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Una elección de Estado

En estas elecciones absurdas se tendrán demasiadas boletas, algunas sumamente complejas y el procedimiento de cómputo será muy complicado

Morelia, Michoacán, 09 de febrero de 2026.- La asignación de distritos para candidatos a jueces y magistrados serán el resultado de un sorteo público de cara a la sociedad por parte del Instituto Nacional Electoral (INE), pretendiendo con ello romper el control que se empieza a manejar en la definición de dichos distritos por parte de los poderes involucrados en el pésimo ejercicio de elección popular de impartidores de justicia a nivel nacional el próximo 1 de junio.

El antecedente del INE (2014), el Instituto Federal Electoral (IFE) fue un órgano constitucional autónomo encargado de organizar las elecciones federales, es decir, el responsable de la elección del presidente de la nación e integrantes de las cámaras de senadores y diputados del Congreso General, fue la máxima autoridad en materia electoral en nuestro país del 11 de octubre de 1990 al 3 de abril de 2014.

Llama la atención lo dicho la semana pasada por la periodista María Scherer Ibarra, en el sentido de que por primera vez desde 1990, la ciudadanía no realizará el cómputo de votos en casillas, en virtud de que en la elección judicial del primero de junio entrante, los votos serán trasladados a los Consejos Distritales del INE, donde se determinarán los resultados; ahí los funcionarios de casilla clasificarán los votos, pero el cómputo por candidatura se hará en los distritos.

Lo anterior es cierto, ya que en estas elecciones absurdas se tendrán demasiadas boletas, algunas sumamente complejas y el procedimiento de cómputo será muy complicado, razón por la que el INE ha decidido que en la casilla o centro de votación solo se hará el escrutinio (extracción de las boletas de la urna y clasificación), enseguida se cerrarán y sellarán los paquetes de cada elección y se remitirán al consejo distrital que corresponda; los consejos distritales están integrados por vocales del INE y consejeros ciudadanos, quienes harán el cómputo de la votación; lo anterior es un procedimiento excepcional para hace posibles unos cómputos que serían una carga excesiva para los funcionarios de casilla.

El riesgo en todo lo anterior, es que la parte ciudadana en los consejos distritales se integre por personas afines al partido de estado y que los vocales sean coptados mediante canonjias, beneficios, favores o alguna ventaja para que los resultados se inclinen en favor de los palomeados por el sistema y no por los electos por el “pueblo” en las urnas…

@lvarezbanderas

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