Conocer y reconocer a los maestros michoacanos / Horacio Erik Avilés Martínez
La necesidad de conocer y reconocer a los mejores maestros de Michoacán está por encima de las amenazas sectarias. Es por ello que Mexicanos Primero Michoacán lanzará en breve la convocatoria al Premio ABC Michoacán, para que toda la sociedad michoacana conozca y reconozca a los maestros que hacen la diferencia en la entidad.
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Morelia Michoacán, 11 de septiembre de 2017.- No fue ni a las seis ni a las siete de la mañana, sino mucho más avanzado el día cuando la marcha convocada por la CNTE dio comienzo.
A pesar de ser anunciada la mencionada táctica de presión como “megamarcha” y de haberse amenazado un sitio de ocho horas para la capital estatal, ello no sucedió. Aún a las diez de la mañana se transitaba sin problemas por prácticamente toda la ciudad.
Definitivamente, el poder de convocatoria de los dueños visibles y ocultos de la CNTE en Michoacán se percibe menguado. El descrédito de las cúpulas ha campeado entre las otrora convencidas bases magisteriales, hecho que se refleja en la cantidad de personas que participaron en su marcha. No es secreto el hecho de que este tipo de movilizaciones se realizan con la mayor virulencia posible en el marco de un informe de gobierno, por lo que al estar próximo el acto de rendición de cuentas que realizará el Gobernador del Estado, las bases se dieron cuenta del posible uso clientelar que podrían brindar las cuestionadas cúpulas a su participación en la marcha de ayer, por lo que los maestros les dieron, en su gran mayoría la espalda.
Aún sin poder comprobar que todos los que colapsaron fuesen maestros, ni mucho menos que actuasen de su libre y espontánea voluntad, ni tampoco que todas sus causas fuesen justas y apegadas a la ley, hay que decir que muchos de los miles que marcharon ayer en la ciudad de Morelia son docentes. Marcharon bajo el sol y la lluvia, con una finalidad concreta que los mocionó; algunos con el yugo al cuello colocado por las injusticias padecidas, otros por las amenazas vertidas por sus sedicentes líderes y también por la aspiración de reivindicación de sus legítimas demandas, relacionadas con el pago de salarios ya devengados y mejores condiciones principalmente.
Si bien fue una marcha de protesta convocada por la CNTE, fue mucho más que eso, ya que constituyó una simbólica derrota colectiva. Los maestros deben de estar en las aulas, con las mejores condiciones laborales y con sus derechos incólumes. Sus alumnos debieron de estar tomando clases, los funcionarios ocupándose de mejorar los procesos y condiciones del sistema educativo y los medios de comunicación presentando los mejores resultados de los maestros y estudiantes en las diferentes competencias a nivel nacional e internacional. No sucedió así y salvo quienes tenían intereses aviesos en hacer tropezar la educación michoacana, todos los demás perdimos con la marcha de ayer.
Ser orillados a marchar, no es el trato digno ni justo que merecen los artífices del futuro social. La sociedad, la autoridad en la materia y los líderes sindicales tienen una enorme deuda histórica con los maestros michoacanos. Si bien el sistema educativo tiene su razón de ser en potenciar el cabal ejercicio del derecho a aprender de los niños y jóvenes michoacanos y debe de estar centrado en tan alta misión, es trascendental la labor del docente, quien es quien profesa, implementa, ejemplariza y formula el proyecto social transformador que constituye el sistema educativo.
Debemos actuar en consecuencia, los maestros no deben ser reconocidos por ser víctimas de los abusos y omisiones de autoridades y líderes sindicales por igual, sino por su labor en el aula.
En ese tenor, una marcha que fuese verdaderamente reivindicatoria de los derechos de los maestros, que fuese precedida por el reconocimiento social de su labor, no tendría unos pocos miles de personas caminando al ritmo de las consignas que espetan sus cúpulas, sino que sería un movimiento social. Sin embargo, permanecen muchas áreas de oportunidad en nuestro sistema educativo estatal al respecto.
Después de la comparecencia del Mtro. Alberto Frutis Solís ante la Comisión de Educación del Congreso del Estado, están pendientes de seguimiento una gran cantidad de temas respecto a los docentes. Los cuales deben recibir seguimiento estrecho desde la mesa de trabajo que se comprometió mutuamente entre los poderes legislativo y ejecutivo del estado.
No se puede iluminar selectivamente el mapa del estado de la educación en Michoacán, sino que es necesario que se sistematice la información y ésta nos permita conocer el verdadero estado de la educación en la entidad. Si bien, el mencionado acto de rendición de cuentas se centró en preguntas específicas, debemos de pasar de una actitud reactiva a una proactiva; es preciso presentar una radiografía precisa de los grandes olvidados de la política educativa: los maestros. Debemos como sociedad saber quiénes son, cuál es su formación académica, cuáles son sus condiciones de trabajo, cuál es el funcionamiento de los mecanismos de ingreso, permanencia y promoción docentes, entre muchas otras interrogantes.
Conocer el estado de fuerza con que cuenta Michoacán para lograr que la educación de calidad sea una realidad permitirá tomar medidas para que haya arropamiento social hacia los maestros, quienes no deben seguir siendo suplantados por las redes sociales ni la contracultura, ni la expresión de sus necesidades puede seguir siendo ejercida por la personería de sus sedicentes representantes, ni tampoco sus quejas y sugerencias seguir siendo archivadas por parte de funcionarios indolentes y omisos.
Es justo en este contexto cuando se ha dado la reactivación del Consejo Estatal de Participación Social en la Educación. Habiendo ya sesionado después de un año dos de las cuatro mesas de trabajo, prontamente habrá condiciones para poder entablar una sesión plenaria, tal como está mandatado en la normatividad aplicable en la materia. Esto permitirá generar y articular una red de gobernanza que permita conocer, reconocer y generar mejores condiciones para los maestros michoacanos, quienes deben de estar todos en la escuela, formando integralmente a los estudiantes y participando intensamente en el desarrollo de la comunidad de aprendizaje que lideran.
Asimismo, recientemente estuvo en México la joven paquistaní Malala Yousafzai, ganadora del Premio Nobel de la Paz por su activismo en favor de la educación y de la igualdad de género, lo que casi le cuesta la vida. Ella ha señalado en múltiples ocasiones la enorme importancia de sus maestros, desde el aula y en la casa. Siempre detrás de un ser humano extraordinario hay maestros que cultivaron sus cualidades superlativas. Ella ha mencionado que “un niño, un profesor, un libro y una pluma pueden cambiar al mundo. La educación es la única solución”. Su ejemplo debe cundir y debemos tomar muy en cuenta el potencial transformador de historias de vida que reside en cada maestro.
Aunado a lo anterior, el pasado miércoles 6 de septiembre se entregó en el Alcázar del Castillo de Chapultepec el Premio ABC, reconocimiento que otorga Mexicanos Primero a los maestros, directivos y colectivos docentes que logran resultados de alto impacto en la formación integral de los estudiantes de educación pública básica en la nación y el cual a lo largo de diez años constituye un referente respecto al paso que debemos de dar como sociedad para reconocer a los forjadores de las próximas generaciones.
Este premio se replicó en Michoacán, pero en ediciones pasadas, los maestros que participaron o resultaron ganadores del Premio ABC Michoacán fueron perseguidos y violentados por parte de las cúpulas de la CNTE, razón por la cual se suspendió temporalmente su convocatoria y entrega.
Sin embargo, la necesidad de conocer y reconocer a los mejores maestros de Michoacán está por encima de las amenazas sectarias, que están contenidas por el marco normativo en materia educativa, que incrementalmente ciñe al sistema educativo estatal y lo aproxima a la regularidad. Es por ello que Mexicanos Primero Michoacán lanzará en breve la convocatoria al Premio ABC Michoacán, para que toda la sociedad michoacana conozca y reconozca a los maestros que hacen la diferencia en la entidad. Todos tenemos maestros que han marcado nuestro camino. Una de las decisiones más libérrimas que puede tomar un ser humano es reconocer como maestro a alguien y hacer su mayor esfuerzo por aprender de él, para una vez nuevamente individuado, construir su sendero, con gratitud al mentor y congruencia con lo aprendido.
Especialmente, usted, amable lector ¿recuerda a algún maestro que haya impactado positivamente en su vida? Seguramente, sí. Por ello, reconozcamos y agradezcamos su aportación a nuestro desarrollo integral.
Sus comentarios son bienvenidos en eaviles@mexicanosprimero.org y en Twitter en @Erik_Aviles