¿A qué vino Netanyahu a México? (Por: Alejandra Ortega)
Causa más resquemor ese repentino interés en nuestro país. Esperemos que prevalezca el sentido común de nuestro gobierno para tomar como mucho cuidado los espejitos que Netanyahu nos vino a ofrecer.
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Morelia, Michoacán, 18 de septiembre de 2017.- Para muchos la visita a México del primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, ha pasado desapercibida, a pesar de algunas protestas aisladas de quienes lo consideran persona non grata; sin embargo, hizo declaraciones que llaman mucho la atención, por la relevancia de este personaje y su país a nivel global, así como por ser la primera ocasión en la historia que un primer ministro de Israel pisa suelo mexicano.
Durante su estancia en tierras aztecas, Netanyahu apoyó la idea de la creación de un muro en la frontera sur de Estados Unidos, por medio de un tuit afirmó que Trump tiene razón y «es una gran idea», ya que él construyó uno en la frontera meridional de Israel que detuvo toda la inmigración ilegal.
Sin embargo, en su discurso (ambiguo) ofreció su apoyo en materia de seguridad sobre todo en la frontera sur que une a México con Centroamérica. O sea, lo suyo, lo suyo es construir muros por todas partes.
De igual forma ofreció a Enrique Peña Nieto su cooperación respecto a la «cyber seguridad». Este último tema llama mucho la atención pues no se dieron más detalles al respecto, sólo señaló que en esa materia Israel tiene actualmente el 20% del mercado mundial. Sin embargo, sabemos que Israel es uno de los países que más invierte en este tipo de tecnología espía.
Cabe recordar el escándalo de hace unos pocos meses sobre el uso de Pegasus, un poderoso malwere de fabricación israelí que espía las llamadas telefónicas y mensajes de texto y que fue utilizado para intervenir los dispositivos móviles de algunos periodistas y activistas. El famoso programa costó a la PGR más 30 millones de dólares, según cifras reveladas por algunos medios impresos.
Además, en una reunión con empresarios mexicanos afirmó que los israelíes están muy interesados en invertir en México y así Netanyahu ofreció apoyar con el programa «salud digital», que personaliza la medicina por medio de una tarjeta computarizada con el historial clínico del paciente de los últimos 20 años, integrada ésta por sensores que monitorean toda la actividad física del individuo.
Asimismo, habló de la necesidad de implementar tecnología en la agricultura y el campo, por medio de drones que estarían sobrevolando y fotografiando las diferentes áreas y conocer así los requerimientos.
Y nuevamente habla de artefactos que se han usado para espiar, para recoger información confiable de un área específica o de personas y poder usarla de muchas formas.
Acompañado de una comitiva de 30 empresas israelíes, Netanyahu dijo al presidente Enrique Peña Nieto que sabe de la gran riqueza de México, de sus recursos naturales, como la minería, energía y el agua, entre otros, y su país puede ayudar a potenciar estos recursos para que México llegue a estar entre las 10 más grandes economías del mundo.
«Si combinamos nuestros recursos podemos tener un gran impacto en el mundo», afirmó. Esta última idea pone a temblar a algunos que pudieron escuchar y entender a Netanyahu, pues hablar de recursos entre ambos países es ¡una locura!
Tomando en cuenta que México es rico en recursos naturales como bien señaló el primer ministro, un país con petróleo y dos salidas al mar, con riqueza mineral y biodiversidad, pero Israel es un país muy pobre en recursos naturales. No tiene petróleo, ni agua y depende mucho de las importaciones.
Su fuerte es la industria armamentista y sobre todo en el Hi-Tech que ha convertido a Israel en la nueva meca de la innovación tecnológica, pero que mucha de su investigación e inversión se basan en el espionaje, la inteligencia y los servicios secretos.
Así queda la duda de qué tan conveniente será para México negociar y aceptar esa tan benévola cooperación de Israel. ¿Cuánto podría costar a México una alianza de este tipo? En términos no solo económicos, sino geopolíticos. ¿A dónde podría llevarnos?
No lo sabemos bien, pero por supuesto que no es un acercamiento de «cuates», y en breve lo veremos.
Por lo pronto tratar de tocar los corazones de los mexicanos con frases como «ustedes tienen la Basílica de Guadalupe y nosotros tenemos el lugar en donde nació ella y Jesús», provoca más desconfianzas que otra cosa, pues los israelíes es muy conocido que no son los mejores amigos de los cristianos, basta ver las guerras que han provocado en Medio Oriente y que han cobrado la vida de miles y miles de inocentes, sobre todo católicos.
Por ello causa más resquemor ese repentino interés en nuestro país. Esperemos que prevalezca el sentido común de nuestro gobierno para tomar como mucho cuidado los espejitos que Netanyahu nos vino a ofrecer.
Sólo basta ver las caricaturas hechas por el más importante diario israelí Haaretz, en donde ridiculizan a los mexicanos, poniéndolos como rancheros de grande sombrero y gabán, corriendo con una guitarra, tras el primer ministro de Israel.
Dignidad e inteligencia es lo que esperamos ver del gobierno federal.