¿Cambiará el escenario que protegía a ciudadanos y recursos de la Nación?

Morelia, Michoacán, 05 de junio de 2025.- En época de incredulidad, el régimen hoy en día tiene que poseer muy claras sus destrezas y planes demoledoras de acción para mantener el mercadeo político que le garantice sostenerse en el poder. Hay quienes sustentan que para ello;  “se utilizan las peores artimañas y disfraces, aunque pare esto pongan  en claro y sin un grado de vergüenza a todo el corrompido sistema”. Lo peor que le puede pasar a una sociedad restringida en democracia es descubrir que sus mandos tienen un gran talento para embaucar. “Y es que el engaño y la mentira son “cuchillo caliente en mantequilla” para la confianza y la credibilidad de muchos ingenuos en cualquier gobierno”.

El presidente López Obrador, cerro su sexenio engañando con una naturalidad y sin decoro a sabiendas que su administración, ha sido señalada como la más violenta en la historia de México con alrededor de200 mil homicidios en un país que no está en guerra, y con un sistema de salud que nunca se acercó al de Dinamarca sino está peor que nunca. Entrego la banda presidencial a la sucesora, su hija putativa de origen Judío Claudia Sheinbaum Pardo, “a quien en confianza heredo un país bastante estropeado, polarizado, dividido, con altos índices de inseguridad, con una economía según expertos disminuida y con el endeudamiento más grande de la historia”. El mismo se exhibió como un mandatario que mintió y trafico su máxima de; “no mentir, no robar y no traicionar”

Esto nos parece y relacionamos con el culto a las mentiras en otras latitudes. Por ejemplo en la película El aprendiz, habla sobre los primeros pasos de Donald Trump como personaje político. Su mentor teóricamente lo adiestró magistralmente para que en sus quebrantamientos, negara toda  evidencia, no reconocer jamás los errores y despreciar a los perdedores, como sería el caso de su hermano mayor o del propio mentor en un momento dado. Solo alguien sin escrúpulos puede mantener la farsa de los denominados “hechos variados” que pretenden suplantar las evidencias construyendo una realidad paralela como la de ese perverso.

Mucho se ha escuchado por parte de sagaces de la política, las expresiones faciales y las micro gesticulaciones para detectar mentiras, así como el mirar fijamente a los ojos para detectar la veracidad de nuestro interlocutor, sin embargo, estos supuestos “tips” de detección de mentiras, también los saben los personajes que se dedican a engañar de profesión y constantemente practican sus movimientos y gesticulaciones para evitar ser evidenciados en una mentira a través de su discurso y su lenguaje corporal.

Estamos en una época donde ya nadie confía en nadie y los estudios de medición de la confianza del parroquiano en las instituciones en México salen francamente con calificaciones reprobatorias. Inclusive las Universidades, que son las instituciones que podríamos decir que son en las que “más” confianza tiene el interesado, seguido de las Iglesias, incluso ellas, sacan una calificación de seis en una escala del uno al diez. Que, si el hijo entregara boletas con puro siete, tampoco estarían los padres muy contentos que digamos, ya que son calificaciones casi reprobatorias, de “panzazo” pues, como lo es la educación en México. En el otro extremo y para sorpresa de nadie, los viejos, nuevos y futuros gobiernos y los resplandecientes sindicatos, ocupan el final de la fila en lo que a confianza se refiere con calificaciones que rondan los cuatro puntos sobre los diez posibles.

El reconocido columnista Ricardo Alemán ahonda en esto escribiendo lo siguiente. “Lo cierto, sin embargo, es que en México no son nuevos los fenómenos de “la verdad alternativa” o la “pos verdad”. Tampoco es nuevo que políticos de con aficiones y gusto por el glamour pretenden engañar a ciudadanos y potenciales votantes, en tiempos electorales. Más aún, las campañas electorales son —en México y otras repúblicas— una diligente competencia de mentiras. Y, en no pocos casos, la victoria electoral es de aquel cuyas mentiras son mayores. Incluso, autores expertos en política dicen que si los políticos dijeran la verdad, nadie votaría por ellos. Es decir, que a ciudadanos como a electores “nos gusta ser engañados” por los políticos.

La mayoría de los políticos parece ser que carecen de progenitora:

Hay que recordar que en su momento Ricardo Alemán en la Silla Rota recordó lo que seguramente muchos han escuchado: las duras críticas de Ernesto Zedillo en su momento al populismo depredador de López Obrador y ahora a la de su máxima creación Claudia Sheinbaum. Al expresar Zedillo sobre el empoderamiento del gobierno, anulando las instituciones y poner a su servicio los poderes de la nación provocando con ello la muerte de la democracia en México. Ello costo que al ex presidente se le fueran a la yugular la propia presidenta y sus sicarios, poco tiempo después bajo la tensión cuando al responder por segunda ocasión  a la presidenta Claudia Sheinbaum, luego de que la mandataria llamó al ex priista vocero de la oposición y anunció que informaría sobre los actos de corrupción entorno al Fobaproa, que ocurrieron durante el sexenio de 1994 al 2000. Otra mentirilla más… No lo hizo entre otras cosas porque muchos de sus colaboradores en su momento siendo legisladores Aprobaron el multicitado Fobaproa.

Pero también es cierto que pocos recuerdan que el entonces presidente Zedillo es el verdadero creador del populista López Obrador. ¿Por qué?, se pregunta Alemán, y se responde, porque en 1996 y en el año 2000 se pactaron dos “amasiatos políticos” entre Zedillo y AMLO que hicieron presidente del PRD al tabasqueño y luego, de manera ilegal, lo convirtieron en candidato y jefe de gobierno del Distrito Federal.

En efecto, esa es la historia negra de un “amorío político” que quisieran olvidar “los fanáticos lopistas” y que pretenden borrar de su pasado tanto los ex presidentes López Obrador y Zedillo.

Ahora en México, al parecer cambiara todo el escenario que de alguna forma protegía a los ciudadanos, la ausencia de autonomía en los poderes se refiere a la situación en la que se limita o elimina la independencia de los poderes legislativo, ejecutivo y judicial, además de organismos autónomos como el INAI o el INE, a través de medidas que podían comprometer su capacidad de actuar de forma independiente. Esto seguramente afectara el equilibrio de poderes, la democracia y la protección de derechos de toda índole. A la basura la  promulgación de la Constitución Política de los Estados Unidos del 17.