De Primera Mano / Estrategias de seguridad en los medios
A nuestro gobierno federal les ha interesado en demasía la «percepción», independientemente de los resultados; en el anterior sexenio se quiso dar la impresión de que “el Estado ahora sí actuaba contra los criminales” y en el actual de que “no pasa nada”
Morelia, Mich., 12 de noviembre de 2013.- Sólo por las entrevistas que ha dado a diversos medios de comunicación nacionales Eduardo Sánchez Hernández, vocero del Gabinete de Seguridad Pública del gobierno federal, nos hemos podido percatar de las “diferencias” que existen entre las estrategias de seguridad de la anterior y de la actual administración federal.
Me llama la atención que uno de los puntos principales es el trato de la información ante los medios de comunicación. A decir de Eduardo Sánchez, en el anterior gobierno se combatió a la delincuencia de manera frontal, pero generando operativos espectaculares y muchas muertes que aumentaron la percepción de inseguridad entre la población.
Dice el actual vocero en materia de seguridad que en el anterior sexenio se exponía de manera excesiva a los elementos del Ejército Mexicano y de la Policía Federal, mientras que ahora la prioridad es garantizar la seguridad de los ciudadanos, como si ambas fueran situaciones incompatibles.
Pero además, asegura que las capturas de los grandes líderes de la delincuencia organizada, el decir sus apodos y el mostrarlos con las pacas de dinero y de drogas, así como con los arsenales y vehículos que se les decomisaban eran contraproducentes por dos cosas: 1) Porque al capturar a las cabezas había mandos medios que querían ocupar su lugar y generaban mayor violencia; y, 2) Porque entre ciertos sectores de la población las grandes cantidades de dinero, drogas y armas que se mostraban causaban admiración y hasta la aspiración de volverse como ellos.
Eduardo Sánchez asegura que la actual estrategia de tratar de minimizar los hechos en los medios de comunicación y de no mostrar a los delincuentes capturados con el dinero, las drogas y las armas es mejor, además de que ya no se expone de manera excesiva al Ejército y a la Policía Federal.
Desde mi punto de vista, el vocero del Gabinete de Seguridad Pública puede tener razón en algunas cosas, pero no en otras, porque omite decir que fue al principio de este sexenio cuando se ordenó retirar al Ejército de puntos estratégicos de Michoacán, y eso fue factor para el surgimiento de los grupos de autodefensa precisamente en esas regiones.
Asegura que se ha capturado a muchos mandos altos y medios de organizaciones criminales, pero a menos que lo mantengan muy en secreto, en los medios de comunicación nos hemos enterado de muchos menos casos.
Lo malo es que entre líneas se lee que a nuestros gobiernos federales les ha interesado en demasía la percepción, independientemente de los resultados, pues en el anterior sexenio se quiso generar la impresión de que “el Estado ahora sí actuaba contra los criminales” y en el actual de que “no pasa nada”.
Lo bueno es que, dando palos de ciego o como haya sido, a los actuales estrategas ya se les ocurrió tomar posesión del Puerto de Lázaro Cárdenas para cerrar la llave económica a los criminales, lo malo es que al mismo tiempo se acordó la desaparición del IDE, medida fiscal que bien utilizada habría permitido detectarlos.
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