Editoriales

A un año del Virreinato II / Yadhira Y. Tamayo Herrera

Tamayo Herrera es abogada con maestrías en administración pública y políticas públicas (ITESM), ingeniería en Imagen Pública (CCIP); actualmente cursa el Doctorado en Derecho en la Universidad Panamericana
Tamayo Herrera es abogada con maestrías en administración pública y políticas públicas (ITESM), ingeniería en Imagen Pública (CCIP); actualmente cursa el Doctorado en Derecho en la Universidad Panamericana

Pero no cantemos victoria todavía: este avance está sujeto con alfileres y la gobernabilidad de Michoacán sobrevive con respiración artificial directa de la federación y con funcionarios importados del Estado de México

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México, D.F., 22 de enero de 2015.- Un año cumplió ya la llamada “Comisión para la Seguridad y el Desarrollo Integral para Michoacán”, cuyo nombramiento recayó en la persona del Lic. Alfredo Castillo Cervantes. Desde su inicio tuvo severos cuestionamientos. Enseguida de su creación un punto de acuerdo firmado por senadores del PAN, PRD y PT solicitaron su abrogación dado que –según argumentaban- el Ejecutivo Federal no tiene facultades para crear autoridades intermedias –un cuarto nivel de gobierno- entre Federación, entidades federativas y municipios. Afirmaban que retorciendo la Constitución vulneraban la soberanía del Estado de Michoacán de Ocampo con la creación de dicho Comisionado que suplía facultades de un gobernador.

Calificarlo como virrey no constituye una expresión ligera ni superficial, pues Castillo está por encima de los poderes públicos del estado de Michoacán y de las autoridades municipales”, se lee en el punto de acuerdo referido. Como sabemos, a pesar de tan fundados cuestionamientos desde el Senado de la República, la Comisión sigue hasta hoy vigente.

Por otro lado, es cierto que muchas voces pugnaban por una ley de amnistía a favor de los autodefensas, dado que –muchos- verdaderamente sólo los movía el ánimo de defenderse contra la delincuencia organizada. Sin embargo, la decisión gubernamental de convocar a “cualquiera” a hacerse parte de la Fuerza Rural Estatal es bastante arriesgada porque no sólo los autodefensas legítimos acuden a esta convocatoria, sino muchos quienes fueron – o seguían siendo- parte de la delincuencia organizada. El Comisionado Castillo declara que así debía ser dado que sólo con estos personajes podían atrapar a la Tuta –hecho que todavía no sucede-. Se huele mucha soberbia en esta decisión al creer que se puede contener semejante avispero con placa y armas.

Los resultados de la Comisión para la Seguridad y el Desarrollo Integral de Michoacán a un año, no están ni en los resultados del INEGI ni en que ya se pueden hacer ferias ni fiestas como dice el Comisionado. Lo cierto es que en muchos municipios michoacanos ya no hay un determinado tipo de delincuentes extorsionando de manera sistemática y con auspicio de las autoridades municipales, estatales y federales. Pero no cantemos victoria todavía: este avance está sujeto con alfileres y la gobernabilidad de Michoacán sobrevive con respiración artificial directa de la federación y con funcionarios importados del Estado de México.

Por eso el comisionado Castillo junto con su compañero el gobernador Jara quiere convencernos de que “el problema de Michoacán ya no es de inseguridad pública sino de conflictividad social”.  El gobierno del Presidente Peña ha querido resolver problemas “cambiando la narrativa” como dicen ellos. Aquí parece que “si no puedes con el problema, cámbiale de nombre” y eso está como la avestruz que entierra su cabeza en la tierra para “desaparecer” ante el peligro.

Por ello, gran reto les espera a la gobernadora, gobernador, diputados locales, alcaldes y regidores que se elegirán este año. Recibirán una entidad que habrá que echar a andar urgentemente. ¿Podrá prescindir el nuevo gobernador, gobernadora del apoyo federal, hasta dónde? Renunciar a la muleta que ofrece la Federación no es fácil –ya oímos a Silvano Aureoles apoyar la continuidad del Comisionado-. ¿De verdad los delincuentes han sido disuadidos de delinquir o siguen por ahí agazapados esperando organizarse para continuar con su modus vivendi? ¿Los ciudadanos michoacanos están convencidos de que construir Michoacán implica compromiso, trabajo? Grandes retos a los que estamos convocados todos.

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