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De Primera Mano / Los agravios de Castillo

El ex comisionado nacional nos quedó a deber, hizo mucho menos de lo que se le encomendó y mucho menos de lo que se esperaba de él, y al final nos demostró que el fin no justifica los medios (FOTO: ADÁN GARCIA / AGENCIA REFORMA)
El ex comisionado nacional nos quedó a deber, hizo mucho menos de lo que se le encomendó y mucho menos de lo que se esperaba de él, y al final nos demostró que el fin no justifica los medios (FOTO: ADÁN GARCIA / AGENCIA REFORMA)

Me extraña que en este contexto no sean más los agraviados que se sumen a las demandas de llevar ante los tribunales a un ex comisionado nacional que se pasó las leyes por el arco del triunfo y que incluso amenazó públicamente a varios sectores de la sociedad michoacana

Morelia, Michoacán, 10 de marzo de 2016.- Más allá de que pareciera oportunista la denuncia penal presentada por dirigencia estatal y diputados del PAN contra Alfredo Castillo Cervantes, ex comisionado nacional para la Seguridad y el Desarrollo Integral de Michoacán, lo cierto es que ello no resta legitimidad a los motivos de agravio que el jefe estatal panista, José Manuel Hinojosa Pérez, ha expresado.

Hasta el momento la opinión pública está enterada de que el protegido del presidente de México, Enrique Peña Nieto, incurrió en falsedad de declaraciones cuando dijo ante un juez federal en Uruapan que  no concedió a los grupos de autodefensa permiso expreso para portar armas de fuego de uso exclusivo del Ejército, para lo cual, por ley, no estuvo nunca facultado.

Sin embargo, no debe extrañarnos la ilegalidad con la que todo el tiempo se condujo ese señor en Michoacán, pues ya desde antes generó muchas dudas jurídica la creación de la Comisión Nacional para la Seguridad y el Desarrollo Integral de Michoacán, así como las facultades plenipotenciarias que en los hechos le concedieron el gobierno federal y el muy debilitado gobierno estatal de Fausto Vallejo Figueroa.

Alfredo Castillo tiene un largo historial al lado de Peña Nieto, que se resume y se traduce en que es el verdugo, el sicario, el que hace el trabajo sucio, para el hoy mandatario federal.

Lo hizo como procurador del Estado de México, lo hizo al entrar como relevo en la Profeco y cuando se le envió a Michoacán. ¡Es más!, lo sigue haciendo impunemente hoy en la Conade, donde incluso ha puesto en duda la participación de una delegación mexicana en los Juegos Olímpicos de Río 2014.

Desde hace más de un año, otro partido político en Michoacán, Movimiento Ciudadano, con Daniel Moncada Sánchez a la cabeza, se ha puesto la camiseta de los auténticos autodefensas y ha venido abogando por la causa del hoy detenido José Manuel Mireles Valverde.

Es verdad que, de la misma forma que pasa con el PAN, el partido naranja parece haber actuado de manera oportunista al postular como candidatos a diputados a Hipólito Mora Chávez y a Virginia Mireles, hermana del también fundador de los grupos de autodefensa, pero lo cierto es que ni el blanquiazul ni Movimiento Ciudadano incurren en ilegalidad alguna al pretender públicamente que se haga justicia en dos casos directamente relacionados con Castillo Cervantes.

Es más, me extraña que en este contexto no sean más los agraviados que se sumen a las demandas de llevar ante los tribunales a un ex comisionado nacional que se pasó las leyes por el arco del triunfo y que incluso amenazó públicamente a varios sectores de la sociedad michoacana.

Alfredo Castillo se apoderó en su momento del PRI en Michoacán; intentó destruir el liderazgo en ese partido político del ex gobernador interino, Jesús Reyna García, así como la oposición del ex diputado local y líder transportista, José Trinidad Martínez Pasalagua, sólo para imponer a títeres a modo que trabajaran para él.

Alfredo Castillo fue quien concretó la salida (por la puerta de atrás) de Fausto Vallejo Figueroa como gobernador de Michoacán, fue quien operó la imposición del ahora mal afamado Salvador Jara Guerrero, en la gubernatura.

Alfredo Castillo amenazó a políticos, servidores públicos, notarios, productores y comunicadores, con una serie de videos filtrados a medios de comunicación que hizo aliados suyos. ¡Y dejó entrever que había más!

Alfredo Castillo torció la ley  a su modo, y los logros que tuvo, -porque los tuvo y hay que reconocerlo- fueron más que aquellos que tuvieron sus antecesores al frente del Gobierno de Michoacán, sin embargo al final se vieron opacados por sus irregularidades, por su desprecio de la ley, por sus abusos en el ejercicio del poder y por el cinismo que le caracterizó y sigue siendo su sello personal.

El ex comisionado nacional nos quedó a deber, hizo mucho menos de lo que se le encomendó y mucho menos de lo que se esperaba de él, y al final nos demostró que el fin no justifica los medios.

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