De Primera Mano / Educación de calidad y punto
El proceso de Evaluación del Desempeño educativo no es un invento del neoliberalismo, ni del capitalismo salvaje, ni mucho menos de las mentes explotadoras del Banco Mundial o del Fondo Monetario Internacional, como los manipuladores líderes de la CNTE pretenden hacer creer a sus huestes
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Morelia, Michoacán, 27 de octubre de 2015.- La calidad educativa no se define en las calles, ni en los mítines, ni en los discursos incendiarios proferidos desde un templete. No hay de otra forma, la educación de calidad se forja en las aulas, con horas de clase, con la transmisión de conocimientos, con técnicas pedagógicas actuales y con procesos de evaluación.
El proceso de Evaluación del Desempeño educativo no es un invento del neoliberalismo, ni del capitalismo salvaje, ni mucho menos de las mentes explotadoras del Banco Mundial o del Fondo Monetario Internacional, como los manipuladores líderes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) pretenden hacer creer a sus huestes.
La propia Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) ha sido una de las mayores promotoras de los procesos de evaluación, toda vez que el fin último es garantizar el derecho de los niños a recibir educación laica, gratuita y sobre todo de calidad.
La Unesco sugiere que una posibilidad para establecer criterios generales para evaluar conocimientos, dado que la mayor parte no se pueden cuantificar, es separar la función docente de la del examinador. De acuerdo con el organismo, con esta separación se evitaría la subordinación de los conocimientos al régimen de la evaluación y también los problemas en la relación entre docentes y alumnos, puesto que el docente no sería más juez y parte de lo que se evalúa.
Por ello, los evaluadores no pueden ser los mismos maestros, como algunos mañosamente plantean. ¡Así de simple!
En los hechos, la Evaluación al desempeño docente es el conjunto de acciones organizadas de acuerdo con las mediaciones e interacciones pedagógicas entre el conocimiento científico y el conocimiento escolar, y con las mediaciones socioculturales y lingüísticas.
Este proceso formativo permitirá promover acciones didáctico-pedagógicas que favorezcan los procesos de aprendizaje de los estudiantes, y el mejoramiento de la formación inicial docente, así como su desarrollo profesional.
Por ello, la evaluación del docente no debe verse como un acto fiscalizador, sino como una forma de fomentar y favorecer su perfeccionamiento. Esta parte debe entenderse bien.
Para el magisterio mexicano, incluyendo el michoacano, existen estímulos que ya quisieran muchos trabajadores: los docentes que obtengan los resultados más destacados en la evaluación del desempeño docente obtendrán un incremento salarial ni más ni menos que… ¡hasta del 41 por ciento!
Así, la evaluación será un incentivo para los docentes que participen en el mejoramiento de la calidad educativa, tal y como lo establece la reforma educativa.
Contrario a lo que dicen los manipuladores de la CNTE y algunos políticos malintencionados, ésta medida tomada desde la Federación es positiva por donde se le vea, porque fungirá como incentivo para los profesores que participen en el mejoramiento de la calidad educativa tal y como lo establece la reforma educativa.
No hay vuelta de hoja, no hay pretexto que valga para que aquellos privilegiados que están en el magisterio dejen de evaluarse.
De lo que se trata es de contar con educación de calidad, y punto.
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