De Primera Mano / Congreso del Estado y sus pasos para atrás
Hoy, la 72 Legislatura del Congreso del Estado le pide claridad al secretario de Finanzas del Ejecutivo estatal, cuando en el mismo rubro el Poder Legislativo nos queda a deber
Morelia, Mich., 25 de junio de 2013.- Hace casi un año y medio que se instaló y que está en funciones la 72 Legislatura del Congreso del Estado, pero aún nos sigue debiendo a los michoacanos.
No me cansaré de recordarlo: En sus primeras sesiones varios de nuestros actuales diputados locales nos dijeron que la nueva Legislatura sería diferente, sería trabajadora y productiva, pero sobre todo, transparente.
Aún cuando esos señalamientos alcanzaban a ex representantes populares de los mismos partidos políticos de los entrantes, nuestros flamantes legisladores acusaron opacidad entre sus antecesores.
Hoy, a casi año y medio de distancia, el Congreso del Estado no puede presumir ni de trabajador, ni de productivo ni mucho menos de transparente.
La mayoría de las decisiones más relevantes del Poder Legislativo se siguen tomando en la Junta de Coordinación Política, como en antaño, lo que en automático politiza aún más todos y cada uno de los pasos que da la institución.
El regreso a los periodos legislativos, en lugar de habilitar los 12 meses del año para sesionar al menos en 24 ocasiones de manera ordinaria, tampoco ha demostrado hacer más eficiente a un Congreso del Estado que más bien se caracteriza por ser lento en la toma de decisiones.
Para muestra basta un botón: La Comisión de Gobernación, aquella a la que llega casi el 70 por ciento de la carga legislativa, no es ágil, por el contrario, muchos temas llegan ahí para quedarse en el archivo o para ser pospuestos indefinidamente, al grado de que Nahuatzen está por cumplir 9 meses sin presidente municipal.
En tanto, la Comisión de Programación, Presupuesto y Cuenta Pública se ha vuelto más política que técnica, no contribuyendo a resolver los graves problemas del estado y la Comisión Inspectora de la Auditoría Superior de Michoacán (ASM) sólo toma decisiones cuando le conviene a la Junta de Coordinación Política.
En el propio órgano técnico fiscalizador las cosas van de mal en peor, con un auditor superior impuesto por el anterior gobernador, en quien no confían ni el PRI ni el PAN; a quien ni le creen, pero tampoco le dan las herramientas ni el personal para trabajar. Pero en lugar de tomar decisiones, los problemas se quedan como están, como si el paso del tiempo los fuera a resolver.
Sin que esto implique defender a alguna de las anteriores legislaturas, que tampoco fueron ejemplos de transparencia y productividad, en estos momentos la 72 Legislatura del Congreso del Estado le pide claridad al secretario de Finanzas del Ejecutivo estatal, cuando en el mismo rubro el Poder Legislativo nos queda a deber.
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