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De Primera Mano / La inseguridad politizada

Nuestro director, Nicolás Casimiro; periodista con 14 años de trayectoria y con experiencia en radio y diversos medios impresos, electrónicos y agencias informativas
Nuestro director, Nicolás Casimiro; periodista con 14 años de trayectoria y con experiencia en radio y diversos medios impresos, electrónicos y agencias informativas

Es mala cosa cuando cualquier problema que afecta directa y gravemente a la sociedad se politiza; la politización de los temas normalmente no ayuda a resolver los problemas, sino por el contrario, los agrava aún más

Morelia, Mich., 30 de julio de 2013.- Es mala cosa cuando cualquier problema que afecta directa y gravemente a la sociedad se politiza. Lamentablemente la gran mayoría de los declaradores ante la opinión pública son políticos, líderes partidistas, senadores, diputados y alcaldes, ¡en fin!, como ya decía, políticos.

Ni siquiera los supuestos líderes sociales un muchos dirigentes de Organizaciones No Gubernamentales (ONGs) rehúyen a la tentación de dar intencionalidad política a sus comentarios.

Lo peor del caso es que la politización de los temas normalmente no ayuda a resolver los problemas, sino por el contrario, los agrava aún más.

Lo anterior viene al caso por los graves problemas de inseguridad y de violencia que –valga la redundancia- se han agravado durante los últimos días en Michoacán.

No terminamos los michoacanos se sobreponernos a lo impactante de los sucesos –quienes aún nos impresionamos-, cuando de inmediato aparecen los distintos actores políticos a opinar de los temas, a hacer críticas y, por supuesto, sus propuestas, desde su muy particular punto de vista y muchas de ellas cargadas de la ya mencionada intencionalidad política.

Cuando Michoacán más requiere de soluciones concretas y contundentes a los problemas que padece, con presencia de las fuerzas del orden, con recursos, con inversión, con empleos y con una serie de acciones de los gobiernos federal y estatal, con lo que nos venimos encontrando es con actores políticos y sociales que ven la coyuntura propicia para llevar agua a sus molinos.

Se vale hacer crítica, por supuesto, pero responsable y acompañada de propuestas viables, no de soluciones utópicas que en los hechos complicarían aún más las cosas.

Sí es cierto, los tres niveles de gobierno tienen fallas, algunas de ellas garrafales, pero ya vendrán en su momento los tiempos para las campañas formales de proselitismo, por ahora lo que Michoacán requiere son soluciones concretar para hoy, para mañana, pero también para el mediano y largo plazo.

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