Editoriales

35 años de lucha irrestricta

Una de las alternativas de la izquierda, que comenzó hace 35 años, fue la irrupción del PT al escenario político-electoral

Morelia, Michoacán, 15 de diciembre de 2025.- Una de las alternativas de la izquierda, que comenzó hace 35 años, fue la irrupción del PT al escenario político-electoral. Por lo determinante de la época, sin duda, al Partido del Trabajo le tocó construir desde los cimientos la labor territorial. De ese frente social, que lideró Andrés Manuel López Obrador, son liderazgos como el del profesor Alberto Anaya, presidente nacional del PT, que podemos subrayar.

Desde abajo, inclusive, los referentes del PT fueron parte de la resistencia que, durante años, encabezó una de las figuras más emblemáticas como la del expresidente. El propio PT, fiel compañero de la lucha, fue de los que aguantaron la enorme presión en el momento en que intentaban sacar de la jugada a AMLO con el desafuero. En pocas palabras, nunca ha estado ausente de ese acompañamiento por las causas que aquejan a la población 

De los testimonios que hemos podido recolectar, sin duda, coinciden en el papel crucial que ha jugado el PT en la construcción de un proyecto de nación. Le tocó, por ejemplo, vivir en carne propia las irregularidades de las elecciones presidenciales del 2006 y 2012. En ese sentido, por la responsabilidad social, se vieron obligados a salir a las calles, incluso en el instante que trataron de desacreditar el plantón de reforma, que tiene una plena justificación por la ominosa actuación de los gobiernos neoliberales.

Años más tarde, a propósito de ello, el Partido del Trabajo, que ratificó su compromiso, apostó nuevamente por la coalición progresista de la mano de Andrés Manuel López Obrador. Quedó claro que esto, más allá de la nomenclatura de partidos, es una lucha por superar todos los obstáculos. Esa unión, por supuesto, es la que se ha mantenido más viva, sobre todo por el respaldo irrestricto que hay a favor de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum.

Dudo que muchos, que a veces actúan con intransigencia, sepan lo que significa caminar con Andrés Manuel López Obrador a lo largo de 35 años. Morena, con exactitud, creció exponencialmente porque lo fundó AMLO. Él lo organizó, lo planeó y lo detalló con precursores del movimiento. Se concibió por la combinación de factores que, dicho sea de paso, fue por el cúmulo de errores y actos de corrupción que venía arrastrando la derecha. Aunque, de igual forma, siempre permeó el espíritu combativo de los diversos sectores que aglutinan en esta enorme estructura. Con ese respaldo sincero, en efecto, ha caminado el Partido del Trabajo en más de tres décadas.

Muchos dicen, inmerecidamente, que el Partido del Trabajo siempre ha estado bajo la sombra de Morena. Eso no es verdad. Quedó plenamente sobreentendido que el PT, a lo largo de los años, no solamente ha sido un fiel compañero, sino ha marcado la diferencia para ganar elecciones que, a la postre, permitan edificar un frente amplio en ambas cámaras legislativas. De hecho, si la izquierda tiene entre sus planes ganar el mayor número de gubernaturas en 2027, está claro, tendrá que flexibilizarse en el diálogo y el consenso ahora que la oposición está desmantelada. En efecto, hay muchos que se oponen a revalidar la coalición. Sería, además de un error de cálculo, un tramo que puede traer costos políticos muy elevados, como pasó en Veracruz y Durango.

Es verdad, hay rasgos o posturas distintas, como la que presenciamos en la discusión del tema en materia de aranceles. Sirva como ejemplo eso para saber que, al margen de la coincidencia, también existe el derecho a disentir, que tanto énfasis hizo Andrés Manuel López Obrador. De ese modo, hay que resaltar la postura del coordinador de la fracción parlamentaria del PT en San Lázaro, Reginaldo Sandoval Flores. Él mismo, con la representación que le ha ratificado la mayoría de diputados, lo hace el portavoz del sentir.

El punto es que, más allá de la unión o afinidad, nada puede supeditarse por encima del consenso. Si el PT se abstiene está en todo su derecho; sus razones tendrán para analizar a fondo el impacto que puede arrastrar un asunto. Eso pasará en el rubro que estriba sobre la reforma electoral, que muy pronto saldrá a escena.

Eso, de pronto, no puede borrarse de un plumazo, sobre todo por lo que representan las minorías. Ellas, de hecho, son la voz de muchos ciudadanos. Siendo así, no podemos aventurarnos a dar un presagio de lo que puede llegar a pasar en el clima de esa discusión. Será necesario, dada la importancia, abrir el compás de la participación e incluir a todos los sectores sociales a parlamentos abiertos, pues el PT, con voz y voto, tiene también su postura y posicionamiento.

En la democracia, en efecto, hay libertad para opinar y tomar decisiones. Morena, en ese sentido, se equivoca al atacar al PT sembrando la intriga en el legislativo. Si hay algo que está muy claro, lo sabe la propia ciudadanía, es el aporte sustancial del Partido del Trabajo a la lucha democrática a lo largo de estos 35 años. Ellos son, en el corazón de esa columna vertebral, parte de la sangre que corre por la venas de la cuarta transformación. Quienes no saben de historia, queda claro, actúan con soberbia. Menosprecian el quehacer irrestricto que han hecho estructuras como el PT.

Pero, más allá de eso, el PT siempre caminará con la presidenta de México. El propio Reginaldo Sandoval, uno de los principales protagonistas de la política nacional, ratificó la entrega al proyecto de nación que encabeza Claudia Sheinbaum. Lo ha hecho, con esa afinidad, a lo largo de 35 años.

A ellos, a propósito, también hay que atribuirles los logros sustanciales que se han propagado gracias a las reformas a la constitución. Su voto, sin ir más lejos, ha marcado la diferencia.

PT y las elecciones para gobernador en Michoacán

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