lavar objetos, además de acompañamiento y respeto por las víctimas.

La coordinación de los servicios en contextos de cuidado requiere el trabajo profesional de un equipo multidisciplinario (psicólogos, educadores, directivos, entre otros), donde siempre es importante informar sobre sus derechos a las víctimas y la canalización para que las personas reciban apoyo psicológico y jurídico.

El último paso de una buena atención aplicada es la canalización, y se implementa para lograr la continuidad asistencial, lograr la racionalización de recursos y conseguir el acceso universal a servicios de salud mental, jurídicos y el restablecimiento de la dignidad humana.

Causas y azares…

  • Que muchos municipios no puedan celebrar el 15 de septiembre por amenazas de narcoterrorismo habla del dominio de los narcotraficantes en esos municipios, con el visto bueno de autoridades coludidas e inútiles para la población.
  • Tenemos información de municipios donde los narcotraficantes cobran los impuestos, por ejemplo de agua, con pistolas en los escritorios. ¿Alguien de la Secretaría de Gobernación lee esto? ¿O somos los únicos que se enteran de tan aberrantes situaciones cotidianas?
  • La SEMAR se encuentra en un momento de descrédito del que no hay vuelta atrás, por la avaricia de unos cuantos. La militarización del país empieza a cobrar cuotas en todos los niveles, donde la corrupción ha alcanzado y desviado nuestros mejores recursos. Tenemos pruebas y no tenemos dudas.   

Hasta la próxima, que la felicidad no necesita ser transmutada en belleza, pero la desventura sí.

Conoce más en: https://www.facebook.com/psicologiaparatiii/ 

Somos Nuestra Memoria: Tejiendo comunidades de acogida

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